La sorprendente indigestión del Balón de Oro

Casi al unísono, el madridismo sonrió cuando Karim Benzema fue, al fin, reconocido el lunes como mejor futbolista del planeta tras recibir el Balón de Oro en París. El delantero francés siempre será visto como el emblema de una generación de futbolistas que parecían no estar destinados a la gloria y que, sin embargo, pudieron contra todo y contra todos, desde un error informático en el sorteo hasta los mejores equipos del continente. Pese a la felicidad generalizada que transmitió ver al de Lyon en la cumbre, la gala por antonomasia del mundo del fútbol generó alguna que otra herida en el seno de la afición blanca. No pasó inadvertido, primero, que Courtois , nombrado mejor portero del mundo tan solo unos minutos antes, se hundiese hasta la séptima posición en la carrera por el Balón de Oro. Y segundo, que pese a haber conquistado la liga española y la Champions League, el Madrid fuese tercero de un total de tres en la lista de mejores clubes del mundo, superado por el Liverpool y por el Mánchester City , que se llevó finalmente el galardón. Estos volantazos de la revista especializada France Football, encargada de establecer los criterios de las votaciones y de entregar los premios, fueron vistos con enfado e ironía por algunos de los jugadores del Madrid. Fue el propio Courtois quien, sobre los micrófonos de Teledeporte, cargó contra el resultado final, pese a que fue condecorado como mejor portero: «Veo imposible ganar el Balón de Oro. Ganas la Liga, ganas la Champions... Tu equipo gana gracias a tus paradas y solo quedas séptimo. Al menos se han inventado un premio para el mejor portero», aseguró el guardameta belga, elegido mejor jugador de la última final de la Champions League. Poco después fue el siempre transparente Toni Kroos el que, mediante sus redes sociales, ironizó sobre los resultados. «¡Enhorabuena al Real Madrid por ser el tercer mejor equipo del mundo!», escribió en Instagram el alemán, quien no acudió a la gala. «Premios de broma», tuiteó Iker Casillas. Solo Florentino Pérez rechazó el barro. «Merecido, el City es un gran club», se limitó a decir a El Chiringuito. Noticia Relacionada real madrid estandar Si Benzema, de la coca-cola con Florentino en su casa de Lyon al esmoquin del Balón de Oro en París Rubén Cañizares Karim, el único jugador a quién el presidente blanco ha ido a ficharle a su casa, toca el cielo a sus 34 años con el galardón individual más prestigioso Aún se deben esclarecer cuales fueron los baremos que propiciaron que los ingleses, campeones tan solo en la Premier Leagu e, fueran señalados como club de clubes de la pasada temporada (el del lunes fue el primer Balón de Oro entregado por el rendimiento en campaña y no en año natural). Durante la gala, según iban saliendo los nominados, a cada equipo le acompañaban el número de futbolistas, tanto hombres como mujeres, que optaban a hacerse con el galardón. El Madrid, en este caso, era el que menos tenía, cinco por seis de los dos clubes anglosajones. Una estadística que, sin embargo, choca totalmente con la esencia del fútbol, la victoria. El Madrid eliminó al Mánchester City en las semifinales de la Liga de Campeones y tumbó al Liverpool en la final. Además, sumó tres títulos más que los de Guardiola y dos más que los de Klopp (copas Carabao y FA). Para más inri, el conjunto femenino de los blancos fue el verdugo del City en las fases previas de la Champions. ¿El cómo se juega fue la clave? Tras la tormenta, ha sido el propio Ancelotti quien, ayer en la rueda de prensa previa al enfrentamiento contra el Elche, ha tranquilizado las aguas aunque con algún que otro pellizco a lo vivido en París. «No conozco los criterios. Creo que no hablan de equipos, porque el mejor fue el Real Madrid, que ganó la Champions. A nivel de club no conozco los criterios. Nos costó mucho ganarles en las semifinales, fue por pocos detalles, y ellos ganaron la Premier. Tenemos máximo respeto por este galardón, nosotros recibimos el mayor en mayo», zanjó el italiano. En resumen, una victoria agridulce. Benzema recibe un premio a su indiscutible carrera y que engloba a toda una institución que, sin embargo, siente algo de indigestión tras una ceremonia en la que optaba a todo y se quedó con la mitad del botín.

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