Continúa el 'incendio político'

Al calor de los fuegos arde la esfera política, calentada por críticas y reproches. Con Castilla y León en alerta por riesgo de incendios y las llamas reduciendo a cenizas hectáreas por miles, la lucha contra el fuego está sirviendo de trinchera desde la que disparar contra el adversario político. Con las llamas aún vivas y el humo marcando el lugar en el que la tragedia prendió, obligando a la evacuación de once pueblos en las provincias de Burgos y Zamora, Gobierno central y Junta de Castilla y León pisaron ayer las cenizas para evidenciar su apoyo a quienes tuvieron que salir corriendo de sus casas e incluso han perdido parte de sus posesiones. Uno de los momentos más críticos del domingo se vivió en la comarca burgalesa del Arlanza, donde el fuego originado en Quintanilla del Coco se extendió por unas 3.500 hectáreas y llegó y se llevó varias casas -la mayoría viejas- así como naves en Santibáñez del Val y Santo Domingo de Silos. Hasta allí se desplazó el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, quien insistió en que grandes incendios como los que se están sufriendo el «cambio climático» es «determinante» y su efectos se están «anticipando en el tiempo», por lo que llamó a las «políticas de prevención excepcionales y extraordinarias» porque «los incendios se combaten todo el año». También al Puesto de Mando Avanzado (PMA) desde el que se coordinan las labores de extinción del incendio de Quintanilla del Coco se desplazaron los consejeros de Sanidad, Alejandro Vázquez, y Educación, Rocío Lucas. Vázquez reclamó al Gobierno que «aumente los efectivos» para perseguir «este tipo de conductas». En el mismo sentido, el consejero de la Presidencia, Jesús Julio Carnero, subrayó que la presencia de la Junta en las zonas afectadas por los incendios es «permanente» y recalcó que «no va a permitir que nos quemen la Comunidad autónoma» e incidió la colaboración de la ciudadanía para «detener a los que están chiscando nuestra vida». Carnero hizo estas declaraciones junto con la consejera de Familia, Isabel Blanco, quien también estuvo visitando la nueva zona afectada por un incendio en Zamora y denunció que los últimos fuegos se dirigen a «hacer daño al territorio y a las personas más vulnerables». El despliegue de consejeros movilizado ayer llevó a la titular de Movilidad, María González Corral, hasta la zona afectada por el incendio que ha quemado unas 530 hectáreas en la zona de San Juan de la Nava y El Barraco , donde compartió la petición del presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, al ministro Marlaska para que se investiguen los fuegos. «No podemos admitir que sea el hombre el que provoque unas situaciones que ponen en peligro la vida de muchas personas», afirmó en declaraciones recogidas por Ical. Leña al fuego de la gestión de la Junta en los incendios echaron especialmente desde la oposición tras la reunión con Mañueco para preparar el encuentro el jueves con Pedro Sánchez. La de mayor 'tea', la del líder del PSOE de Castilla y León, Luis Tudanca, quien responsabilizó a la inversión en este campo de estar «provocando» los incendios. «¡Por favor, que se vayan, que se marchen porque nos van a dejar sin nada, están quemando esta tierra por los cuatro costados!», reclamó. Admisión a trámite Mientras, el sindicato Comisiones Obreras informó ayer de que la Fiscalía de Castilla y León ha admitido a trámite su denuncia y abre «diligencias de investigación sobre la posible comisión de hechos constitutivos de delito» por parte del consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones y «otros enventuales funcionarios», en relación al incendio originado el 15 de junio en la Sierra de la Culebra (Zamora) al considerar que se debería haber declarado el periodo de peligro alto por existir un riesgo «extremo» de incendios forestales en la Comunidad. Una decisión ante la que Suárez-Quiñones quiso mostrar su «máximo respeto» y se manifestó dispuesto a dar «todas las explicaciones» que se les reclame, señaló durante su comparecencia en las Cortes para dar cuenta de los incendios forestales que han arrasado Castilla y León en la que la oposición le recriminó al unísono la gestión de la Junta en la presente campaña. Desde la filas socialistas, José Luis Vázquez mantuvo el discurso más duro contra el popular, a quien, de nuevo, le reclamó su dimisión. «Si tuviera conciencia, por dignidad lo habría hecho» tras unos incendios de «dramáticas consecuencias, hasta la muerte». Por su parte, el procurador de Cs, Francisco Igea, -que ayer estuvo reunido con la líder de su partido, Inés Arrimadas, y el presidente de la Diputación de Zamora, Francisco Requejo- le reprochó que ante una campaña que se preveía «especialmente peligrosa» no se activara antes el operativo al cien por cien. «Ya sabía que iba a ser difícil», le recriminó, al tiempo que le afeó su mensaje en Twitter en el que aseguraba que «nos están quemando la Comunidad». «¿Quienes? ¿Hay una conspiración judeo-masónica?». Crítica que hizo extensiva a Mañueco por «alimentar» el discurso de «nos queman el monte porque somos un gobierno de derechas». Desde ¡Soria Ya!, José Antonio Palomar aseguró que Quiñones había «desoído» la alarma ante el riesgo de fuegos y ejercido unas «políticas nefastas» que habían «convertido los montes en polvorín» a la que se sumaría la «insensatez de mantener la estacionalidad del operativo». El leonesista Luis Mariano Santos, horas antes, había reclamdo mejoras del mismo, sobre todo en el oeste de la Comunidad. El consejero, que dijo haberse sentido «totalmente desasistido por la oposición», la acusó de «oportunismo político». «Han visto votos», que «había cacho político y podían morder al consejero». «Ninguna propuesta. Solo postureo», concluyó.

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