sábado, 22 de febrero de 2020

Carlos Alocén: «El Madrid es el club más grande»

Aunque muchos hablan de él como el futuro del baloncesto español, lo cierto es que Carlos Alocén (Zaragoza, 2000) es ya presente de la ACB y de la selección. A sus 19 años, el jugador del Real Madrid (cedido este año en el Casademont Zaragoza) es una de los integrantes del equipo nacional que esta tarde se mide a Polonia (18.00 horas, Cuatro), en un duelo que será especial para él, porque por primera vez jugará ante sus paisanos con la camiseta de España. ¿Qué le recorre el cuerpo antes del partido de esta tarde? Será un día muy especial, porque será la primera vez que juegue con España ante mi familia y al público de Zaragoza, que es mi casa. ¿Cómo fue su reciente experiencia en la Copa? Poder vivir una Copa desde dentro, siendo tan joven, me ha parecido increíble. Es cierto que nos eliminaron muy pronto, en cuartos, y que eso te deja un mal sabor de boca, pero el ambiente de la Copa siempre es especial y haberlo podido vivir como jugador por primera vez es algo muy bonito. Ya la había vivido de niño, ¿no? Sí, en dos ocasiones. Una en Vitoria y otra en Málaga, cuando disputé la Minicopa. En las dos íbamos a los partidos y vivíamos el ambiente, pero como aficionados. Hacerlo desde dentro es algo bonito y que me da alegría por el crecimiento que he alcanzado en este tiempo. ¿Y cómo se ven desde fuera los triunfos del Real Madrid? Desde pequeño, el Real Madrid era el club que más me gustaba. El equipo al que más he seguido y que quería que ganara. Ver cómo lo están haciendo ahora, con ese grado de competitividad tan grande, es algo de admirar y me alegro mucho de que haya quedado campeón. Además, mostrando ese juego.. ¿Se ha imaginado ya jugando en ese equipo? Yo ahora estoy centrado en lo mío, que es el Zaragoza y, ahora, la selección. Pero siempre he soñado con jugar en un equipo grande y el Real Madrid, para mí, es el más grande de todos. Quiero seguir creciendo en Zaragoza, mejorando poco a poco, pero claro que te imaginas un día jugando en el Madrid. Es lo que perseguía cuando firmé por ese equipo. No lo hice para ganar más dinero, sino porque quiero jugar allí y seguir creciendo como jugador con ese escudo en la camiseta. ¿Y quién es Carlos Alocén? Pues un chico sencillo y tranquilo. Me gusta mucho el baloncesto. Lo vivo con mucha pasión cada día. Me gusta jugar un baloncesto alegre y contagiar a mis compañeros de esa energía. Fuera de la cancha, no soy nada especial. Me gusta pasar el tiempo con mi familia y mis amigos. Lo que hace un chico de 19 años cualquiera. ¿Cuándo empezó a jugar al baloncesto? En el colegio, con 5 años. Era demasiado pequeño y a veces me sentía un poco solo, porque no había niños tan pequeños jugando. Echaba de menos a mis padres y no me convencía mucho. Luego, fui creciendo y me fui apasionando. Se me daba bien y era algo que me gustaba. Su padre fue jugador profesional, ¿era difícil escapar a la canasta con ese referente en casa? A ver, la primera vez que toqué una pelota fue por culpa de mi padre, está claro. Él fue jugador profesional y claro que influyó para inculcarme el amor por este deporte. Tener un referente como él es algo que me ha ayudado mucho desde que era un niño. ¿Probó con otros deportes? Lo intenté, pero vi que no era lo mío. Jugué un año al fútbol y al baloncesto. Entrenaba todos los días de la semana y mis padres estaban cansados de que pasara tanto tiempo en el colegio. Me tocó elegir y no lo dudé. Me decanté por el baloncesto y creo que he acertado. ¿Y cuál es su primer recuerdo de la selección? Quizá, la plata olímpica de Pekín. Tenía siete u ocho años y creo que es el recuerdo que más me impactó de estos años mágicos de la