domingo, 28 de agosto de 2022

Ayuso se lanza a por la reválida con un ojo en el cinturón rojo y otro en la política nacional

Apenas se ha sabido de Isabel Díaz Ayuso durante el mes de agosto, salvo una aparición ya tradicional en las fiestas de La Paloma. Hasta ahora: la 'rentré' que prepara su equipo es potente, e incluye guiños al electorado del llamado 'cinturón rojo' y un coqueteo continuo con la política nacional. Hoy visita Ceuta; mañana se reúne con los portavoces de los cuatro grupos en la Asamblea, y el viernes inicia el curso político con un acto junto a Alberto Núñez Feijóo en Alcalá de Henares, una de las joyas de la corona metropolitana que pretende arrebatarle al PSOE en las elecciones de 2023. Detrás de cada punto de la agenda de la presidenta madrileña hay una cuidada estrategia que mide cada una de sus apariciones. Hoy, en Ceuta, asiste a un acto que tiene un origen regional pero trasciende, de forma evidente, lo autonómico: entregar la Gran Cruz de Madrid a los efectivos de la Guardia Civil y la Policía Nacional de ese lugar. El galardón se les concedió en la fiesta regional del Dos de Mayo, como reconocimiento a su trabajo en las dos ciudades autónomas españolas en el norte de África. En el acto oficial, el premio se entregó a los responsables de ambos cuerpos en Madrid; no fue posible, al parecer, que acudieran los ceutíes. Así que Ayuso, fiel a su estilo, decide aplicar la vieja máxima: «Si Mahoma no va a la montaña...». Siempre con un ojo puesto en la Comunidad de Madrid y otro en la política nacional, su agenda de las próximas semanas tiene muchas lecturas. La última semana de agosto empieza para la lideresa madrileña a toda máquina: el martes se reunirá en Sol con los cuatro portavoces de los grupos políticos en la Asamblea: Rocío Monasterio (Vox), Mónica García (MM), Juan Lobato (PSOE) y Alejandra Jacinto (Unidas Podemos). Con Feijóo Y el jueves reúne a su grupo parlamentario en Valdilecha (3.079 habitantes) para preparar el inicio del curso político. Que presentará a lo grande 24 horas después, en un acto en el que estará arropada por Núñez Feijóo y para el que ha elegido un municipio muy especial: Alcalá de Henares, gobernado ahora por el PSOE pero que fue antes popular durante 12 años. Es una de las grandes ciudades que rodean la capital y que Díaz Ayuso, en el traje de presidenta del PP madrileño, quiere recuperar para su formación en las próximas municipales. Muchos fueron gobernados por el PP hasta 2015, y otros, como Fuenlabrada o Rivas, han sido siempre territorio inexpugnable para los populares. Noticia Relacionada estandar Si Isabel Díaz Ayuso: «No he inventado nada. He dejado a Madrid ser lo que es» Salvador Sostres Es la política más determinante, potente y arrolladora que tiene hoy España. Su personalidad y su obra son la respuesta más nítida y efectiva al populismo izquierdista, nacionalista, ecologista y antiespañol. Su Madrid es un ensayo general de España. El lunes 5, ha citado a su equipo a una reunión informal –probablemente en La Casita de Manzanares el Real, el chalet serrano del Canal de Isabel II a la orilla del embalse de Santillana– para preparar un otoño que se prevé caliente: al borde de unos comicios municipales y autonómicos y quién sabe si también generales. El martes presidirá el Comité Ejecutivo de su partido en Madrid, para dar el impulso que ponga en marcha la máquina electoral del PP. Ese mismo día será nombrada presidenta de Tabarnia en Madrid, una responsabilidad cargada de simbolismo que Ayuso acepta para sumar fuerzas a la revuelta antiseparatista que defiende, desde la caricatura, esta asociación. Anuncios en el debate El miércoles abrirá el curso escolar, y para ello ha elegido un colegio del corredor del Henares: en Torrejón de Ardoz, reducto popular desde hace 15 años. El jueves acudirá a un foro económico con empresarios italianos. Los tres días sucesivos los dedicará a preparar el debate sobre el estado de la región, una cita política que se celebrará los días 12 y 13 de septiembre, y en la que echará el resto, con anuncios de calado y un apunte de lo que serán sus líneas generales en lo que queda de mandato: afrontar el reto de mejorar la Sanidad y tomar medidas que palien las dificultades económicas que pueden atravesar los madrileños en un invierno que se barrunta duro. Aún le queda margen para introducir alguna novedad en relación con los impuestos. Tras el debate, el consejo de Gobierno del 14 de septiembre, que se celebrará fuera de la Real Casa de Correos, en un municipio aún por determinar. Y el lunes 19, la apertura del curso universitario, para la que ha elegido un centro también en la corona metropolitana: la Universidad Rey Juan Carlos, con campus en Alcorcón, Aranjuez, Móstoles y Fuenlabrada. Remata el mes con una Conferencia Política en Palma de Mallorca. Pero no será el final, sino el inicio: Ayuso tiene pendiente celebrar una convención de los populares de Madrid en la que prometió –durante el congreso que la eligió– abordar debates ideológicos de fondo: actualizar el partido y dar «la batalla cultural» , según sus propias palabras. Mayo de 2023 es la reválida para Díaz Ayuso: serán sus terceras elecciones en cuatro años, y de su resultado dependerá no sólo su futuro en Madrid sino, en buena medida, lo que ocurra en su partido. Confrontar directamente con Pedro Sánchez , y sobre todo, que él y sus ministros entraran de lleno en esa melé, ha resultado para la madrileña una estrategia de éxito.

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