Cualquier excusa es buena para charlar con Tamara Falcó y más aún cuando tiene fama de que por su espontaneidad siempre da titulares. Nos citamos con ella y comprobamos que ya no es la misma desde que participó en la última edición de «MasterChef Celebrity» y ganó. Su cercanía en el concurso la ha hecho más popular aún. Ahora la llaman por la calle como si la conocieran de toda la vida e incluso, los que la criticaban o tenían prejuicios hacía ella, le han pedido perdón a través de las redes sociales. Pero si en algo ha ganado es en seguridad. «El concurso no me pilló con el aspecto actual, pero he comprobado que España es un país de valores y por eso me ha encantado que la gente no le haya dado importancia al físico sino a la persona. Me ha dado seguridad en mí misma soy algo más que un pelo bonito, unas piernas preciosas…», confiesa. Este jueves ejercía de madrina del nuevo hotel Secrets Lanzarote Resort & Spa gestionado por la cadena americana líder en el sector Apple Leisure Group. «He disfrutado mucho de este refugio de paz con unas maravillosas vistas al océano. Disfruto mucho viajando y Lanzarote es una isla única». Confiesa que a ella le gustan «los hoteles buenos. Me quedé con una frase de mi hermano Enrique que decía “yo siempre me quedo en el Four Seasons porque sé que siempre va a estar bien. No te llevas sorpresas. Aunque a veces me arriesgo y pruebo algún hotel boutique que están de moda». La diseñadora está en su mejor momento profesional y ahora sí se ve más como la sucesora de su madre, la socialité Isabel Preysler. Reconoce que tienen muchas cosas en común. Se fijan hasta en el papel y la escritura de los contratos, los pequeños detalles de la mesa, usan un determinado perfume, etc.… «Para mí, mi madre es un referente, sería un sueño ser la sucesora. Mi madre si me ha dicho que “MasterChef” es un tren que pasa una vez en la vida, o lo aprovechas o pasa. Te quiero así a los 40, a los 50, a los 60 y a los 70. Subir es duro, tienes que escoger todos los proyectos que tengan coherencia. Es muy bonito pero muy complicado y mi madre lo ha hecho toda su vida», explica. Por eso Tamara ha querido confiar su plan estratégico de imagen a la agencia de The Lab Talents, capitaneada por Chus Martin. Ahora según ella puede escoger con qué marcas trabajar y por eso se siente una privilegiada de que Tous, Porcelanosa, Ruinart, Sisley o Armani Beauty la quieran como imagen. Pero no solo busca eventos, quiere explotar otras dos facetas; la culinaria y la televisiva. Su paso por el Basque Culinary Center ha sido testimonial, un fin de semana y aunque es consciente de que allí se han formado los mejores cocineros, no ve viable mudarse a Bilbao, por eso ha decidido cursar un ciclo en Le Cordon Bleu de Madrid. «A mí no me gusta la cocina tan clásica, me gustaría meterme caña con toda la vanguardia que hay, me divierte y es una experiencia. Pero es verdad que el origen de todo es la cocina francesa». En principio Tamara no tiene previsto montar ningún restaurante, pero si formarse «Yo quiero seguir metida en este mundo, me divierte, me motiva, admiro a los cocineros. Es muy sacrificado, porque es vocacional. Con el ritmo de vida que llevamos hoy en día es difícil encontrar menús equilibrados que no te aburran. Me he metido una matada en el concurso, pero quiero aprender más». Y eso que su padre, Carlos Falcó, marqués de Griñón, la introdujo desde pequeña en el mundo de la gastronomía llevándola a conocer los restaurantes más innovadores y conociendo las materias primas. Una cultura gastronómica que en el concurso le ha venido muy bien. Pero además de la cocina no quiere abandonar la moda que es su verdadera pasión, aunque su marca TFP By Tamara Falcó le robe mucho tiempo. «Me encanta vestir a una mujer y que se sienta guapa». Y ahora ha descubierto