La polémica que rodea a los «pisos colmena» se ha vuelto a desatar, esta vez, dentro de la propia empresa. El 9 de enero, el administrador único de Haibu 4.0, Eduardo Jaussi, envió un burofax a su socio y cofundador, Marc Oliver, para comunicarle su despido. Tan solo hizo oficial una separación, efectiva desde hace meses, por el rumbo que había tomado Oliver. «Antes, le decía: “Para, para de hacer estas tonterías, de decir que vas a enviar tus amigos rusos al alcalde de Madrid”», cuenta, en conversación telefónica con ABC, el propietario de Haibu 4.0 Colmenas S. L. Pero el que fuera su amigo durante más de 12 años hizo caso omiso. «Va por libre, hace lo que quiere», explica Jaussi, quien, antes del pasado verano, le sugirió mantener un «perfil bajo» en Barcelona. Mientras el dueño de la empresa se marchó varios meses de vacaciones, Oliver hizo y deshizo a su antojo. Declaró la batalla a los Ayuntamientos y proclamó su llegada a la capital por todo lo alto. Las administraciones mantienen que no concederán licencia a estos habitáculos y él se jacta de lo contrario. «Todo iba relativamente bien, hasta que los inversores interesados cortaron contacto diciendo que no van a invertir en alguien que está poniendo a parir a los políticos y está creando rechazo por sus dichos y hechos», reconoce Jausi, que entonces se desmarcó de los proyectos de la Ciudad Condal. Con todo, el dueño de Haibu todavía quiere continuar con este modelo de vivienda, aunque más amplio, y convertir la marca en una franquicia. Eso sí, Jaussi ha cortado por lo sano con su exsocio: «Marc Oliver no tiene nada que ver con Haibu», insiste.De España https://ift.tt/2HLAuLa
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