lunes, 18 de julio de 2022

Dolor y gloria en el paseo de la fama de Madrid: de las alfombras rojas al olvido

Un 27 de junio de 2011 la calle Martín de los Heros se cubría con terciopelo rojo, se llenaba de relucientes estrellas al más puro estilo Hollywood, y personalidades como Pedro Almodóvar, Sara Montiel, Concha Velasco o Penélope Cruz paseaban sobre ella. Once años después, las aceras levantadas, los camiones de descarga, la penumbra y los botellones protagonizan el día a día de esta concurrida y descuidada vía del centro de Madrid y de las zonas colindantes. Martín de los Heros quiso en su día convertirse en una oda al séptimo arte por iniciativa del antiguo dueño de la librería Ocho y medio. Jesús Robles, fallecido en 2013, junto a Álvaro Ballarín, en ese momento concejal de la Junta Municipal de Distrito de Moncloa-Aravaca, lucharon durante tres años por transformar la vía en peatonal para la realización del conocido como paseo de la fama. El proyecto se llevó a cabo junto a la Academia de Cine y Loterías y Apuestas del Estado, y la acera se llenó de 25 estrellas diseñadas por el ilustrador Óscar Mariné con los nombres más emblemáticos del cine español. Sin embargo, hoy los vecinos y comerciantes presentan una queja al Ayuntamiento de Madrid por el estado de sus calles y la situación que vive el entorno. El informe presentado solicita, entre otras peticiones, «que se preste especial atención a la zona», en la que ha aumentado « la peligrosidad y el vandalismo », la suciedad en las calles, la falta de iluminación y de señalización y el maltrato de las estrellas del 'paseo de la fama' por parte de los camiones de carga y descarga. Algunos de los lugares de la zona de Martín de los Heros Tania Sieira Frente a las nuevas remodelaciones de la plaza de España, no son pocos los vecinos que sostienen que la zona en cuestión ha sido «la gran olvidada» de la reforma, y que «el contraste es abismal». Esta serie de problemáticas no solo afectan a los residentes, sino también a toda la actividad comercial de la zona, que se ve deteriorada ante las «tinieblas» de la noche o el «tráfico continuo» en un área peatonal, como comenta uno de los trabajadores del barrio. Martín de los Heros conecta con la plaza de los Cubos a través de un pasadizo, que aquellos que frecuentan la zona califican como «desagradable». Las salas de los cines Renoir y Golem conviven con la entrada a discotecas, casas de apuestas y dormitorios de cartón. «El cine está olvidado, y con la pandemia aún más. Ahora empieza a recuperarse, pero con este pasadizo aquí a ver quién va a venir al cine», lamenta el comerciante. Sin embargo, el intento de mejora del túnel no compete al ayuntamiento, sino a una empresa privada . Una réplica de Hollywood Originalmente, el proyecto del paseo de la fama nació como una manera tanto de reproducir al original de Hollywood, como de enriquecer el ambiente cinematográfico que ostenta el área en cuestión. La calle de Martín de los Heros y sus áreas colindantes cuentan con dos de los escasos cines de Madrid que aún proyectan obras en su versión original , entre ellas muchas de autor o de países más allá de Hollywood. El área nació como un complejo cultural de la capital, con ayuda de la peatonalización de la vía y la presencia de la librería de cine Ocho y medio, la impulsora de muchas de estas iniciativas. El proyecto, que inicialmente se concibió para ir ampliándose incluso a la acera paralela, cesó su continuación poco después de ser inaugurado, añadiéndose solo una estrella más, la de Luis Escobar. Las placas se ven ahora en ruinas y se encuentran bajo la constante amenaza de ataques. El último hasta hace solo unos meses en el que la estrella de Penélope Cruz fue destruida . A esta se suman las de Carmen Maura, que fue completamente sustraída, o la de Javier Bardem y Luis García Berlanga, que también están dañadas. Noticias Relacionadas estandar No Dos pantallas menos en Chamberí: «cada vez es más difícil ir al cine» Nico Agudo estandar No Los cines Conde Duque cierran sus puertas en Santa Engracia y Alberto Aguilera ABC Hoy en día el interés cinematográfico de los viandantes que transitan la calle reside sobre todo en las salas de cine, pero cada vez menos en la librería Ocho y medio. El negocio abierto desde 1995 es frecuentemente visitado por personalidades como el mismo Almodóvar, aunque pasa desapercibido para muchos de los transeúntes, que suelen descubrirlo por casualidad. «La librería sin los cines no se visitaría tanto», comenta una de las trabajadoras de la zona: «La situación afea mucho la imagen del cine español. Se afea el entorno y se da poca publicidad cuando ocurre algo malo», se deja así de manifiesto que «el interés surge por lo que se vende, no por lo que se crea».

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