Admitía Pablo Carreño que este estaba siendo su peor año. La final del Conde de Godó, unas semifinales en Bastad, unos cuartos en Halle y muchas derrotas en primera o segunda ronda. Y, de pronto, la luz se enciende para él en Canadá, campeón del Masters 1.000 de Montreal, la guinda a una semana fantástica. «Si estoy soñando, no me despertéis, por favor, que lo estoy disfrutando mucho», hablaba con el trofeo en las manos. PESTAÑA carreno-hurkacz-final-canada-2022 Crónica 3 Masters 1.000 Canadá Final Pablo Carreño 3 6 Hubert Hurkacz 6 3 Venció en la final de Hubert Hurkacz , que ya había lidiado con el vértigo de la primera final de un torneo 1.000 en Miami, el año pasado, que conquistó ante Jannik Sinner. Por 3-6, 6-3 y 6-3 y en 1 hora y 44 minutos. Pero para llegar hasta aquí, un hueso duro el polaco, 10 del mundo, había despachado previamente a otros grandes favoritos como Matteo Berrettini en primera ronda, a Holger Rune en segunda, al propio Sinner en octavos, a Draper en cuartos y a Daniel Evans , en un partido que se alargó hasta las dos horas y 50 minutos, en las semifinales. Una semana para confirmar que a Carreño le ha sentado bien entrar en la treintena. En 2020, como en 2017, alcanzó las semifinales del US Open, ganó en bronce olímpico en Tokio 2020 y con 31 años levanta su primer grandísimo trofeo. Tenía ya seis, Winston-Salem y Moscú de 2016, Estoril de 2017, Chengdou de 2019, Marbella y Hamburgo, el único de categoría 500, el año pasado. Así que este de Montreal es el título de su vida, por el momento. Noticias Relacionadas estandar Si El tenis femenino se queda sin cara Laura Marta estandar No Djokovic, sin Cincinnati, pero con un pequeño resquicio para el US Open S. D. En la final, de estreno bajo el sol canadiense, buscó la estrategia contraria a todo lo que había demostrado en encuentros previos: más calma, más direcciones y menos juego directo. Porque sabía que Hurkacz responde multiplicando la velocidad y con la variación podía engatusarlo. Sin embargo, entró más cómodo el polaco , firme como siempre con su servicio, y algo más de experiencia en los momentos claves. No había perdido ninguna final disputada (5: Winston-Salem 2019, Delray Beach, Miami y Metz 2021 y Halle 2022). En el sexto juego el que se enredó fue Carreño, atorada la mano con su servicio, cedido en blanco y con grito de rabia porque hasta ese momento, el tenis y el plan eran los adecuados. Apenas seis errores no forzados y ese solitario break, pero al polaco es difícil cortarle la racha de aces (6 en la primera manga) y atrapó el primer set en 31 minutos de juego. Código Desktop "Tres magnifique in Montreal" 👌📢 Just listen to the crowd roar after this ridiculous @pablocarreno91 point @OBNmontreal | #OBN22 pic.twitter.com/9j37kQyIHv— ATP Tour (@atptour) August 14, 2022 Imagen para móvil, amp y app Código móvil "Tres magnifique in Montreal" 👌📢 Just listen to the crowd roar after this ridiculous @pablocarreno91 point @OBNmontreal | #OBN22 pic.twitter.com/9j37kQyIHv— ATP Tour (@atptour) August 14, 2022 Código AMP "Tres magnifique in Montreal" 👌📢 Just listen to the crowd roar after this ridiculous @pablocarreno91 point @OBNmontreal | #OBN22 pic.twitter.com/9j37kQyIHv— ATP Tour (@atptour) August 14, 2022 Código APP "Tres magnifique in Montreal" 👌📢 Just listen to the crowd roar after this ridiculous @pablocarreno91 point @OBNmontreal | #OBN22 pic.twitter.com/9j37kQyIHv— ATP Tour (@atptour) August 14, 2022 No sería Carreño si no se viera en la pista valentía, constancia y aguante. Y trabajarse otra oportunidad. No sería este Carreño de la semana en Montreal si no hubiera ese tenis ágil, directo, agresivo , contundente, convencido. El que recuperó a la vuelta del descanso. Necesitaba el español sacudirse de la tensión del estreno, soltar la mano, disfrutar, y convirtió la primera oportunidad de break en alivio y alas. Enseguida un 3-0 con otro grito, esta vez de ánimo. No había llegado a este momento para ser un mero espectador. «Hazte notar, Pablo, que se te escuche cuando ganamos», le comentaron desde su palco. Hacerse grande ante el gigante Hurkacz (1,96). Carreño comenzó a hacerse enorme con juego, con mano, dejadas para romper ritmos, ideas nuevas y decidido hacia delante, con subidas a la red , para apaciguar cualquier intento de reacción del polaco. Esa decisión se notó en el número de ganadores, seis en el primero y doble en el segundo, y en los errores, limitados a 3. «Decisión valiente» , le aconsejaban desde el palco. Cumplió con un enorme ejercicio de determinación, el estilo con el que ha maravillado en este torneo; segundo set al zurrón por 6-3, ningún rastro de nervios ya en su mano. Solo reveses profundos, subidas a la red y ganas, muchas ganas de celebrar a lo grande este día. Todas las dudas cayeron del lado contrario, atorado el polaco, que veía desaparecer su efectividad en finales. A Carreño se le volvieron alas los pies y su revés escocía. Hurkacz ni siquiera encontró consuelo en su servicio, ahí estaba el español para convertir sus segundos servicios en pesadilla. Otra rotura, otro ejercicio de fe y Carreño levanta los brazos. Campeón del Masters 1.000 de Canadá, el primer título de esta categoría en su historia. Al tenista constante, al tenista trabajador, al tenista que siempre está ahí, peleando trabajando. A Carreño, éxitos en la madurez, fruto de su constancia. El mejor día de su vida en el que estaba siendo el peor curso de su carrera. Estaba todo bien, solo faltaba alinearlo.
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