120 años y medio, que es lo que tiene del vida el Real Madrid, dan para hacer un extenso listado de preguntas. Una de las favoritas entre sus rivales y enemigos es a qué juega el equipo blanco. Recurren a ella en tono peyorativo, con el objetivo de menospreciar su estilo, lo que muestra una cierta ignorancia acerca de la historia del club blanco. A qué juega el Madrid ya lo contestó Santiago Bernabéu hace unas cuantas décadas, y tras él leyendas del club como Mijatovic o Valdano, hasta llegar a Florentino: «El estilo del Madrid es ganar». El club blanco nunca se ha atado a ningún sistema ni filosofía de juego, como sí lo ha hecho su principal rival, el Barcelona, desde que Johan Cruyff pasara por su banquillo hace ya más de treinta años. Desde entonces, cada clásico, como el que se juega esta tarde en el Santiago Bernabéu (16.15 horas, DAZN) , reabre un debate que jamás encontrará consenso, ni en un lado ni en otro: «La historia del Barça habla claro, van con un estilo que le gusta al club y a la afición. Es una idea de fútbol que les ha dado éxito y que siguen teniendo. Lo que pienso yo es que tener un solo estilo no es lo más indicado, porque los jugadores cambian. Lo importante es tener un jugador cómodo con el estilo que juega», explica Ancelotti. Noticia Relacionada real madrid estandar Si Alfonso Pérez: «A veces, importa más la gestión de un vestuario que cómo colocas a los jugadores» Rubén Cañizares El canterano blanco, que tuvo un paso fugaz por el Barça, elogia el trabajo de Ancelotti, pide tiempo para Xavi y pronostica un clásico imprevisible Xavi también lo tiene muy claro. No piensa adaptarse a los nuevos tiempos. Insiste en apostar por ese ADN que desde hace unos cuantos años maniata al equipo, sobre todo en Europa, donde los ganadores de las últimas ediciones, con el Madrid como absoluto dominador, han sabido adaptar sus plantillas hacia el fútbol físico y técnico que predomina hoy: «Se necesita más músculo, pero del cerebro, para atacar mejor, estar concentrado, saber defender tomar decisiones, llegar al campo contrario y parar el juego y no jugártela...», ironiza el técnico azulgrana cuando le preguntan por el cambio de tendencia en el fútbol actual del que tanto recela. Los resultados de unos y otros ahí están. No parece casualidad que el Real Madrid haya ganado dos de las últimas tres ligas y cinco de las últimas nueve Champions. En cambio, el Barcelona solo ha conquistado una Copa del Rey en las últimas tres temporadas, sumando dos de ellas en blanco. El fútbol ha cambiado por completo. El juego de posición y de asociación que practica el Barça es un estilo 'demodé'. Ancelotti lo ejemplifica a la perfección con jugadores como Rodrygo o Valverde , claves en los éxitos recientes del Madrid: «Tienen justo lo que tiene que tener un futbolista moderno. Pueden jugar en distintas posiciones, son físicos y técnicos y tienen energía y calidad. Son futbolistas completos, que es lo que se necesita para ganar». Sin ánimo de cambio Arturo Vidal fue muy claro hace dos años y medio: «El Barcelona tiene que cambiar su forma de pensar, su ADN se está quedando atrás. Los otros equipos están mejorando en otros aspectos. El fútbol en estos momentos es más físico, de más fuerza y velocidad, y la técnica a veces pasa a un segundo plano. Cuando no avanzan, cuando piensas que con tu ADN puedes llegar a ganar siempre, estás muy equivocado», argumentó el chileno, azulgrana entre 2018 y 2020. De nada ha servido. Mayoritariamente, el barcelonismo apuesta por seguir a pies juntillas la escuela holandesa impuesta por Johan Cruyff , que revirtió la sinergia del club catalán en los años noventa revolucionando los conceptos tácticos del momento y conquistando la Copa de Europa con un equipo que recibió el apelativo de 'Dream Team'. Un estilo perfeccionado por Pep Guardiola hace ya algo más de una década y avalado por la consecución de un sextete y dos Champions League, pero que esclaviza a todos los entrenadores que ha tenido el Barcelona desde entonces hasta el punto de no valorar ciertos títulos de Luis Enrique o Valverde, entrenadores que en ciertos momentos se alejaron de la esencia. Xavi jamás lo hará: «La gente es muy resultadista, pero el objetivo es ganar jugando bien y eso significa tener la pelota, ser protagonistas, agresivos en la presión y atacar muchas veces. A partir de aquí, la consecuencia es el resultado».
De Deportes https://www.abc.es/deportes/futbol/equipo-moderno-nostalgico-20221016201933-nt.html
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