viernes, 15 de julio de 2022

Una mujer asesina a su novia por celos en La Latina y avisa a una amiga: «Ven a casa, he matado a Carlota»

La relación entre Ana Belén y Carlota hacía bastante tiempo que estaba muy mal. Los celos, el alcohol y sus fuertes caracteres eran una bomba de relojería que terminó de estallar ayer por la mañana, cuando la primera mató a su pareja. De cinco cuchilladas. Luego, se fue a dar un paseo por su barrio, La Latina, regresó a casa y avisó a una amiga de lo que había hecho. Fue detenida en la misma vivienda, con el cadáver de su mujer desangrado y con los primeros signos del rigor mortis. En el barrio, las mujeres eran conocidas para mal. Sus broncas, coinciden fuentes policiales y los propios allegados a ambas, eran recurrentes. Desde hacía bastante. La última, según quienes pudieron oírla, ocurrió poco antes del mediodía de ayer. Informantes de toda solvencia indicaron ayer a ABC que el principal móvil del crimen es un ataque de celos por parte de Ana Belén , española de 37 años, hacia su mujer, Carlota, nacida en Francia hace 31 pero de nacionalidad española. Había una persona de por medio, una tercera, o al menos eso creen los investigadores del Grupo VI de Homicidios. Al cierre de esta edición, no se le había tomado declaración a Ana Belén, quien se mostraba bastante calmada para lo ocurrido. Pasadas las cuatro de la tarde, la presunta homicida telefoneó a una amiga: «Ven a casa. Creo que he matado a Carlota», le dijo. La interpelada, muerta de miedo y sin aún creérselo, acudió rauda al piso, el segundo del número 6 de la calle de Alfonso VI (Centro). La encartada le franqueó la puerta y comprobó que su escueto relato era real. Carlota yacía y todo apuntaba a que llevaba unas horas muerta. Al lado de su amiga, el cuchillo de cocina que había utilizado para apuñalarla, al menos, en cinco ocasiones. Este extremo tendrá que ser confirmado hoy por la autopsia. La amiga telefoneó al 112, que comisionó al Summa y a la Policía Nacional. Efectivamente, los sanitarios no pudieron más que confirmar el óbito. Las heridas, en el abdomen y el tórax, eran mortales de necesidad, y más habiendo pasado unas cuatro horas del asesinato y habiéndola dejado desangrarse. La Policía encontró sorprendentemente serena a Ana Belén. Dijo lo que había hecho. No se descarta que hubiese consumido después del crimen algún tipo de sustancia que la mantuviera parcialmente en ese estado. Antecedentes policiales Ambas mujeres aparecían en la base de datos policial con reseñas por resistencia y desobediencia. Está claro que habían sido protagonistas de algún altercado con las Fuerzas del Orden. Eso sí, al cierre de esta edición, no constaban denuncias por ninguna de ellas contra la otra, pese a haber acabado todo en un caso de violencia doméstica. Ahora, el Grupo VI de Homicidios tiene 48 horas más para aclarar todo lo sucedido, antes de enviar a Ana Belén ante el juzgado de guardia. Por su parte, el Grupo de Delitos Violentos de la Policía Científica (DEVI) permaneció más de tres horas en el domicilio, recabando pruebas y demás vestigios que pongan orden en este dramático final para una relación de pareja truncada por los celos.

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