miércoles, 26 de febrero de 2020

Enésimo escándalo en el gobierno socialista: denuncian un «boicot» para colocar a afines a la alcaldesa

La situación en Móstoles comienza a parecerse, cada vez más, a una película de ciencia ficción. El bucle de dimisiones, que comenzó en septiembre con el de la hermana de la alcaldesa tras ser contratada a dedo para llevar las redes sociales del Consistorio, se saldó ayer con su última víctima y, todo esto, en medio de acusaciones de «boicot» en las elecciones sindicales de la empresa en la que era gerente con el objetivo de «colocar» a personas próximas al partido y, por tanto, a la mandamás, Noelia Posse. La historia comienza el 20 de enero en el seno de Móstoles Desarrollo, una empresa pública de promoción económica que ofrece a los vecinos servicios de asesoramiento e intermediación y cursos de formación al actuar como una bolsa de empleo en el municipio. Ese día se inició el proceso de elecciones sindicales que, según denuncia Comisiones Obreras (CC.OO.), se «ha paralizado e iniciado uno nuevo debido a la presión ejercida por parte de la gerencia de la empresa sobre la mesa electoral, impugnada por la gerente». «Han querido boicotear el proceso sindical», dice Eduardo Ortega, secretario de organización de la Unión Comarcal Oeste del sindicato. Comisiones ha impugnado, por su parte, el nuevo proceso de votación y se encuentra «a la espera de la citación para el laudo que debe convocar la autoridad laboral». Lo que piensan o, mejor dicho, temen en la organización de trabajadores es que todo esto se trate de «una maniobra para impedir» el seguimiento de la contratación que se haga en la empresa municipal «con el objetivo de que utilicen a Móstoles Desarrollo para colocar a las personas más próximas» al Partido Socialista y, por ende, a Noelia Posse, como no sería la primera vez que sucede. CC.OO. argumenta que el proceso de boicot comenzó el 4 de febrero, ya constituida la mesa electoral, cuando reciben una reclamación de un trabajador que resulta ser «un abogado miembro de la Comisión Ejecutiva del PSOE de Móstoles» que, «en vez de dirigirse a la mesa, pretende entregar un documento a través de la Junta de Distrito». El envío se realiza, finalmente, el 31 de enero, «totalmente fuera de plazo y ante la Dirección General de Trabajo, sin presentarlo antes a la mesa», añade Ortega. Este abogado se presentaba al comité. Ausencia de confianza Ese día, puede tratarse de una casualidad, el PSOE destituyó en un consejo extraordinario a la que era la gerente de la empresa, Blanca Tomás, alegando «falta de confianza» y nombró, automáticamente, a María Dolores González Naranjo en su lugar. Esta presentó ayer su dimisión –tan solo un mes después de asumir el cargo– «por motivos personales», pero, antes de hacerlo, el 7 de febrero fue la que se dirigió a la mesa electoral para impugnar su constitución, después de que Tomás sí la autorizase. «Totalmente fuera de plazo», incide el representante de CC.OO.: «Esto supone una gran presión a la mesa, que procede a anular la candidatura de nuestro sindicato. Nosotros habíamos solicitado la impugnación de la lista encabezada por el abogado y miembro de la Comisión Ejecutiva delPSOE, ya que le faltaban los avales necesarios». «Cuando una candidatura de independientes se presenta tiene que incluir tantos avales como tres veces lo que hay que elegir», argumenta Ortega y, según él, no lo cumplía. El nombramiento de González Naranjo se produjo por unanimidad, después de que el PP se levantase de la reunión denunciando «oscurantismo» en el proceso de destitución y nueva designación, ya que «nunca explicaron los motivos». De hecho, ayer por la mañana, el grupo popular impugnó el consejo de administración ante el secretario. «Entendemos que no se hizo la convocatoria en plazo, ya que los estatutos exigen 48 horas y el Gobierno municipal lo hizo en 24. Además, incluyeron en un mismo punto tanto el cese de Tomás como el nombramiento de González Navarro e incumplieron el orden del día al no entregarnos el currículum de la nueva gerente», dicen fuentes del PP a ABC. «Cuando le preguntamos a la presidenta del consejo el porqué nos espetó que no tenía nada más que decir», continúan las mismas fuentes: «El cese fue fulminante, el nombramiento también y el oscurantismo es la tónica habitual de este Gobierno». Mientras tanto, ni el Ayuntamiento ni la empresa dan su versión de los hechos.

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