jueves, 27 de febrero de 2020

A Johnny Depp se le pone cuesta arriba defender su buen nombre

Johnny Depp (56 años) trata de salir del agujero en el que, según su testimonio, le han metido su exmujer, Amber Heard (33), y cierto medio de comunicación que ha forjado su imagen de maltratador. Aunque para conseguirlo tendrá que ganar el juicio que esta semana le enfrenta a la editora del tabloide «The Sun» en una corte de Londres. El actor de Kentucky presentó en su día varias demandas de libelo contra News Group Newspapers por varios artículos -el primero se publicó en 2018-, en los que se aseguraba que había ejercido abusos psicológicos hacia su exmujer a lo largo de sus dos años de matrimonio, entre 2015 y 2017. Depp, que en marzo de 2019 presentó otra demanda contra Heard por maltrato, así como por difamarle a través de una carta abierta en el diario «The Washington Post», reclama una compensación económica por la «vejación» a la que ha sido sometido. A Amber, en concreto, le exige 50 millones de dólares. Recién llegado a la capital británica desde Berlín, donde presentó en el marco del festival de cine su nuevo filme, «Minamata», Johnny Depp ha reconocido como propios varios mensajes destinados a su amigo y compañero de profesión Paul Bettany, en los que decía que iba a liquidar a su ex: «Vamos a ahogarla antes de quemarla. Voy a violar su cuerpo una vez que me asegure de que está muerta». Estos mensajes no ayudan precisamente a su causa. Sin embargo, como ha alegado ante el juez el protagonista de «Piratas del Caribe» una vez que el mal ya estaba hecho, «una cosa es escribir esos mensajes a un amigo y otra muy diferente llevar a cabo lo que se escribe en un momento de rabia y desesperación». La violencia verbal y física parece un hecho probado dentro de un matrimonio volátil, donde ambos se trataron sin el mínimo respeto. Así, durante una de las sesiones Depp ha declarado que «he negado con vehemencia las acusaciones de la señora Heard desde que las hizo por primera vez en mayo de 2016, cuando fue al juzgado para obtener una orden de alejamiento temporal con moratones pintados, que los testigos y las cámaras de vigilancia demostraron que no tenía la semana anterior». Según los documentos judiciales, Depp asegura que «seguiré negándolo el resto de mi vida. Nunca abusé de ella ni de ninguna otra mujer». Matrimonio explosivo Johnny Depp y Amber Heard se conocieron durante el rodaje de la película «Diario de un seductor», en 2009; dos años después se comprometieron y se casaron en 2015. Y tras un rosario de demandas y órdenes de alejamiento, llegó un sonado divorcio, en cuyo acuerdo figuraba que Heard retiraba las denuncias de abusos a cambio de 7 millones de dólares, cantidad que, en parte, donó a obras benéficas. Depp, que entre 1983 y 1985 estuvo casado con Lori Anne Allison y fue pareja de Vanessa Paradis durante 14 años -tuvieron dos hijos, Lili Rose y John-, insiste en que la víctima siempre fue él. «Ella fue la maltratadora. Mientras combinaba anfetaminas y otras drogas con alcohol, Amber cometió innumerables actos de violencia doméstica contra mí. Tuve que someterme a tres cirugías para reconstruir mi dedo. Temí perder el dedo, el brazo y la vida». En 2016, Depp contó que decidió divorciarse de Heard tras un escatológico incidente: «Junto a una de sus amigas, defecó en mi cama. Fue una especie de broma enfermiza antes de marcharse juntas a Coachella». Para David Sherborne, representante legal del actor, este juicio en Londres es una oportundiad para comprobar que «una persona miente y la otra no. Y es la señora Heard quien está mintiendo». El abogado señala a «The Sun» como responsable de mantener vivo un engaño que presenta a Amber Heard como la víctima, cuando «es precisamente lo contrario». Según la demanda, «el rotativo eligió un único fragmento de un mensaje de texto enviado en un momento de frustración a un amigo, cuando tuvieron acceso a 500 gigabytes de sms y correos electrónicos en los que se descubría la verdad».

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