Jan es farmacéutico en el polígono industrial de Cobo Calleja, la meca de los productos chinos en Madrid. Él tiene, además de un negocio que sufre los estragos del Coronavirus, a sus abuelos en su país natal. «Por suerte están lejos de Wuhan y donde viven no hay tantos problemas. Poca gente se contagió», cuenta tras el mostrador de su negocio, donde tampoco hay existencias de mascarillas: «Por una caja de cincuenta antes pagábamos tres euros; ahora, más de veinte. No traemos porque nos aprovecharíamos de nuestros compatriotas». Lo que sí han hecho son envíos de mascarillas a la nación asiática. «La gente las compraba en otro sitio y nosotros las mandábamos. Hemos hecho más de 15.000; pero, aún así, hemos perdido en los últimos meses 3.000 euros de beneficio», indica el hombre, que no puede enviar desinfectantes porque contienen el alcohol. A trescientos metros de su negocio, Tao piensa en cómo estarán sus abuelos, que viven en un pueblo al suroeste del país de menos de 1.000 habitantes. «Las fronteras continúan cerradas, no pueden entrar ni salir. Mis padres les enviaron 500 mascarillas para que se protejan», dice el joven, que trabaja en una tienda de ropa para bebés. Lo mismo le ocurre a Ana, que posee otra farmacia. Su familia, al sur del país, ha estado confinada para recibir al Año Nuevo Chino. «Eso era impensable. Ese día todo el mundo sale a la calle, aunque esto en verdad es como una gripe». En el polígono, los comerciantes tienen la mente a 10.000 kilómetros. Juan es camarero en un restaurante de comida, como no podría ser de otra forma, asiática. Sus primos viven cerca de Shanghái y tienen que estar en su casa por prevención: «Pero ya no tenemos miedo como antes». Los hay también que prefieren olvidar que fue en su país donde nació el virus. «Mis paisanos lo han hecho muy bien aislándose catorce días, por eso ningún chino ha contagiado a un español», replica el dueño de un bazar de la calle principal del recinto industrial. «El problema ahora lo tenéis vosotros con los italianos, que hay 2.000 contagiados y los de Valencia fueron a ver el fútbol en Milán. En China ya no hay nada».De España https://ift.tt/2vjKcBM
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