miércoles, 5 de octubre de 2022

Andry Lunin, el portero que nunca sonríe

Sin Thibaut Courtois hasta el clásico (16 octubre), Andry Lunin tiene ante sí una oportunidad idónea para demostrar que se puede ser un magnífico guardameta aunque se tenga el rol habitual de suplente. Ese es el caso del ucraniano porque en el Real Madrid tiene por delante al belga y quitarle el puesto al mejor portero del mundo resulta una misión casi imposible. Ante Osasuna, partido en el que su compañero ya causó baja, Lunin apenas tuvo trabajo, aunque recibió un gol en un cabezazo de Kike García que hubiera sido inalcanzable hasta para Thibaut . Una vez confirmada la baja de Courtois hasta la próxima semana, Andry tiene dos encuentros más, el primero esta noche ante sus compatriotas del Shakhtar Donetsk, para refrendar que el club blanco acertó al ficharle con solo 19 años y que tiene un futuro prometedor por delante. Así lo demostró en 2019, ganando el Mundial sub-20 con su selección, torneo en el que fue elegido el Guante de Oro. Lunin llegó a la capital de España un año antes, en el verano de 2018. Su fichaje coincidió con el de Courtois , que se incorporó para darle el relevo a Keylor, guardameta que el club blanco daba por amortizado. Esa temporada 2018-19, belga y costarricense compartieron vestuario, lo que hizo inviable la permanencia de Lunin, que se marchó cedido al Leganés. Incomprensiblemente, en el conjunto pepinero apenas jugó cinco encuentros. Cesión fallida. La historia se repitió la temporada siguiente (2019-20). En esa ocasión, Navas no decidió marcharse del club hasta el último día del cierre del mercado, por lo que a principios de agosto el Madrid concretó la cesión de Lunin al Valladolid, donde tampoco fue titular. El club blanco, que en todo préstamo busca que sus jugadores acumulen minutos y, a ser posible, minutos de calidad, rompió la cesión en invierno para evitar que su jugador se pasara, como en Leganés, otro año parado. Su nuevo destino fue el Oviedo, equipo de Segunda división. Allí sí que fue indiscutible, pero ya no hubo más cesiones. Ya le tocaba ser miembro de la primera plantilla del Real Madrid y así es desde la temporada 2020-21, aunque tiene un muro delante llamado Courtois y eso es sinónimo de ser suplente en el 99% de los partidos del curso. El ucraniano solo ha jugado como titular en Copa y partidos sueltos de Liga y Champions en los que ya no había nada en juego. Poco para sus 23 años. Desearía jugar más, sin duda, pero también es cierto que descifrar sus sentimientos no es un ejercicio sencillo. «Nadie recuerda la última vez que se le vio sonreír. Es un estado aparte. La República de Lunin », explican en el vestuario. Es sin duda uno de los jugadores más serios que ha pasado por la caseta del Madrid. Su interior es un absoluto misterio. Jamás ha dado un solo problema al club, ni mucho menos en el vestuario, pero apenas interactúa con el resto de sus compañeros. Lo ven como una persona hermética y alejada, a la que es imposible acceder. Sólo vive para entrenar y, si le sobra algo de tiempo, también se pone a entrenar. «¿El equipo regresa de un partido de Champions a las cuatro de la madrugada? Da lo mismo. Lunin advierte que vendrá a entrenarse a Valdebebas a las diez. Y ahí está», cuentan en el club. Noticia Relacionada Real Madrid estandar No Ancelotti contesta a Xavi: «Yo querría ganar siempre la Champions» Rubén Cañizares El italiano sale al paso de las palabras del técnico azulgrana, que hablaba de suerte para ganar la orejona Hasta para Llopis, el entrenador de porteros, es un ejercicio de paciencia el poder llegar a la mente y al corazón de Lunin. Ni siquiera la invasión de Ucrania le ha abierto un poco hacia sus compañeros y miembros del club. Silencio atronador ante el sufrimiento que está viviendo su país desde marzo. Evidentemente, desde el club se le ha ofrecido toda la ayuda necesaria y seguirá siendo así. Pese a esa aparente frialdad, el meta se ha volcado con sus compatriotas y ha participado en todos los actos solidarios en los que ha podido echar una mano para recaudar dinero, alimentos y medicinas. De hecho, el lunes recibió a un grupo de niños y niñas llegados desde Ucrania, invitados por la Fundación Real Madrid , para ver el partido de esta noche en el Bernabéu. Lo hizo desde un plano discreto, como en él es habitual. Así es Andry Lunin, un desconocido que tiene la misión de reemplazar a Courtois hoy y en partido de Liga del sábado frente al Getafe.

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