Kimi Raikkonen (Espoo, Finlandia, 40 años) lleva conduciendo coches de Fórmula 1 casi la mitad de su vida. Inicia su temporada número 18 (ahora en Alfa Romeo), una secuencia que empezó en 2001 con Sauber, prolongó en las mejores factorías (McLaren, Ferrari) e interrumpió en 2010 y 2011 para darse el gusto de pilotar en el Mundial de rallys y en la Nascar. Es conocido como «Iceman» (el hombre de hielo) por el sarcasmo de Ron Dennis, antiguo patrón de McLaren obseso del orden a quien el finlandés exasperaba lejos de las pistas. Raikkonen proviene de un país gélido, conduce rápido y comunica poco. Despliega sus habilidades en la pista y se despide hasta la próxima carrera. Kimi está en Barcelona, en la segunda tanda de ensayos antes del campeonato. —¿Aún se divierte con la Fórmula 1 o ya solo es un trabajo para usted? —Realmente me sigue divirtiendo conducir coches. El resto de las cosas relacionadas con la Fórmula 1 no me interesan mucho, para ser honestos, no tanto como conducir a esa velocidad. Me sigue gustando mi profesión, por eso estoy aquí... [En la conversación con ABC durante un acto promocional de las gafas Carrera en Barcelona, Raikkonen se muestra despreocupado, ingenioso y educado. Su tono de voz es bajo, respeta el turno de palabra y aplica una lógica práctica. Su padre, Matti, trabajó asfaltando carreteras, sirviendo comidas en los bares y manejando taxis en Finlandia para procurar al pequeño Kimi una oportunidad en el automovilismo. Y Raikkonen exprimió el talento natural que tiene para conducir coches. Es pulcro, traza con elegancia y respeta las reglas del juego]. —¿Qué objetivos se marca en 2020 a estas alturas de su carrera? —Obviamente crecer en rendimiento respecto al año pasado, conseguir mejores resultados, llegar más lejos. Es demasiado temprano para situar dónde estamos respecto a los otros coches. Trataré de dar lo mejor que tengo y conseguir puntos. [El relato que acompaña a Raikkonen en la F1 describe situaciones y andanzas poco comunes. Un tipo con flema, de apariencia apática, al que no le seduce el envoltorio de la Fórmula 1 y sus reglas políticamente correctas. Kimi se retiró del Gran Premio de Mónaco y a los cinco minutos estaba tomando el sol en un yate. En Malasia se retrasó la salida de la carrera y las imágenes le captaron degustando un helado de vainilla junto al Ferrari. Y es normal que cada fin de semana pregunte a sus compañeros de equipo a qué hora son los entrenamientos, cuando los ensayos son siempre a la misma hora en todos los circuitos de todas las temporadas en la F1. En su libro autobiográfico, «Kimi Raikkonen desconocido», describe cómo estuvo de fiesta con un jeque de Bahréin durante 16 días seguidos, alcoholizado y ajeno al mundo, justo antes del Gran Premio de España. Pero se subió al coche y fue tercero]. —¿No le sorprende seguir siendo el último piloto campeón con Ferrari (2007)? —Ellos no han podido ser los más fuertes durante estos trece años, lo han intentado pero ha habido otros equipos que han sido mejores. Ellos están tratando de construir un coche que les permita luchar por el campeonato. La historia de Ferrari es indiscutible. Me los imagino trabajando al máximo para lograr la mayor velocidad posible y luchar por el campeonato. Nada es seguro, veremos qué pasa. [La estrella silenciosa, amante del reposo y el sigilo, desvela en su libro que ha mantenido su teléfono móvil en modo avión durante años, según cuenta «porque las personas cuando te llaman no tienen nada que decir en el noventa por ciento de los casos». Y hace la ola al pasado sin tecnología. «Con los teléfonos de línea, la gente sí llamaba para cosas importantes»]. —Es usted el piloto más veterano de la Fórmula 1. ¿Lo nota en algún aspecto? ¿Siente la agresividad de los jóvenes? —No siento ninguna diferencia respecto a ellos y creo que no tienen ningún problema con el respeto a mi carrera deportiva. En mi equipo tengo una buena relación con Antonio (Giovinazzi), a quien conozco desde hace años. No tengo en mi cabeza ese dato de ser el más viejo. Es lo que le pasa a todo el mundo, que cada vez es más mayor. Me encuentro bien de salud, estoy centrado en lo que hago. Todo correcto. —¿Quién es el mejor piloto al que se ha enfrentado? —Hay muchos porque he corrido muchos años. He compartido pista con grandes talentos, podría citar a Michael Schumacher, también a Mika Hakkinen. Grandes pilotos, sin duda. Actualmente están llegando nuevas generaciones a la Fórmula 1 y lo ponen difícil. Veremos quién llega arriba y quien no… —Alonso ha corrido el Dakar con un desempeño brillante. ¿Qué le ha parecido esa aventura? —Puedo entender perfectamente que le llame la atención este rally. Es una gran experiencia para el piloto y un mundo totalmente diferente a la F1. No es solo ir deprisa, sino evitar daños en el coche, manejar el tiempo. Seguro que lo intenta más años… —Usted se marchó de la F1 a los rallys y regresó a Lotus en 2012. ¿Cree que Alonso encontrará un equipo para volver a la F1? —No tengo ni idea. Obviamente no es mi decisión. No sé qué pasará con él, si volverá o no. Tendrías que preguntarle a él. Aún es joven. Ha seguido compitiendo, en el Dakar y en otras disciplinas. Los rallys son un deporte diferente en el que aprendes muchas cosas, pero luego te cuesta volver a un buen lugar en la F1. —¿Qué opinión le merece Carlos Sainz? —Le conocí cuando era muy joven en 2010, ya conocía a su padre por su experiencia de largo tiempo en los rallys. Era un talento joven que quería llegar a la F1. Y es muy gratificante ver a la segunda generación de Sainz en el motor, de los rallys a la F1. Carlos hizo una gran temporada el año pasado y tendrá esperanzas respecto a éste.De Deportes https://ift.tt/2Tj4eED
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