Disfrazados, con la cara cubierta y una pistola táser: así fue el secuestro al fundador de Tuenti para robarle 25 millones

El objetivo era hacerse con unas claves digitales que les permitirían robar los más de 25 millones de euros en criptomonedas que Zaryn Dentzel , fundador de Tuenti, almacenaba en sus monederos virtuales. Una fortuna amasada tras la venta de la red social que lo hizo millonario y sus posteriores inversiones. Pero lo que prometía ser uno de los robos del siglo en Madrid ciudad se quedó en un gran susto para el empresario estadounidense. Los ladrones no consiguieron los números de sus cuentas, pese a tenerle durante unas horas maniatado y amenazado con una pistola táser, y tuvieron que conformarse con tarjetas de crédito, relojes de lujo y maletas. Todo comenzó hace un año, el 1 de noviembre de 2021, día en que Dentzel había organizado una gran fiesta en su casa del distrito de Retiro. Al día siguiente, cuando los invitados ya habían abandonado el inmueble, cuatro personas –tres hombres y una mujer– consiguieron entrar en la vivienda. Eran la hora de la comida y aprovecharon que el conserje del edificio había abandonado momentáneamente su puesto de trabajo para 'colarse' en la finca con un propósito claro: llegar hasta la vivienda del americano. Fue la mujer integrante del grupo criminal la que presuntamente llamó al telefonillo, ya que todo indica que Dentzel la conocía y por eso abrió sin sospechar de sus intenciones. Con lo que no contaba la banda de atracadores era que Dentzel, de 40 años, estuviese acompañado en el momento de atraco. Un operario de mantenimiento había entrado solo unos minutos antes para revisar la caldera. El robo no iba a ser tan fácil como ellos pensaban. Los cuatro atracadores, que iban disfrazados y con el rostro cubierto para evitar ser reconocidos, maniataron a sus dos víctimas y rociaron con espray pimienta al empleado. Luego, según ha informado la Jefatura Superior de Policía Nacional , amenazaron y coaccionaron a Dentzel con una pistola eléctrica y armas blancas para que les diese sus claves virtuales, donde tenía más de 25 millones de euros. El fundador de Tuenti no lo hizo y tan solo accedió a comunicarles la combinación de la caja fuerte en la que tenía varios relojes de lujo que no han sido recuperados. También se dedicaron a registrar la vivienda para hacerse con todos los objetos de valor posibles: tarjetas de crédito, joyas y hasta dos maletas de aluminio en las que guardaron lo sustraído. Zaryn Dentzel, el hombre que se enfrentó a Facebook y Twitter Su ilusión era transformar «radicalmente» el mundo de las telecomunicaciones, tal y como declaró en una entrevista en ABC en 2014. Y lo logró, aunque solo durante un tiempo. Incluso intentó disputarle a Mark Zuckerberg el monopolio de las redes sociales, luchando contra Facebook para captar la audiencia en español con Tuenti, la compañía que este estadounidense (California, 1983) fundó en 2006. Luego lo hizo con Twitter, antes de que Tuenti se convirtiese en cenizas. La de Dentzel es la historia del sueño americano, pero al revés. Nacido en Santa Bárbara, se enamoró de España tras un viaje de estudios en la década de los noventa y cambió California por la localidad extremeña de Cabeza del Buey. A principios del nuevo siglo fijó definitivamente su residencia en España, donde alumbró a Tuenti, la primera gran red social del país que permitía compartir fotos, chatear con los contactos y actualizar los estados. Un Instagram de casi otra época para el público adolescente. Cuatro años después, vendió el 90% de la compañía a Telefónica por 70 millones de euros, pero se mantuvo al frente de las decisiones. En 2013, la multinacional adquirió al completo la red social, que desapareció en 2016. Dentzel se trasladó entonces a otro mundo, el de las VTC con la empresa Auro, con una flota de 3.000 vehículos. Tras dar por finalizado el robo, limpiaron las huellas y rociaron con productos de limpieza a las dos víctimas. Luego, salieron por separado del edificio, para evitar que se les relacionase. Pero cometieron algunos fallos que llevaron a su identificación: la mujer aparece en las imágenes de un cajero automático sacando 2.000 euros de las cuentas de Dentzel. Eso sí, pusieron todo su empeño en evitar ser descubiertos. Se dividieron las tareas de vigilancia al empresario, del que conocían la gran parte de sus hábitos, y cada uno desarrolló una función: acceso al edificio, asalto, custodia de las víctimas, agresiones... Tampoco se llamaban por sus nombres. Es más, la Policía Nacional a cargo de la investigación sostiene que los cuatro atracadores no se conocían personalmente hasta horas del suceso. Estaban divididos por parejas: por un lado, dos hombres de nacionalidad marroquí y, por otro, un colombiano y la mujer de origen brasileño. Hasta el momento de los hechos, solo habían planificado el secuestro, pero nunca en persona. MÁS INFORMACIÓN Zaryn Dentzel: «La misión de Tuenti es transformar radicalmente las comunicaciones» Este extremo complicó todavía más la investigación. Tras meses de recopilación de datos y visionado de imágenes, los agentes llegaron hasta la identificación. La mujer se había trasladado a Reino Unido y se solicitó la colaboración a los servicios británicos que informaron de cuándo iba a regresar a España. Lo hizo esta semana. La madrugada del jueves, los investigadores prepararon un operativo para la detención de los cuatro componentes de la banda criminal, con registros en Getafe, Alcobendas y Leganés, donde hallaron algunas de las pertenencias de Dentzel, como las maletas. Pasaron a disposición judicial acusados de los delitos de secuestro, robo con violencia e intimidación, lesiones, coacciones, amenazas y estafa. Intentaron hacerse millonarios gracias al dinero virtual que querían conseguir, pero han terminado entre rejas.

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