Alerta en las Chorreras del Cabriel: demasiado cafre anda suelto

La alerta se ha encendido en las Chorreras del Cabriel. El bello paraje natural, con cascadas y agua cristalina, ideal para hacerse fotos sonriendo y subirlas corriendo a Instagram, amenaza con morir de éxito. Sólo en las últimas tres semanas, once bañistas han acabado en el hospital por hacer el cafre. Y son cifras oficiales, que seguramente habrá alguno más. Ninguno de los accidentes ha sido de extrema gravedad, por suerte, pero a nadie le gusta torcerse un tobillo, romperse una pierna o golpearse la cabeza contra las rocas. « La gente se piensa que esto es un parque acuático y no entiende que hay un riesgo y que solamente se puede bañar en tres pozas», afirma a ABC Sergio de Fez, alcalde de Enguídanos, en cuyo término municipal y en el de Villora, ambos en la provincia de Cuenca, se ubican las Chorreras. El regidor asegura que este verano está habiendo muchos más accidentes que otros años, que achaca sin dudarlo «a la imprudencia y a no cumplir las normas». Los dos ayuntamientos y la Junta de Castilla-La Mancha están al tanto de la situación y tienen presente que cualquier día puede ocurrir una tragedia. De ahí que se hayan puesto manos a la obra para ver qué se puede hacer. De momento, hay algo claro: la masificación de la zona, sobre todo los fines de semana de julio y agosto, es un problema. El alcalde calcula que puede haber hasta 800 bañistas por día. En un 80 por ciento proceden de la Comunidad de Madrid , mientras que el resto viene desde Valencia y otros puntos de Castilla-La Mancha. La primera medida ha sido aumentar la vigilancia, tanto de personal de la Junta, como de la Guardia Civil y los agentes medioambientales. Aparte, Enguídanos tiene empleadas a diez personas, que se encargan de la limpieza, del aparcamiento, de prevenir incendios y, en fin, de informar a los visitantes cuáles son las normas básicas y dónde está autorizado el baño. Lo siguiente, porque así ya se ha anunciado públicamente, será reducir el aforo en las Chorreras. Ahora se está debatiendo con los técnicos la afluencia ideal, aunque lo mejor sería concienciarse de que, para pasárselo bien, no hace falta salir en las noticias.

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