miércoles, 24 de agosto de 2022

El negocio perfecto de los hermanos Silna

El deporte como negocio es un fenómeno relativamente reciente. En España , y con el mundo del fútbol como ejemplo, no fue hasta mediados de los años 90 cuando los clubes empezaron a verse como inversiones. La razón que fundamentó este cambio de paradigma fue la entrada de las televisiones privadas en la retransmisión de encuentros y competiciones, que conllevó una inyección de dinero inédito hasta la fecha. En Estados Unidos el fenómeno llegó antes. Y quienes mejor supieron verlo fueron los hermanos Silna , Ozzie (fallecido en 2016) y Daniel . Su caso es un ejemplo de visión de futuro, anticipación en el negocio y pasión, solo hasta cierto punto, por el baloncesto. Porque la fortuna de los hermanos Silna creció en base a los Spirits de Saint Louis, un equipo de baloncesto que les hizo millonarios a condición de que dejara de existir. El negocio perfecto existe, y es un equipo de baloncesto que no existe . En 1967, varios empresarios estadounidenses constituyeron la ABA : Asociación Americana de Baloncesto. La idea de la nueva liga, de carácter privado, era competir con la NBA , la Asociación Nacional de Baloncesto fundada en 1947, y constituirse, con el tiempo, en una liga mayor. O al menos en un socio aventajado de la NBA. No ocurrió así. En primer lugar, el baloncesto a finales de los 60 y en la década de los 70 era una competición de interés menor para el aficionado estadounidense. El béisbol y el fútbol americano eran los deportes mayores en EE.UU., y en el caso del baloncesto, la competición universitaria ( NCAA ) era la más seguida por los espectadores estadounidenses. Una Liga sin televisión Entre las muchas razones para que esto fuera así está la televisión: ni la NBA ni la ABA tenían firmado un contrato de distribución regular de sus partidos. En muchas zonas del país no era posible ver encuentros de competición profesional. Y cuando se retrasmitían, aunque fueran las finales, se distribuían en diferido. Hacia 1974 era evidente que la ABA fracasaría. No era viable económicamente. Solo la salvaría una fusión con la NBA, y a la NBA también le convenía: con la suma de fuerzas y la ampliación de la competición hasta 22 equipos, esta ganaría fuerza como para negociar un buen acuerdo televisivo . Ese acuerdo, por un lado, daría a conocer su deporte y, por otro, generaría unos ingresos que los equipos necesitaban para subsistir. Tras un intento frustrado de comprar los Detroit Pistons de la NBA, los hermanos Silna pudieron hacerse, por el razonable precio de un millón de dólares, con una franquicia menor de la necesitada ABA: los Cougars de Cincinnati. La primera decisión que tomaron fue trasladar el equipo a San Luis, y cambiarle el nombre por Spirits, en alusión al Spirit of Saint Louis, el primer avión que voló sin escalas desde Nueva York a París. La razón del cambio fue financiera, pero también deportiva. San Luis había tenido un equipo notable en la NBA que en 1968 se había mudado a Atlanta. Todavía quedaba en la ciudad una base de aficionados y una nostalgia de su franquicia de baloncesto profesional. Además, San Luis era de las pocas grandes ciudades de EE.UU. que no contaba con equipo de baloncesto profesional, algo que los Silna consideraban una ventaja en una futura negociación. Ganar en gradas vacías Lo siguiente que hicieron fue esperar. La ABA continuaba en crisis y los rumores de fusión con la NBA anunciaban la unión como algo inminente. Los Spirits, mientras tanto, ganaban partidos, pero lo hacían frente a gradas vacías. En su última temporada la media de espectadores fue de 3.800 en un estadio con capacidad para más de 15.000 personas. Finalmente, la fusión entre NBA y ABA se llevó a cabo en 1976 . No fue una suma en igualdad de condiciones. La ABA había llegado a un punto de ruptura en el cual algunos equipos desaparecieron durante la temporada, que tuvo que ser recortada. Los hermanos Silna, no obstante, se llevaron un revés inesperado: la NBA estaba a favor de la fusión de ligas, pero no todos los equipos supervivientes de la ABA iban a estar en la NBA. La competición, que desde el 1 de julio de 1975 dirigía Larry O'Brien , solo aceptó a cuatro equipos: San Antonio Spurs , Indiana Pacers , Denver Nuggets y New York Nets . Los Kentucky Colonels y los Spirits de los hermanos Silna se quedarían fuera, aunque recibirían una compensación económica por disolverse. El caso de los Colonels se resolvió de forma sencilla. Su propietario, John Y. Brown -propietario también de Kentucky Fried Chicken- aceptó 3,3 millones de dólares que debían