Para cualquier golfista, los registros de los mitos son cifras inalcanzables en los libros de récords. Sin embargo, para Jon Rahm son un motivo constante de superación, que no hacen sino estimularle a ser cada vez mejor. En su caso, además, se da la circunstancia de que no es algo que se guarde en su fuero interno, sino que lo proclama con total descaro. Por eso, hubo quien le tildó de presuntuoso cuando, siendo aún amateur, dijo que iba a ser número uno del mundo y que superaría la marca de 18 grandes ganados por Jack Nicklaus. Siempre con Severiano Ballesteros como modelo, se propuso cumplir con sus objetivos y, más pronto que tarde, los está consiguiendo. El primero ha estado a punto de conseguirlo en 2018 y 2020, pues en solo cuatro campañas como profesional ya ha alcanzado el número dos del ranking en dos ocasiones. Y ahora que está en un momento de forma increíble (lleva cuatro top-10 en sus cinco torneos de este curso) es el momento del asalto definitivo al liderato. Estuvo a punto de conseguirlo el pasado domingo (necesitaba ganar en México y que Rory McIlroy fuera cuarto o peor) pero se quedó corto en su actuación, al acabar tercero. En las dos semanas de descanso que se tomará hasta el The Players seguro que tiene tiempo de pulir esos detalles que le faltan para doblegar al norirlandés. Con la referencia del cántabro y su orgullo por ir pisando por los mismos lugares por los que ha transitado antes el de Pedreña, tuvo un excepcional final de temporada el año pasado. Ganó el Open de España y la final de Dubái y se convirtió en el único número uno europeo español aparte de su predecesor. Esto se lo reconocieron sus propios compañeros y la semana pasada le entregaron el premio Severiano Ballesteros al mejor golfista contiental del año 2019. Al margen de superar los cinco majors del genio, que tiempo tiene por delante para conseguirlo, ahora al vasco le ilusiona alcanzar el número uno mundial y acompañar el nombre su ídolo con el suyo propio. Hasta ahora Seve ha sido el único español en la cima del golf universal (lo fue durante 61 semanas) y, aunque no quiere presionarse con el dato, lo tiene muy presente. Sabe que a la cima se llega ganando torneos y por eso lo da todo semana tras semana. Ahora mismo es el hombre a batir es Rory y tiene que quedar siempre por encima de él, sin descuidar a Koepka, aunque este anda recuperándose de una lesión. Su próxima cita directa será en The Players el 12 de marzo, pues hasta entonces se tomará unos días de descanso. Si ahí no consiguiera superarle, en el Mundial Match-Play de Austin tendría una segunda bala.
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