viernes, 28 de febrero de 2020

Isabel Sanchís, alta costura valenciana en el corazón de París

En la margen izquierda del río Turia se encuentra el pueblo de Benaguacil, la localidad Valenciana en la que Isabel Sanchís tiene su taller de costura desde hace 30 años. Localidad con origen en la Edad de Bronce e importancia en la época de los cartagineses, es ahora el punto del que salen las colecciones ideadas por esta valenciana de pro que acaba de presentar sus diseños para otoño en París. Sacar adelante un taller de costura de 50 personas, mucho más que las habitualmente exigidas 20 petites mains de la haute couture parisina, no es tarea fácil si no se tiene una mente organizada y una buena base de clientas fijas. Entre esos 50 profesionales de su taller, a buen seguro cuenta con patronistas de lujo, pues es llamativo el dominio del dibujo y el corte de gran dificultad del que sus prendas hacían gala. Isabel Sanchís y su hija, Paula Maiques, comparten labores de diseño y organización en un proyecto que les apasiona y las lleva a reinventarse en permanencia, a ponerse en cuestión y a viajar por varios países cada temporada. Isabel confiesa su disciplina, sus ganas de tomar el pulso a la actualidad y de motivar a un equipo que crece permanentemente. Tiene la intención de vestir a cualquier tipo de mujer, sea cual sea su talla o edad, y se preocupa por enfatizar la belleza de cada una de sus clientas. Drapeados y volantes Este año ha celebrado su 30 aniversario regalándose un desfile en la Embajada de España en París, una de las residencias de embajadores patrios con mejores salones y obras de arte. La colección, cargada de exuberantes volúmenes en mangas, escotes y faldas, fue brillante en cuanto a las prendas en tonos cálidos, dorados, rojizos y cobres. Los preciosos drapeados, las mangas flotantes y los volantes desmesurados fueron el broche para una serie de prendas bien elegidas. Isabel, que comenzó diseñando ropa para sus muñecas y más tarde, ya de mayor, para sus amigas, pidió una excedencia para dedicarse a su hobby. Cuando se montó por su cuenta, los clientes fueron aumentando y permaneciendo en sus filas. Con el apoyo de sus hijos ha conseguido salir fuera de España y estar presente en puntos de venta de 40 países. Es conocida por la feminidad de sus diseños, por no escatimar en los mejores materiales y por conseguir un patronaje muy preciso. Reconoce Isabel Sanchís que rodearse «de un buen equipo, en el que prima la pasión por el diseño, es la clave» de sus buenos resultados. Su tienda de Valencia es el faro desde el que presenta sus colecciones. Premiada como Dedal de Oro en 2015 y 2017, con el premio honorífico a la moda Prenamo en 2015 y el premio Bankia a la mejor pyme del 2018, Isabel Sanchís ha disfrutado de este aniversario profesional consciente de que su labor ha dado frutos.

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