martes, 25 de febrero de 2020

«El Rey abortó la intentona nacionalista, ya no son los mismos»

José María Calleja es un señor de izquierdas que escribe bien sobre España. Ahí es nada. «Yo estuve en la cárcel en la dictadura y Franco nos decía a los de la oposición que no éramos españoles. Luego, en la época del terrorismo en el País Vasco, los que nos querían asesinar a mí me llamaban españolazo. Yo siempre me he sentido español...» se sonríe el periodista. Y reconoce que sí, que a la izquierda «le ha costado hacer un proceso de asimilación de la idea de España» debido a la apropiación que de ella hizo el anterior régimen. Para convencer de que en vez de tanta leyenda negra hay motivos por los que sentir un «razonable orgullo» patrio, Calleja se ha puesto a hacer compendio de elogios y le ha salido un libro entero, «Lo bueno de España» (Ed. Planeta), que es a la vez un antídoto contra la versión falseada -el «artefacto nefasto» dice el autor- primero construyó el nacionalismo vasco y ahora el catalán. -Ha habido, constata usted, un progreso enorme en España en muy poco tiempo gracias a hechos históricos, iniciativas, personajes... ¿Qué dos destacaría? -La forma en que se pasa de un régimen dictatorial a un sistema democrático venciendo las fuerzas de extrema derecha y al terrorismo de ETA, que no lo querían. Ahora parece el pleistoceno, pero en 1980 tuvimos 92 asesinados por ETA en un año y el riesgo de golpe de Estado figuraba en la agenda informativa de manera continuada. Otro, las leyes que tienen que ver con los matrimonios de personas del mismo sexo. España miraba de abajo a arriba a los países de referencia democrática y liberal y a partir de aquello parece que esos países dijeron, ¡vaya estos españoles... qué leyes sacan!. A mí esto me parece ejemplar. -Habla de la Transición, que fue igualmente atacada por franquistas que por etarras.... pero hoy también por el PSOE que está en La Moncloa y sus socios, es decir, Podemos -Parece que desde que han entrado en el Gobierno se han olvidado de atacarla. Es verdad que llegaron a justificar que se hubiera ido contra la Transición, pero ha sido llegar al gobierno y se les ha olvidado. El problema no era tanto ir contra el sistema sino qué papel jugamos en el sistema y lo han resuelto... De hecho, alguna de las campañas electorales han mostrado la constitución como si fuera una Biblia.. -Cataluña es el mar de fondo sobre el que navega su libro, en el que recuerda que la propaganda independentista les permitió ganar batallas, pero que ahora «se ha corregido». ¿Se lo atribuye a Pedro Sánchez, que abre hoy un diálogo de tú a tú con Torra?. Sin olvidar que el Europarlamento le acaba de entregar un acta al prófugo Carles Puigdemont... -Ha habido varios elementos. Uno determinante fue el discurso del Rey, creo que decisivo a la hora de frenar esa ofensiva nacionalista catalana. Fue necesario, oportuno e imprescindible. Luego una reacción por parte del Gobierno y, en el nacionalismo, una especie de fatiga de materiales. Antes del referéndum, parecía que lo abarcaban todo con un potente aparato de propaganda exterior, pero en la medida en que hoy están a sartenazos entre ellos, ya no tienen esa pegada comunicativa. No están en un frente unido, es más importante el enfrentamiento de Esquerra con lo que queda de lo que fue el partido de Pujol. Aparte, el libro está escrito antes de esa mesa bilateral, sobre la que creo que si el Estado lo lleva razonablemente bien, quienes van a salir más perjudicados son los nacionalistas. Ya se está viendo que su «queremos dialogar» es una gran mentira. -Si raro es que alguien de izquierdas hable bien de España, no digamos ya del Rey... y además para decir que frenó el golpe del 1-O -Este Rey es un Rey excelente, no tengo problema ninguno en decirlo, y desde luego, cambió el estado de ánimo con respecto al movimiento independentista. Frente a una cierta resignación, de «esto está perdido», sirvió como un revulsivo cívico para los catalanes y resto de españoles. Lo abortó, en el sentido de que el ese movimiento nacionalista ya no fue lo mismo después del discurso del rey. Las cosas en Cataluña son graves, pero muy diferentes a como estaban cuando parecía que era un tsunami que nos iba a engullir. Y están esas contradicciones entre ellos mismos: unos en la cárcel, otros comprándose gorros de Napoleón por ahí, les lastran definitivamente a la hora de hacer un proyecto como el que tenían ensoñado en el primer momento. -Usted reclama superar la leyenda negra y alumbrar una «leyenda áurea» de España. ¿Cómo lo llevamos? -En esa idea de que hay motivos para estar razonablemente orgullos, España se ha visto con los ojos de un país emergente, moderno, en el que querer vivir: Barcelona 92, alguien como Rafa Nadal, la recuperación de la democracia, el cambio espectacular en la economía, en la forma de vida... Es verdad que hemos aflojado un poco. Últimamente, esta crisis de Cataluña ha dificultado la transmisión de esa imagen, la ha nublado un poco. Pero tenemos que dejar de pedir perdón por ser españoles.

De España https://ift.tt/2vgsYFy

0 comentarios:

Publicar un comentario