una tercera faceta que le motiva: «la tele me encanta. Sigo colaborando todos los viernes en ‘A partir de hoy’ con Máximo Huerta en TVE. Hago una sección de moda, pero me divierte el coloquio, la parte del show, el guion. Es como una pequeña familia, ya conozco hasta el chico que pone el micrófono». Faceta como tía Y cuando le toca hablar de la suya le brillan los ojos. Y eso que jamás había imaginado que le tocaría ejercer tanto de tía. «La faceta de tía, me encanta. A ver, cuando mi hermana Sandra tuvo a Isabela, estaba aún en la universidad y ahora es mi sobrina la que está yendo a la universidad en Nueva York. Ver a mi hermana Ana que ha cambiado radicalmente, está mucho más amable, super entregada a su niño. Me encanta verla así, a Ana la ha dulcificado la maternidad. Enrique está que se le cae la baba, sobre todo con Lucy, cuando le abraza se le ve súper feliz. Los padres y las niñas tienen una relación muy especial. Me hace mucha gracia. Mis otros sobrinos también, Alejandro está a punto de entrar en la universidad, la pequeña Sofi. Es que los niños son una gozada». Pero a pesar de gustarle tanto no entra en sus planes de momento la maternidad y menos aún plantearse lo de ser madre soltera. «Creo que es una responsabilidad muy grande y el niño me gusta que tenga roles. Me encantaría si encuentro a la persona correcta, me enamoro y hay un plan de futuro creo que es una evolución natural. Ojalá Dios me ponga la persona correcta, pero si no me la pone pues no podrá ser». Y aunque se le resiste el amor no usaría jamás las aplicaciones para ligar sobre todo porque no sabría manejarse en esas situaciones. «Yo entiendo mente, cuerpo y alma como uno. Creo que es super bonito y sagrado y es algo que no puedes compartir con cualquiera. Los matrimonios que son referente para mí han aparecido de repente en sitios que no se lo esperaban. Yo creo que sería incapaz de conocer a alguien que no sea amigo de mis amigos. Me siento más segura con alguien conocido». Su encuentro con el Papa La fe sigue viva en ella, tanto que pensó que conocer al Papa hace unos meses fue un regalo de la providencia. «Conocerle ha sido lo más alucinante que me ha pasado. Cuando me llamaron para proponerme presentar el acto de la inauguración de la nueva casa de Scholas en Roma, no se lo pude contar a mis amigos porque no sabía si era verdad. Además, era la primera vez que presentaba algo. Para mi este Papa dijo algo que me cambió la vida “no os alejéis del redil”. Y eso me guía para mantenerme firme en la fe». También mantener su físico le ha costado y ha tenido como todos altos y bajos. «Yo habré engordado, pero he aprendido mucho. El mundo no se derrumbaba para mí por cambiar de talla. Es cierto que te encuentras mejor y más atractiva cuando estas en tu peso, pero yo nunca había tirado la toalla. He hecho dietas que no me han funcionado o me he aburrido, pero desde que contraté a la nutricionista de la Buchinger para que me ayudara con los menús semanales me ha ido muy bien, aunque ha sido lento». Y aunque la primera vez que ingresó dos semanas en la clínica de adelgazamiento pensó que iba a ser una tortura ha descubierto que es un hábito anual que le va a copiar de por vida a Mario Vargas Llosa, la pareja actual de su madre, que lleva haciéndolo desde hace 30 años. Ahora tras unos días de descanso en Tenerife, vuelve a la vorágine diaria porque hasta en eso la ha cambiado MasterChef «antes era muy pachanguita, me gustaba ir con tiempo y ahora me hiperactivo. El concurso me creó una ansiedad que me metí en esa dinámica y ahora ya no puedo parar». Hasta se ha apuntado al gimnasio, pero no a uno cualquiera, esta probando el exclusivo método americano de la bailarina Tracy Anderson que causa furor en las celebrities.
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