sábado, 15 de octubre de 2022

Adiós a las terrazas antes de medianoche: «Son pasos atrás»

Ya no habrá conversaciones a medianoche en las terrazas del distrito Centro . Tampoco raciones servidas a última hora en el exterior ni bocadillos rezagados al calor de las estufas cuando el frío llegue para invadir las calles. Las cervezas tendrán que tomarse dentro de los restaurantes y las tapas no traspasarán las barras. Madrid perderá un poco de su cultura de bar en la calle desde hoy y hasta el 15 de marzo, periodo en que el 'horario de invierno' de las terrazas en las Zonas de Protección Acústica Especial (ZPAE) está en vigor. La medida, heredada de la última etapa de Manuela Carmena con el bastón de mando, implica que las terrazas deben estar recogidas a las 23.00 horas en todas las calles de Centro y causa división entre el Gobierno municipal y la hostelería. El sector reclama una ampliación de horario de cara al próximo mandato para superar este «arbitrario paso atrás». En la plaza del Dos de Mayo , en Malasaña, Gema apuraba un par de cafés con churros a última hora de la mañana de ayer. «Cerrar durante todos estos meses a las once de la noche todos los días es la ruina. Implica suspender bastantes servicios que ahora dábamos hasta las 00.30 horas», explica la trabajadora, danzando en el interior del pequeño local de un lado para otro. Noticia Relacionada reportaje Si El bar de copas ha muerto o cómo la juventud abandona la noche Beatriz L. Echazarreta Aún los hay muy fiesteros, pero no son mayoría. La Generación Z es virtual y tiene querencia por el 'tardeo'. Amante del lujo y lo exclusivo, es más de botella y reservado que de copa y pista de baile. Además de al garito clásico, los jóvenes han matado al botellón La casi decena de mesas que tienen en el exterior ayuda a hacer caja debido al poco espacio del que disponen dentro. «Desde el Covid , la gente ya no quiere estar en el interior aunque sea invierno y haga frío», añade Gema, que también argumenta contra las explicaciones que basan la normativa en las molestias que causan a los vecinos. «Si el motivo es que esta es una ZPAE, lo que tienen que controlar son las tiendas de alimentación que abren todo el día, son como una funeraria», ironiza. «Venden el alcohol y la gente se queda en la plaza. De ahí sale el ruido molesto y esa fiesta no va a desaparecer», concluye antes de regresar completamente a sus quehaceres. Cinco meses de trabajo Los hosteleros de Centro, con una ZPAE de 470 hectáreas, calculan que la medida reducirá la facturación de cenas entre el 10 y el 15 por ciento. «Cuando se aprobó la calificación en 2019, acordamos con los vecinos que la hora de retirada serían las 0.00 horas, pero el anterior Gobierno municipal decidió ponerla a las 23.00 horas. Es una medida restrictiva y arbitraria», critica José Antonio Aparicio, presidente de Hostelería Madrid que esta semana, aprovechando el día del sector, reclamó la ampliación de horario. «Sabemos que requiere tiempo modificar la normativa, pero no renunciaremos a ello porque lo de ahora no tiene sentido. Afecta a cinco meses de trabajo, no solo al invierno», dice el representante del gremio. Almeida cierra la puerta a modificar el horario de cara a la campaña de Navidad: «Tenemos que respetar la normativa» Aparicio habla de turistas y madrileños que quieran sentarse tras cualquier plan de ocio. «Hay musicales que terminan a esa hora a los que acude gente que luego demanda terrazas. No van a poder sentarse en el principal distrito de Madrid porque alguien en su momento tomó la decisión», censura, demandando de nuevo al partido que gane las elecciones de mayo que revise «el injustificado horario». «El centro no se puede apagar a las once de la noche. Es verdad que ahora está de moda el 'tardeo' , pero no es lo mismo: desde las 22.00 horas no podremos coger cenas porque no da tiempo a servirlas y terminarlas», concluye el hostelero. Terraza en el corazón del barrio de Malasaña tania sieira Tras la petición y ante la entrada esta noche en funcionamiento, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha cerrado la puerta a modificar la jornada. Al menos por el momento y en lo que afecta a la próxima campaña de Navidad. Su objetivo es conseguir conciliar la actividad y el descanso de los moradores, «prioridad» municipal. «La ampliación de un horario en una ordenanza no es el camino adecuado para poder ayudar a la hostelería», dijo el viernes el edil: «En estos momentos yo creo que lo que tenemos que respetar es un marco normativo que se hizo de acuerdo con las asociaciones de hosteleros». Sí aboga el alcalde por encontrar «otras formas de ayudar a la hostelería» y reunirse de nuevo con el gremio para buscar las soluciones. La ZPAE de Centro está dividida desde 2019 en tres zonas de contaminación acústica: baja, moderada y alta. Durante el periodo estacional (de marzo a octubre), el horario en las terrazas para cada una de ellas es diferente, pero en el invernal esta distinción se extingue. Las once de la noche es la hora máxima para todas, independientemente de la calle en la que se encuentren. En caso de incumplirlo, los hosteleros se enfrentarán a una sanción. Entre el sector hay división: algunos comparten la normativa y otros piden la prolongación. Camilo, encargado de un restaurante en la plaza de San Ildefonso, es de los primeros. «Cerramos siempre a las 23.30 horas, a nosotros no nos afecta como a otros y entendemos que lo hagan por los vecinos», afirma este camarero, en un local que muestra el cartel de 'Salimos sin molestar' en señal de respeto al descanso. «Además, puede ayudar a los restaurante que no tienen terraza porque la gente también se va a meter en ellos», zanja la discusión. Pérdidas Orlando, dueño de un asador gallego en la plaza de Tirso de Molina , es de los segundos. Calcula que rebajar el cierre supondrá al mes pérdidas de 50.000 euros. «Ahora cerramos a la 1.30 hora. Tendré que recortar personal ante una medida injusta: ¿solo hay vecinos en Centro y no en los otros distritos en que no lo aplican?», se pregunta el empresario, con 23 mesas en el exterior. «Hace mucho daño. Confiábamos en no volver al 2019 tras el Covid y tener una prórroga en el horario. Esto es en paso para atrás», afirma tajante. Orlando, propietario de una terraza en la plaza de Tirso de Molina tania sieira Él argumenta la falta de atención que sufrirá la clientela y la repercusión en la economía. «La gente sale del teatro a las 00 y quiere cenar. A esta zona llegan muchos turistas del aeropuerto a esa hora y también quieren hacerlo. No vamos a poder servirles nada en el exterior. Además, si yo vendo menos, también voy a comprar menos a los proveedores. Va a ser la pescadilla que se muerde la cola, pero eso parece que les da igual», subraya. Con división entre el propio sector, incertidumbre y críticas a una medida antigua que vuelve a ponerse en marcha, los hosteleros piden que en el próximo mandato se modifique y les dejen retrasar una hora el cierre. Hasta entonces y mientras el periodo invernal de la normativa esté en vigor, el centro de Madrid se verá obligado a levantar las terrazas una hora antes de que el reloj marque la medianoche.

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