El nuevo reglamento de festejos populares prohíbe el toro embolao pero se abre a hacer excepciones tras las quejas del sector

El borrador del nuevo reglamento de espectáculos taurinos populares, publicado el pasado 18 de octubre, recoge la prohibición de actividades como el toro embolao y otros que impliquen maltrato animal. La reacción de parte de la comunidad taurina en contra de esta normativa ha sido tal, que desde el Centro de Asuntos Taurinos se apresuraban ayer a aclarar que se trata solo de un borrador susceptible de cambios. Y añadían además que se está «barajando introducir una excepción a la prohibición» de estos espectáculos y otros como «atar a las reses con maromas, sogas o de cualquier otra manera», siempre de manera «excepcional» y tras el informe «preceptivo y vinculante» del Centro de Asuntos Taurinos, y para las «localidades que acreditaran la suficiente tradición». El borrador explicita el veto a «aquellos espectáculos taurinos que impliquen maltrato a las reses », y especialmente los «consistentes en embolar a las reses, prendiendo fuego al material», o los de «atar las reses con maromas o sogas». El comunicado del Centro de Asuntos Taurinos –que dirige Miguel Abellán– recoge el «desconcierto y malestar» generado por esta norma, reconoce que la frase relativa al maltrato animal procede del «reglamento anterior, de 1996» y lo tacha de «error de transcripción» , y anuncia para los próximos días un nuevo borrador que recoja «lo negociado» con el sector. El plazo de alegaciones, recuerdan, está abierto, y se tendrán en cuenta para el texto definitivo. «Reiteramos que estamos trabajando para intentar incluir todas las demandas formuladas por los aficionados al festejo popular», señala. MÁS INFORMACIÓN Plaza Uno seguirá gestionando Las Ventas un año más La dirección del Centro se dice sorprendida por «la reacción de algunas entidades con las que nos hemos reunido recientemente», como «la Federación Taurina de Madrid, así como diferentes asesores jurídicos de la Federación» -hace apenas un mes-, donde se explicó que «lo que se publicaría en un primer momento sería un borrador con el correspondiente plazo para alegaciones». Igual ocurrió, añaden, con los miembros de la Plataforma para la Defensa de la Tauromaquia, y por eso «nos extraña la alarma creada».

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