sábado, 15 de octubre de 2022

Los campeones piden la baja por paternidad

Hasta hace unos años escribir sobre la paternidad de los grandes campeones era algo anecdótico, no les influía en la práctica de sus deportes. Algunas deportistas, gracias a las ayudas que iban recibiendo, sí hacían paréntesis en sus carreras para afrontar el nacimiento y crianza de sus retoños y luego volver a competir. «Yo me planteé ser madre con mucha antelación y elegí el momento de parar hasta hace unas semanas; no obstante, me organizo para entrenarme por la mañana, mientras mi marido se queda con él y así por la tarde estamos todos juntos», comenta la golfista Azahara Muñoz . Hasta hace poco, cuando el asunto se trasladaba a los hombres, casi nunca perdían horas de trabajo, al ser sus esposas las que se encargaban de atender las casas. «Las grandes heroínas de nuestras carreras son nuestras mujeres», comenta Gonzalo Fernández-Castaño , ganador de siete pruebas del Circuito Europeo de golf y padre de cuatro hijos , «pues se han echado las familias a sus espaldas y nos han permitido a nosotros seguir jugando sin apenas alterar nuestros calendarios. Los niños son una auténtica bendición, pero llevan muchísimo trabajo que a nosotros nos estimula, pero a ellas les agota». De ahí que para evitar ser una distracción en un momento en el que se necesita de una máxima concentración para rendir al máximo nivel, algunos decidieran esperar a terminar sus carreras para tener descendencia. «Yo lo tenía hablado con mi mujer y preferimos esperar a que dejase las pistas para tener hijos», recuerda Alex Crivillé , multicampeón de motociclismo . «Cuando te pones el casco tienes que estar concentrado al cien por ciento en lo que haces y es complicado hacerlo si llegas al circuito con otras cosas en la cabeza», añade. Los nuevos tiempos hacen que los hombres se vinculen más en las tareas domésticas y no quieran perderse el momento más importante de su vida en común: el nacimiento de los descendientes. «Si mi hijo nace mientras estoy jugando el Masters que nadie dude cuál será mi prioridad; haré las maletas e iré junto a mi mujer al hospital», avanzó Jon Rahm antes de que Kepa viniera al mundo. Y otro exnúmero uno mundial, Rafa Nadal , dejó de competir después del US Open para acompañar a Xisca en las semanas finales den su embarazo. Noticia Relacionada estandar No Las primeras palabras de Rafa Nadal tras convertirse en padre Rocío F. de Buján El tenista ha usado su perfil en redes sociales para agradecer a sus seguidores el cariño recibido tras el nacimiento de su primer hijo «Realmente no hay un momento ideal para ser padre en la carrera de un deportista de élite», apunta el psicólogo deportivo Óscar del Río , «pues hay quien decide serlo al principio para que le tranquilice y le haga madurar; otros en el medio y algunos al final, cuando ya lo tienen todo hecho». En el primer caso se encuentra el gimnasta Ray Zapata , que asegura que la llegada de su hija Olimpia le ayudó para lograr su medalla de plata en Tokio. «Tener una hija me estimulo bastante; venía en camino tuve que ponerme a trabajar con más fuerza para que no le faltase de nada. Además, quiero que en el futuro me vea como un gran referente y se sienta orgullosa del padre que tiene». Otro referente de los Juegos, pues cinco medallas atesoran su palmarés, es Saúl Craviotto . En su caso, ha ido creando su círculo a medida que iban a avanzando sus logros deportivos. «Me fueron cambiando las prioridades a medida que iba cumpliendo años. Se puede llevar una vida familiar normal con una buena coordinación con tu pareja; yo tengo dos niñas, hay una tercera en camino y eso a veces te hace dura la parte física de tu trabajo», explica el palista. «Cuando cada dos horas hay lloros por la noche y hay que levantarse para darle pecho o biberón se hace difícil el descanso y luego los entrenamientos se hacen complicados. Pero para mí ellas fueron un estímulo y una motivación que me daban más energía y me ayudaban a olvidarme de la presión del día a día. El balance siempre es positivo». Los equipos, otra historia Salvo ejemplos puntuales de nacimientos adelantados (como el de Jordi Cruyff , que llegó al mundo unos días antes de lo previsto porque el mítico Johan tenía que participar en el 0-5 del Bernabéu ), en los deportes de equipo no se suelen plantear las bajas por paternidad. Hasta el año pasado, cuando el portero De Gea decidió pedirla con la competición en marcha. Es más, dejó un partido a medias y luego se ausentó de los seis siguientes . Puede crear tendencia, aunque siempre es más fácil organizarse en las disciplinas individuales. «Yo consensué con mi mujer esperar a retirarme para ser padre. Mi mujer lo entendió y me fue muy bien -recuerda Crivillé -, pero ahora las prioridades son otras a las de cuando yo competía. Todo es muy personal y ahora ves a los pilotos viajar con su gente cada semana para no perder el día a día de sus casas». Ray Zapata lo tiene claro, pero en el otro sentido. «Para mí tener una vida familiar normal es el perfecto equilibrio para poder entrenar y competir . Y tener una hija ha hecho que me centre aún más en mis objetivos y ser aún más responsable», afirma. Y eso que el psicólogo no termina de decantarse por una situación u otra. «Es cierto que al principio de sus carreras la paternidad puede ayudar al deportista a centrarse y a ver la vida de una manera diferente que le ayudará a saber relativizar los días buenos y manos, a otros igual les supone más estrés no tener los cinco sentidos en su profesión y contar con una boca más en casa. El mejor momento lo debe sentir cada uno internamente».

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