selección. Luego, me acuerdo de todas las medallas que han venido después y ahora que formo parte de este equipo y que sé lo difícil que es conseguir una, lo valoro todo incluso más. ¿Le sirvió el ejemplo de la selección para ser jugador? Cualquier niño sueña con representar a su país en los Juegos o en un Mundial. Sueñas con ello durante mucho tiempo y poder estar aquí ahora, aunque solo sea para estos partidos de clasificación, es un sueño cumplido. Ojalá pueda un día ganarme un hueco en un Mundial, en unos Juegos o en un Eurobasket. Voy a trabajar para ello, porque mi objetivo es formar parte de esta familia durante mucho tiempo. ¿Cómo es el vestuario de España? Como le decía. Es una familia. No es una palabra que se utilice por utilizar cuando se habla de este equipo. La realidad es esa. Te acogen desde el principio de la mejor manera. Nada de postureo. Ese buen rollo y el buen ambiente es lo que más caracteriza al vestuario, pero también las ganas de competir y hacerlo bien. Creo que ese es el lema que tenemos y lo que queremos representar los que estamos en las ventanas. ¿Quiénes eran sus referentes? Mis referentes son muchos, no tengo uno solo. Me fijo mucho en Ricky Rubio, en el Chacho, en Llull... También me gustaba mucho Calderón. Todos ellos me parecen grandes jugadores y he tratado de aprender de ellos. Cada uno ha dejado una huella increíble en la selección y muchos de ellos siguen dejándola. Ojalá poder aprender algún día a su lado. ¿Y le llama la atención la NBA? Me gusta mucho la NBA. La sigo bastante, pero me siento un poco más cercano con los jugadores españoles. Allí hay grandísimos jugadores, que hacen cosas increíbles, pero prefiero esos referentes que le he contado. ¿Dónde se imagina dentro de diez años Carlos Alocén? No sé cuál es mi techo, por eso solo me preocupa poder mejorar para estar algún día lo más cerca posible de ese límite. ¿Qué le ha pedido estos días Scariolo? A Sergio le gusta trabajar con los jóvenes. Nos ayuda mucho. Dentro de la pista es un técnico que sabe transmitir muy bien sus ideas. Es muy completo. El oro en el Mundial no es casualidad y creo que él tuvo mucha culpa. Alberto Nevado «A veces voy a entrenar en autobús» -¿Qué hace cuando no está jugando al baloncesto? -No tengo mucho tiempo, así que me pongo alguna serie en el ordenador para descansar. También tiro mucho del móvil. Utilizo bastante las redes sociales. Me gusta más leer y enterarme de cosas más que subirlas, pero sí es un mundo que me llama la atención. -¿Y tiene ya carnet de conducir? -Por ahora no, pero antes de verano me lo habré sacado. Todavía voy en autobús al entrenamiento. Empecé a sacármelo hace tiempo y lo dejé aparcado. Hya días que quedo con Robert Benzing, que vive cerca de mí, pero si no cojo el autobús para ir al pabellón. -¿Y le reconoce ya la gente? -Zaragoza es una ciudad bastante tranquila en ese sentido. Sí que pueden pedirte una foto o un autógrafo, pero poco más. La gente puedes ver que habla a tu espalda, pero siempre con respeto. -¿Qué estudia? -Estudio marketing a distancia en la UNIR (Universidad Internacional de La Rioja). Me saqué cinco asignaturas el año pasado y cuando vuelva de las ventanas tengo los primeros exámenes. Cuesta, pero es un sacrificio que tienes que hacer. Basta con organizarte y tener la cabeza sentada para poder sacarlo. Creo que tener unos estudios para un futuro es importante. -¿Qué le ayuda a estar centrado cuando se le va la pinza? -Para mí, la clave es la familia. Tener un punto de apoyo es importante y yo lo tengo. Si de repente se me sube un poco la fama o algo, ellos no me dejan. En general soy tranquilo y no dejo que se me suba. De momento todo va bien.

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