sábado, 29 de febrero de 2020

La Casa Encendida, de Casa de Empeños a centro cultural y social

La Casa Encendida de Madrid es uno de los centros culturales y sociales más destacados de la capital en el que se organizan más de mil actividades cada año. Con un intenso programa de talleres, cursos y espectáculos, trata de llegar a un público lo más heterogéneo posible y sirviendo de nexo entre lo local y lo global. En pleno barrio de Lavapiés, este edificio cuenta con una interesante historia, tanto por sus orígenes y primer uso como por el proyecto de rehabilitación que se llevó a cabo para convertirse en un centro cultural. Se construyó entre 1911 y 1913 para ser la Casa de Empeños de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid. En 1702 el padre Francisco Piquer fundó el Monte de Piedad de Madrid, con sede en la Plaza de las Descalzas, y acabaría fusionándose en 1869 con la primera Caja de Ahorros del país. En 1875 se decidió construir la Casa de las Alhajas, en la Plaza de San Martín y años después, la Casa de Empeños, en la Ronda de Valencia, entonces las afueras de la ciudad. En este amplio solar rectangular, con una fachada de estilo neomudéjar, estuvo durante un tiempo el almacén del Monte de Piedad más grande de la Villa y las oficinas de la segunda sucursal de la Caja de Ahorros de la capital.  Ambos edificios los diseñó Fernando Arbós, que había nacido en Roma cuando su padre, Manuel Arbós, trabajaba en la Academia Española de dicha ciudad. Su construcción se asimilaba más a un palacio que a una sucursal bancaria. El inmueble tiene tres plantas, un sótano y dos torreones. Utilizó hierro y el denostado ladrillo, que con la incipiente modernidad, dejaba de ser pobre para convertirse en expresivo. «Fernando Argós era bastante moderno como se pudo ver en los adelantos técnico que introdujo en el edificio, como la calefacción de vapor y uno de los primeros ascensores eléctricos de la capital», indica a ABC Lucía Casani, directora de La Casa Encendida. «Aquí se empeñaban todo tipo de cosas, como abrigos y colchones. Los torreones se  construyeron para poder airear este tipo de objetos», puntualiza Casani. El sótano sirvió también de refugio durante la Guerra Civil. Proyección de centro cultural Tal y como recuerdan desde el centro cultural, hubo muchos cambios en la entidad que levantó la Casa de los Empeños. A partir de la década de los 70, la Caja de Ahorros y Monte Piedad de Madrid inició la modernización de la entidad creando varias ramificaciones e instituciones independientes, para diversificar sus actividades financieras (como Caja Madrid y el Banco Financiero y de Ahorros, que se convertiría en el mayor accionista de Bankia, de 2011 a 2014) y proyectos sociales (como, por ejemplo, la Fundación Caja Madrid y la Obra social Caja Madrid hasta 2014). En 1999 se proyectó la creación de la Casa Encendida, coincidiendo con el tercer centenario de la fundación del filantrópico Monte de Piedad por el Padre Piquer. El concurso para la reconversión del edificio lo ganó Carlos Manzano (y Asociados) respetando los espacios protegidos como la fachada y el patio. El 2 de diciembre de 2002 se inauguró la Casa Encendida, 6.500 metros cuadrados, distribuidos en sus cuatro plantas, con cinco salas de exposiciones, un auditorio, una sala de proyecciones, una biblioteca de trabajo (con mediateca, hemeroteca y sala de lectura), una biblioteca infantil y juvenil, un centro detrabajo, un patio central cubierto, un centro de formación, un estudio de radio y grabación, laboratorio de fotografía, salas de trabajo multiusos, una tienda solidaria, una cafetería, y su famosa azotea con expo permanente, huertos urbanos, cine de verano y conciertos en vivo. La maquinaria original del reloj de la fachada está guardada en una de las plantas. «El patio es el corazón de la casa. Estaba pensado que inicialmente fuese la cafetería pero enseguida se cambió de idea y ésta se pasó a la zona prevista para el almacén», cuenta la directora. A pesar de los cambios que se han producido en cuanto a la gestión del centro (ahora a cargo de la Fundación Montemadrid), Lucía Casani recuerda que el ADN del proyecto sigue siendo el mismo, «la cultura, el medio ambiente, la solidaridad y educación, cuatro miradas para reflexionar las problemáticas del presente». Son los cuatro ejes que comenzaron con la Obra Social de Caja Madrid y que se han mantenido a lo largo de estas casi dos décadas. «Han cambiado muchas cosas en este tiempo, incluso el barrio. Ahora es mucho más intercultural y siempre quisimos integrarnos en la vida de barrio», puntualiza.  La biblioteca, por ejemplo, es un espacio muy utilizado por los vecinos. Al abrir el centro cultural se planteó seguir usando el nombre de Casa de Empeños pero se optó finalmente por la Casa Encendida, «un nombre muy acertado porque queremos que sea una casa que tiene luz, hay vida y tiene habitantes. El concepto de casa nos acerca a las personas», señala Casini. Hay distintas formas de acercarse a este espacio siempre abierto para el público de martes a domingo. «Se puede disfrutar de una actividad, participar en un programa de formación reglada o presentar ideas, en el caso de los artistas, a alguna de las convocatorias que se lanzan», informa la directora. Los cursos son muy variados, desde español para inmigrantes a talleres de geopolítica o de cine. El público infantil es muy querido en esta casa, donde se organizan muchas actividades para los más pequeños. Ahora como fundación privada sin ánimo de lucro «sí ha cambiado la forma de funcionar porque debemos buscar fondos y ser sostenibles, de ahí que se alquilen los espacios para eventos privados», apunta la directora. Pero el equipo de 35 profesionales sigue trabajando para ofrecer una oferta cultural variada y accesible para todos. 

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