Ángeles Arboleda : «Desde que tengo uso de razón, o incluso antes, quería vivir en Madrid»

Ángeles Arboleda es de esos fenómenos musicales jóvenes que trascienden al tiempo porque tienen algo que contar. Véase Joan Manuel Serrat o Marisol , por referir lo que uno conoce. Más allá, la sabadellense, que dio que hablar hace nada con su tema 'Amnesia', tuvo lo que se dice una 'visión' en la pandemia. Desde muy joven ya sabía que debía estar en Madrid, que era capital de lo suyo. Quizá porque en Barcelona no siente esa solidaridad entre los artistas. Habla con pausa y una madurez que reafirma en lo dicho antes. No es flor de un día, sino, más bien, el tipo de música que llega, besa el Santo, y mantiene el tipo. Posa con un no sé qué flamenco, y es que ve a Madrid como una ciudad sureña que, vaya, que no es Glasgow. Después de la cuarentena supo que su existir pasa por Madrid, que todo su proyecto vital estaba aquí y por eso las calles de Malasaña, las sesiones de micrófono abierto y, en definitiva, el canalleo y la farándula, la convencieron de que en su caso, todo empieza en la capital. Dicen que es la sucesora de India Martínez , con quien ha compartido escenario. Y entre sus venas lleva cuarterones de sangre del sur: sangre murciana y granadina. Se siente madrileña a todas luces, y aunque extraña a su familia, el desarraigo, si lo hubiese, lo mitiga con su grupo de Madrid. Ahí aparece en su cumpleaños, en la casa de Abraham Mateos , otro 'colono' que es algo así como el Justin Bieber español. Ella, si compara Barcelona y Madrid, se queda por la tranquilidad paradójica de la segunda. A lo mejor es porque en Madrid aún quedan barrios que son pueblos, con todo lo moderno que se quiera decir de Malasaña. Luego está cierto anhelo de retiro que ubica al sur del sur, en Vejer o alrededores. Una casita al Levante y al Poniente en la costa de Cádiz. Y eso se ha criado en una pequeña masía en Sabadell. Noticia Relacionada estandar Si Leo Harlem: «En cuestión de humor, Madrid es un caladero de especies protegidas» Jesús Nieto Jurado Cuando el leonés 'criado' en los garitos de Valladolid piensa en nuestra ciudad, piensa en la ciudad de José Luis Garci — Y de repente, aparece usted en Madrid. Después de la cuarentena tan dura que tuvimos en toda España, decidí venirme porque durante la pandemia tuve mucho tiempo para pensar y en enero decido ya venir. Empiezo a estructurar y a reflexionar cómo quiero desarrollar un proyecto personal, y no sólo en la música. Sentía la necesidad de contar algo mío. Empecé a organizar una agenda con gente de Madrid. Vengo para dos semanas, y al mes me doy cuenta de que sigo aquí. Con apartamento y todo. Sí, antes venía a ver conciertos y me gustaba mucho. — Nace como producto de la mezcla de Cataluña. Aunque le pese a algunos. Tengo mezcla, sí. Por parte de madre, mis dos abuelos son de Murcia y de padre, mis abuelos eran de Granada y Murcia. — Según he leído tenía esa vocación vital de estar en la capital. Sí, antes venía a ver conciertos y me gustaba mucho. Yo le decía a mi madre que iba a venir a Madrid. Desde pequeña, con 16 años. Tenía muchísimas ganas. — O sea, que fue coser y cantar en Madrid. Me han pasado muchas cosas buenas. Me encanta estar aquí. — ¿La Barcelona de hoy llega a limitar al artista? Sí. Es mi ciudad y me encantaría estar ahí por mi familia, pero en mi trabajo está un poco parada. Se ha quedado un poco atrás en muchos aspectos. De hecho, por eso estamos hablando en Madrid y de Madrid. — ¿Qué se ha roto entre Madrid y Barcelona? No lo sé. Es verdad que hay mucha conexión en muchos sectores. Pero tampoco creo que se haya roto ninguna conexión. Son diferentes ciudades. Muy diferentes. — No es lo mismo Sabadell que las prisas de la Diagonal... Allí vivo en una casa de campo con mi familia. Arboleda, celebrando su cumpleaños en Madrid abc — Eso del agobio de la capital, ¿es verdad? No, no. En Madrid voy tranquila y a mi aire. En Barcelona siento mucho estrés en el centro. Me parece muy bonito el centro de Barcelona, pero me aporta más tranquilidad el centro de Madrid. — Es volver de Barcelona, ¿y? Me cuesta volver de Barcelona por mi familia, pero cuando me ubico necesito darme un paseo por Madrid, ver la Gran Vía, pasear por el Retiro o el Templo de Debod . Necesito darme un paseo para recordar lo que me gusta Madrid, porque me gusta mucho. — ¿Se siente madrileña? Sinceridad, 'si us plau'. Sí. No te voy a mentir, me siento muy de Madrid. Siento Madrid como mi casa. Soy una apasionada del sur de Andalucía y allí también me siento como en casa. Pero mi Madrid... — Véndale Madrid a un esquimal que toca la guitarra. Tiene algo que hace que quieras venir o quedarte a vivir. Les ha pasado a amigas mías que no se dedican a la música. Quien viene, siempre vuelve. Y eso si no se queda, claro. — Dice su amigo Abraham Mateos que Madrid es ya una suerte de Miami en lo latino, del flamenco al reguetón. Sí. Para mí Madrid ha sido como un amuleto. He encontrado una gran acogida. Quizá es por la gente que viene de fuera y tiene muchas ilusiones. Aquí se pueden alcanzar los sueños. Hay piña. Quizá en Barcelona también pero no he conseguido esa sensación ni sentirme tan a gusto. — No se asuste por la pregunta. ¿En Madrid hasta que 'estire la pata'? No, no. Haría todo lo posible para estar cerca de mi familia. Me haría una casa en algún pueblo de Cádiz, cerca del mar. — Le recomiendo Vejer... No es mala idea. Gracias.

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