domingo, 23 de febrero de 2020

Los trucos de Sonia Marina, la maquilladora de las famosas

Sonia Marina es casi tan conocida como las celebridades a las que maquilla. Se mueve con aplomo en el «backstage» de la Mercedes-Benz Fashion Week o la pasarela Gaudí, donde trabaja para firmas como Pronovias, Women’secret, Pepe Jeans o Desigual, y fue en esos desfiles donde conoció a Ariadne Artiles, Eugenia Silva o Judit Mascó, que se hicieron clientas habituales para sus eventos personales, campañas y portadas de revistas. Lo mismo sucedió con Paula Echevarría, Sara Sálamo, Mónica Cruz y Lucía Jimenéz, con quienes trabajó en series o películas, y acabó convirtiéndose en su maquilladora de cabecera (algunas la exigen en sus contratos). Incluso Alice Campello ha declarado en sus redes que es su «maquilladora favorita en el mundo». Con 15 años esta make up artist ya maquillaba y peinaba a su abuela, madre y primas, y decidió hacer de esta habilidad su profesión aprendiendo las técnicas de maquillaje de la antigua escuela. «Aunque lo mío es innato, la formación es necesaria para asentar bases. Allí te enseñaban a dibujar a lápiz y difuminarlo, algo que hoy en día no es tan necesario porque los maquillajes son mucho más fáciles de aplicar, pero cuando aprendes así, adquieres una técnica impresionante», asegura. A los 26 años empezó a trabajar con el maquillador y peluquero Moncho Moreno. De él aprendió «mucha disciplina», a no descuidar los detalles y a no conformarse. ¿En qué momento y por qué decides independizarte? «Todo artista necesita emprender el camino solo, para desarrollar el potencial que lleva dentro. Salir de la zona de confort te hace crecer». Define su estilo como una mezcla tradicional, ultra moderno y atrevido, pero con un lema: la mujer ha de estar guapa por encima de todo: «Siempre intento que se vea natural y favorecida, aunque el maquillaje sea cargado». A Ariadne Artiles, por ejemplo, le gusta llevar siempre eyeliner en todas sus versiones, hasta para ir con el look más sencillo, a Paula Echevarría le encantan las pestañas postizas, y a Eva González le fascinan los smoky eyes. Marina es una mujer con recursos, que funciona de maravilla bajo presión: «En una ocasión, para un shooting con Ariadne se me olvidaron los pinceles en casa y tuve que hacer el maquillaje con las manos y con bastoncitos. El resultado fue increíble, y nos hemos reído mucho de esa situación». Confiesa también que, en los Goya de 2013, Paula Echevarría entregaba uno de los premios y quería llevar moño. Le sugirió que se dejara un poco de flequillo ladeado en la parte delantera, pero ella insistió que todo para atrás. «Cuando estaba ya lista, con el conductor esperando en la puerta, Paula se vio fatal y me pidió que le hiciera lo que le había sugerido. Y en 15 minutos rehicimos todo el recogido. Yo estaba embarazada y por dentro estaba con la adrenalina a mil, pero lo conseguimos». Toda su experiencia le llevó a desarrollar una línea de maquillaje con los colores, texturas y fórmulas que le faltaban para sus trabajos. «Después de haber trabajado con las mejores marcas del marcado, y conocido las carencias y beneficios de cada producto, me he aventurado a desarrollar algunas herramientas imprescindibles». Creó primero la colección «Delicatte Matte», unos labiales mate de larga duración que no resecan la boca y la dejan aterciopelada, en seis colores que se adaptan a todos los tonos de piel («A Malena Costa le fascina el tono ‘‘Cheerful” y Eva González prefiere “Elegant”», desvela). Le siguió la máscara de pestañas «Expression», con un pincel curvo que se adapta a la forma de la pestaña y la eleva («Aridane Artiles es muy fan»), y después llegaron los polvos de sol «Bronzer Dee» («María Pombo los usa porque le dejan la piel con un aspecto muy saludable») y un iluminador «Hightlighter», para aplicar en puntos estratégicos, como la zona alta de hueso del pómulo, en el centro nariz y en el lagrimal, y aportar frescura y juventud al rostro.

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