miércoles, 27 de julio de 2022

Daniel Pulvett, gran maestro con un 90% de ceguera: «La enfermedad me benefició en el ajedrez»

Daniel Pulvett asegura con humildad que tuvo «algo de suerte» en Valencia , donde hace unos días logró la tercera norma de gran maestro. Para conseguir el título más elevado en ajedrez hay que registrar tres resultados extraordinarios en torneos internacionales, pero no basta con ganar muchas partidas; puede ocurrir que los rivales no cumplan los requisitos, explica. Pulvett padece una enfermedad degenerativa que le ha hecho perder visión, de la que conserva el 10%. «Voy perdiendo poquito a poco. Puede ocurrir que pare o que avance más». En todo el mundo solo existe otro gran maestro con discapacidad visual, el polaco Marcin Tazbir , ahora por detrás de él en la clasificación internacional. Nacido en Venezuela hace 30 años , Pulvett vive en Madrid y representa a nuestro país desde 2018. Hace unas semanas volvió a formar parte de la selección en el Mundial IBCA de Macedonia, donde España terminó cuarta . «Sería un sueño entrar en la selección absoluta. Es extremadamente difícil, porque es una de las más fuertes del mundo». Él comenzó relativamente tarde a jugar, entre los 11 y los 12 años. «Si empiezas con 6 o 7, las posibilidades de lograr la maestría son más altas, pero cada niño es distinto. Conocí al dominicano Ramón Mateo , que se sacó el título de GM a los 50 años». El tablero ya ha sido su tabla de salvación en dos ocasiones: «Yo juego precisamente porque tengo problemas». El ajedrez es un deporte en el que las personas con visión limitada o incluso nula pueden competir contra cualquiera. También porque en su familia había cierta tradición: «Mi tío, hermano de mi padre, fue campeón nacional de partidas rápidas en Venezuela». Con 16 años, Pulvett ya era maestro internacional. «Fui avanzando rápido, aunque en otras épocas me quedé estancado. Mi mayor progreso se ha producido en los últimos 3 o 4 años, en España». No se vino de Venezuela por problemas económicos, aunque la situación también influyó. «Mi familia materna no es rica, pero tiene una buena situación. Son comerciantes de toda la vida. Pero había pocos torneos de ajedrez y era difícil avanzar». A eso se sumó un drama personal: «Tenía una novia con problemas de salud. Se le infectó un catéter y tardamos 8 días en conseguir otro. Murió y eso hizo que no quisiera volver a Venezuela». El ajedrez lo volvió a rescatar. Visión espacial Daniel apenas mira las piezas, no solo ahora, que ve peor. «Juego toda la partida con el tablero en la cabeza . Lo miro solo para mover. Me acostumbré a ese hábito desde el principio y viene bien incluso para los que ven. Ayuda a calcular mejor, a visualizar las piezas. Lo veo todo más claro. El problema de la vista me benefició en el ajedrez». Por lo demás, lleva una vida casi normal. «Un 10% de visión parece poco, pero alcanza mucho. Yo salgo a la calle solo, troto, cruzo los semáforos y voy sin bastón. Muchas personas ni siquiera saben que tengo problemas. En las partidas, apunto mi planilla y no uso tablero auxiliar (uno especial con las piezas 'clavadas' gracias a un pequeño agujero en cada casilla). Lo único es que tengo un reloj adaptado , que me dice el tiempo por un auricular».   Pulvett, con el trofeo como segundo clasificado en Valencia, donde terminó por delante de varios grandes maestros David LLada Donde sí ha tenido una desventaja clara es a la hora de estudiar. «No leo libros de ajedrez, aunque tengo muchos, pero en formato pgn». Un amigo de la ONCE le instaló en el móvil y en el ordenador un lector especial para reproducir las jugadas , pero se pierde los textos. «Trato de entender las jugadas por mí mismo. Lo dificulta, pero no quiere decir que no se pueda». El título de gran maestro abre muchas puertas y permite conseguir más invitaciones a torneos, con los gastos pagados. «Mi meta ahora es tratar de mejorar y jugar lo mejor posible. Si gano, bien y si no, no pasa nada. Pero sí me gustaría subir el Elo». Noticia Relacionada Ajedrez estandar No Magnus Carlsen renuncia a defender su título: «No estoy motivado para jugar otro Mundial» Federico Marín Bellón El gran maestro noruego, que seguirá en activo con idea de «ser el mejor», asesta un golpe a la FIDE Por lo demás, vivir del ajedrez no es fácil, «a menos que estés en la élite y ganes torneos». «El ajedrez no paga bien, pero empecé a dar clases y cada vez tenía más alumnos, casi diez horas al día. Hice un plan de ahorro de año y medio para costearme los mejores entrenadores que pudiera. Trabajé con Alexander Delchev y con Ivan Cheparinov , actual entrenador de Alireza Firouzja . Con el primero trabajé en la estructura de peones y con el segundo en las aperturas. Me fue bastante bien. Impartir clases también ayuda, porque hay cosas que ni recuerdas y para explicarlas debes refrescarlas antes». Nueve años de espera Tanta dedicación tuvo sus frutos. Daniel consiguió la primera norma de gran maestro en julio de 2013. Pasaron 9 años hasta que logró la siguiente, en abril 2022, y la tercera llegó en el siguiente torneo. «Es por entrenar y estudiar tanto, pero también por la madurez que llega con el tiempo. Entonces no me lo tomaba con tantas ganas, entregándolo todo». Hay quien piensa que el juego táctico puede ser más complicado para un ajedrecista con problemas de visión. ¿Afecta al estilo? «Es independiente. Yo antes era un jugador de ataque. Ahora soy más equilibrado, pero mi fuerte quizá sea el cálculo ». Sorprendentemente, también se le dan muy bien las partidas rápidas; llegó a ser campeón de la Comunidad Madrid en la especialidad, aunque en el 'blitz', aún más veloz, le resulta más complicado mantener su nivel. ¿Es más difícil para un jugador ciego de nacimiento o para alguien que ha perdido la vista después? «Es difícil responder, pero diría que haber visto te ayuda a orientarte mejor, se entiende más». Agradecimientos Uno de los últimos escollos que le quedan por sortear a Daniel Pulvett es conseguir la plena nacionalidad. Sin ella, puede representar a España pero no ser afiliado de la ONCE , donde da clases, ni disputar el campeonato nacional de personas con discapacidad visual. Pese a todo, se muestra muy agradecido a muchas personas, que trata de enumerar sin cometer olvidos: En primer lugar, destaca a sus padres: «Cuando empecé por los problemas de vista no tenía ningún nivel y aún así me apoyaron». También da las gracias a sus amigos venezolanos, a Tilsia Varela , a Pedro Martínez , a los hermanos Gascón , a José Sequera , «al club que me recibió inicialmente, de Alcorcón, y al de Collado Villalba, que me sigue dando apoyo incondicional, a Renier Vázquez y Jesús Cao , a Jesús García Callejo , en la ONCE, y a Pablo Martínez , porque sin ellos no sería posible jugar con españa, a las enseñanzas de Delchev y Cheparinov, a Patricia Claros , que fue un gran apoyo en el torneo de Valencia...».

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