pagar los equipos de la ABA que sí fueron aceptados en la NBA, para cerrar la etapa del baloncesto profesional en el estado. Ese dinero le permitió, además, hacer carrera política, y en 1979 fue elegido gobernador de Kentucky por el Partido Demócrata. El pacto con los Silna fue un poco más elaborado. Roy Boe, propietario de los Nets que formaron parte de la negociación, lo definió como « uno de los acuerdos más increíbles del mundo de los negocios , tal vez de los 10 mejores. Todo lo que tenían que hacer era sentarse y esperar». La motivación de los hermanos Silna para entrar en el baloncesto fue la perspectiva de negocio, y en concreto del negocio de la televisión. Por eso pidieron modificar el trato ofrecido a los Colonels de Brown. Aceptaron 2,2 millones de dólares como compensación inmediata, lo que suponía un beneficio a corto plazo: dos años antes habían pagado un millón de dólares por hacerse con los Spirits. Pero no querían renunciar a los beneficios de la televisión, y lograron que los equipos supervivientes de la ABA (Spurs, Pacers, Nuggets y Nets) se comprometieran a pagarles una séptima parte de sus ingresos televisivos a perpetuidad . El negocio, a corto plazo, parecía ventajoso para los equipos supervivientes. La séptima parte de poco, que es a lo que ascendían los ingresos televisivos de la NBA a mediados de los setenta, sigue siendo poco. Formación de los spirits de Saint Louis a mediados de los años 70 ABC EL VALOR ACTUAL DE UNA FRANQUICIA 2.200 millones de dólares, el valor medio actual de una franquicia de la NBA A pesar de la enorme dimensión del negocio de los hermanos Silna -800 millones de dólares como retorno de una inversión inicial de un millón-, todo lo cobrado en casi cuatro décadas no les permitiría adquirir actualmente la totalidad de ninguna franquicia de la NBA. Según el ránking anual de Forbes correspondiente a 2021 -último disponible-, el valor medio de una franquicia de la NBA está en 2.200 millones de dólares (otros tantos millones de euros al cambio actual). Las más asequibles son Minnesota Timberwolves (cuyo valor en el mercado es de 1.400 millones de dólares), New Orleans Pelicans (1.350 millones) y Memphis Grizzlies (1.300 millones). El podio lo ocupan los New York Knicks (5.000 millones de dólares), Golden State Warriors (4.700 millones) y Los Angeles Lakers (4.600 millones). Pero en los años 80, la NBA comenzó a emerger económicamente gracias a la televisión y a estrellas globales como Larry Bird , Magic Johnson y Michael Jordan . El acuerdo de los Silna les reportó, en cálculos de ESPN, 8 millones de dólares a lo largo de la década. El primer lustro de los 90 trajo un nuevo contrato televisivo, y el cheque llegó a 18 millones de dólares hasta 1994, y subió a 22 en la suma del periodo 1994-1998. El siguiente periodo de cuatro años (1998-2002) les reportó 50 millones de dólares. En 2014, los derechos de televisión a perpetuidad que Ozzie y Daniel les habían hecho ganar 300 millones de dólares en 38 años. Y todo por ser los propietarios legítimos de un equipo de baloncesto que ya no existía. Aunque los hermanos Silna podrían darse por satisfechos con la rentabilidad, al inicio de la década de 2010 plantearon otro litigio a la NBA. La liga, muy distinta a la que negoció con ellos en 1976, se financiaba ahora también a través del elementos audiovisuales como el League Pass (una suscripción, similar a Netflix , que permite ver todos los encuentros en 'streaming'), su propia cadena de televisión que retransmite online (NBA TV) o derechos de retransmisión en el extranjero. Según los Silna, se trataba de formatos derivados de los derechos televisivos recogidos en su contrato, y por lo tanto debían cobrar por ello. La NBA no quiso litigar. Según recogió 'The New York Times', en diciembre de 2014 todas las partes llegaron a un acuerdo para abonar a los Silna una compensación de 500 millones de dólares que pone punto y aparte al legendario contrato de extinción de los Spirits. Punto y aparte, pero no punto y final. Los Silna -Daniel y los herederos de Ozzie- siguen aferrándose a la condición a perpetuidad del contrato. A pesar de los 500 millones de dólares pactados en 2014 , que se suman a los 300 recibidos anteriormente, el acuerdo de hace ocho años contempla pagos, aunque en cantidades menores, de los equipos supervivientes de la ABA. Spurs, Pacers, Nuggets y Nets deberán de seguir pagando a los Silna y sus herederos. Por el mero hecho de serlo, mientras la NBA exista y a cambio de nada. Porque esas son las condiciones del negocio perfecto.

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