sábado, 1 de febrero de 2020

Dos alcaldes del PSOE, dos hospitales nuevos, dos estrategias opuestas

La alcaldesa socialista de La Coruña, Inés Rey, lo dejaba claro durante la presentación de la ampliación del Complexo Hospitalario Universitario de La Coruña (CHUAC): se habían apartado de la mesa las diferentes ideologías del Concello coruñés y de la Xunta para que este proyecto saliese adelante. También lo decía el presidente del Ejecutivo autonómico, Alberto Núñez Feijóo, presente en el acto de este miércoles en la ciudad herculina, agradeciendo la colaboración al consistorio para que La Coruña cuente con «el hospital que merece», afirmó. Sin ir más lejos, la nota de prensa de María Pita titulaba que «celebraban» la decisión de la Xunta de que esta ampliación se produzca en las actuales instalaciones, y no buscando un edificio nuevo para el complejo sanitario. Remarca dicha nota otra frase de Rey lanzada a Feijóo:que desde la «diferencia», tendrá una «aliada» en la alcaldía coruñesa cuando se trate de «mejorar la vida de la ciudadanía». El mismo ejemplo se puede aplicar al avance de la estación intermodal de la ciudad herculina, en la que la terminal de buses depende de la Xunta y la adecuación de los accesos es tarea municipal. La parte ferroviaria es del Ministerio de Transportes, y el Ejecutivo de Rey quiere que ADIF, dependiente de esta cartera, se apresure para que se cierre el convenio de la instalación, después de que desde Madrid se hablase de problemas en la titularidad de parcelas cercanas a la estación. Esto resultó «sorprendente» en La Coruña. Lo contrario ocurría trasla reunión de diciembre de la alcaldesa con la conselleira de Mobilidade e Infraestructuras, Ethel Vázquez: se publicaba otro comunicado del Concello subrayando algo parecido a lo que ocurría con el hospital: que fue un ejemplo «de la cooperación entre administraciones que permite llevar a cabo proyectos conjuntos que benefician a los vecinos». Diferencias Pero el alcalde de la principal ciudad gallega, Vigo, el archiconocido Abel Caballero, también socialista, no opta por la misma estrategia. Es algo evidente y que se ha visto durante los últimos años en sus mandatos, en los que además cuenta con una amplísima mayoría absoluta que le da un poder aún mayor. En la continua confrontación con la Xunta, ya sea por la señalización del Camino de Santiago a su paso por Vigo, el Marisquiño o las luces de Navidad, el concello vigués ha venido criticando muy duramente a San Caetano, que también ha respondido duramente a las críticas del alcalde, y que ha reforzado su exposición mediática en la localidad poniendo al frente de la delegación de la Xunta en la ciudad a la exalcaldesa Corina Porro. La «delegada de Vigo en la Xunta» y no «la delegada de la Xunta en Vigo», como llegó a decir Feijóo cuando Porro comenzó a ejercer en ese puesto. Pero el hospital Álvaro Cunqueiro, inaugurado en 2015, es una de las puntas de lanza del enfrentamiento Vigo-Santiago. Raudo y veloz después de la presentación de la reforma del CHUAC, Abel Caballero señaló este jueves que quiere por parte de la institución autonómica el mismo trato en el apartado sanitario que el que recibe La Coruña. Porque insiste el regidor olívico que el Álvaro Cunqueiro es un hospital privado, a pesar de que el propio Tribunal Superior de Xustiza de Galicia dictaminó que no era correcta esa afirmación, al ser 100% público. Esta respuesta judicial vino tras el intento del Concello de que el hospital pague el IBI, algo de lo que está exento todo centro sanitario del Sergas creado después del 1 de enero de 2007. El Consistorio cambió la ordenanza que lo reflejaba, con los únicos votos a favor del PSdeG, para poder cobrarle el impuesto igualmente. La titularidad del edificio es de la concesionaria que lo construyó, que recibe un alquiler anual por parte de la Xunta por su uso. Núñez Feijóo remarcó en 2017, en una visita al complejo, que en el momento de la construcción no había «un patacón» para invertir, defendiendo ese modelo como la mejor opción para levantar el Álvaro Cunqueiro en un momento de «vacas flacas» en las arcas. El aparcamiento Que el Cunqueiro es público sería remarcado una vez más desde la Xunta ante las declaraciones de Caballero del jueves: Porro exigió al alcalde «que no mienta», al tildar sus palabras de «espiral de mentiras», al tiempo que las ve «revenidas» para los usuarios que saben que es un centro «100% público». La concesionaria también explota servicios como el de limpieza, el de la televisión o el parking, que sembró otra gran polémica por su coste. El Sergas rebajó las altas tarifas del estacionamiento del propio hospital, que cuenta en su alrededor con un aparcamiento público construido por el Concello. Caballero pretende, no obstante, que solo sea gratuito para los vigueses, aunque el hospital sea utilizado por millares de ciudadanos de ayuntamientos colindantes. Pero calificarlo como privado no es la única crítica que hace Abel Caballero: también se queja de que es más pequeño, lo que supuso una nueva comparación Vigo-La Coruña por parte del regidor socialista. En 2018 argumentó que, aunque no tenía nada en contra de que mejorasen los servicios de La Coruña, señalando que allí aumenta la superficie en un 50%, en Vigo con el Cunqueiro se reduce «a la mitad», explicó. Una vez abierto el recinto, el alcalde también fue crítico con los servicios que allí se prestan: definió las instalaciones como «una calamidad» tras tener que acudir como acompañante al servicio de urgencias en enero del año pasado. Señaló, además, que esas urgencias son un «desastre».

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