La oficialidad de las selecciones vascas no tiene recorrido real: «Solo es humo»

Fue la contundencia y la euforia de los dirigentes del Partido Nacionalista Vasco lo que hizo saltar las alarmas. Eso, y el secretismo con el que se llevó su negociación con el PSOE. Andaba el personal pendiente de otras aristas de la Ley del Deporte cuando se anunció, a bombo y platillo, la oficialidad de las selecciones vascas de surf y pelota y su participación en competiciones internacionales. La sorpresa fue mayúscula incluso para muchos de los diputados socialistas de la Comisión de Cultura y Deporte del Congreso, que no tuvieron noticia hasta última hora de que debían votar a favor de la enmienda. Hablaba el PNV de «día histórico» y «paso de gigante», a la vez que advertía de sus intenciones: «Nuestras aspiraciones no están plenamente satisfechas y seguiremos trabajando para que este reconocimiento sea pleno y alcance a todas las modalidades deportivas». Noticia Relacionada La nueva Ley del Deporte estandar Si Alertan del «efecto llamada» de las selecciones vascas de surf y pelota: «Es un despropósito» Rubén Cañizares El CSD reconoce que abre una puerta, pero relativiza la cesión; las federaciones nacionales, indignadas Mientras, desde el Consejo Superior de Deportes (CSD) intentaban aguantar el chaparrón minimizando el impacto del acuerdo. Pasadas las horas, crecían las dudas sobre los escenarios del futuro más próximo. Y hay consenso en rebajar el suflé. «Más allá del ruido político, esa oficialidad no significa nada», explicaban a ABC fuentes consultadas en distintas federaciones nacionales, donde no se oculta el enfado por el enjuague entre el PNV y el PSOE. También a ellos les pilló por sorpresa el cambio del artículo. Muchos de sus presidentes habían estado reunidos esa misma mañana con Albert Soler, director general de deportes del CSD. Se habló de la Ley del Deporte, pero en ningún momento se hizo referencia a esa enmienda en particular. «Todo lo que se aprobó para oficializar las selecciones vascas de pelota y surf es humo», aseguran ahora. «A nivel práctico es imposible. El Gobierno puede llegar al pacto que le dé la gana, pero se inmiscuye en el derecho privado internacional». Ahí está la clave, porque la enmienda introducida en el texto de la futura Ley del Deporte choca frontalmente contra los estatutos y los reglamentos de las distintas federaciones internacionales. En el Gobierno eran plenamente conscientes, por eso en la redacción del artículo ya advierten de que «las federaciones deportivas autonómicas podrán participar directamente en el ámbito internacional si la Federación internacional correspondiente contempla su participación». No parece que vaya a ser el caso, al menos en los próximos años. «Las federaciones internacionales no contemplan en sus estatutos esa posibilidad», cuenta un experto en derecho deportivo a este periódico. «Desde hace décadas, todos los deportes se están adaptando a lo que dice la carta olímpica y eso implica dos cosas muy claras. La primera es que cualquier federación solo va a admitir a países soberanos reconocidos por las Naciones Unidas. Y, en segundo lugar, ninguna de ellas va a aceptar que pueda haber dos federaciones representando a un mismo territorio». La Federación Internacional de Pelota , de hecho, es clarísima en estos puntos: «Serán miembros de pleno derecho de la FIPV las federaciones nacionales de los países reconocidos como Estados soberanos/independientes por la Comunidad Internacional, que tengan el reconocimiento oficial de su Gobierno y complementariamente el del Comité Olímpico respectivo». Y más allá: «En el seno de la FIPV sólo podrá existir una asociación/federación por país reconocido como Estado independiente por la Comunidad Internacional». La alegría de muchos de los pelotaris que estos días participan en el Mundial de la especialidad en Biarritz se ha ido convirtiendo en desconcierto. De nuevo vuelven a ver frenadas sus aspiraciones en un deporte en el que el 'arraigo' al que hace referencia la Ley parece más claro que en ningún otro deporte. El caso británico La Federación Internacional de Surf, por su parte, admite dos tipos de miembros: los de pleno derecho y los asociados. Esta última categoría admite, aunque sin derecho a voto, a federaciones de territorios sin representación de un Comité Olímpico Nacional, aunque para ello ese territorio debe tener equipos nacionales en otros deportes reconocidos por el COI. Esa categoría se creó, básicamente, para incluir a Escocia, Gales e Inglaterra, lo que vendría a desmontar otro de los argumentos recurrentes del nacionalismo vasco. Y es que desde el País Vasco se recuerda con frecuencia el caso del Reino Unido, donde en muchas modalidades quienes compiten por separado son sus distintas naciones constitutivas (Escocia, Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte). Sin embargo, hay pocas similitudes. «Ellas cuentan con el respaldo de la Asociación Olímpica Británica, pero a los Juegos todos sus deportistas van en representación de Gran Bretaña. Nunca compiten las partes contra el todo. No se verá, por ejemplo, un partido oficial entre Escocia contra el resto de Gran Bretaña, que es lo que se pretende hacer por parte del País Vasco». La región española tampoco cuenta con equipos nacionales en ningún otro deporte reconocido por el COI, por lo que el surf, que además es deporte olímpico y quiere seguir siéndolo, también cerrará la puerta a los deseos vascos. MÁS INFORMACIÓN noticia No Tebas: «Estoy convencido que PSOE y PP no apoyan la Superliga, pero hay que demostrarlo con hechos» noticia Si Los deportistas, ante la tesitura de elegir noticia Si Ley del Deporte: 47 y 89, la intrahistoria de los dos artículos que pusieron el fútbol al borde del abismo noticia No La fulminación del TAD, la sorpresa desconocida de la Ley del Deporte De momento impera el silencio institucional en las Federaciones, más allá de algunas voces que, en público y en privado, critican una enmienda que a estas alturas ya nadie niega que va ligada al acuerdo presupuestario entre el Gobierno y sus socios. Ahora se quiere esperar a que el texto sea definitivo y reciba luz verde en el Congreso, algo que se producirá la próxima semana. Será entonces cuando las distintas federaciones lo envíen a sus departamentos jurídicos y estudien la respuesta conjunta a lo que consideran «un despropósito».

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