lunes, 24 de febrero de 2020

La Atalayuela: el cerrojazo a la zona de vertidos acaba con las «meca» de las carreras ilegales

Los motores ya no volverán a rugir en el polígono de La Atalayuela. Al menos, mientras los grandes maceteros instalados por el Ayuntamiento para evitar los vertidos de basura impidan entrar a los temerarios conductores que, desde hace años, han convertido esta zona del Ensanche de Vallecas en la «meca» de las carreras ilegales en Madrid. La colocación de estos elementos urbanos afecta a todos los accesos, incluido el que conecta la glorieta de la avenida del Mayorazgo con la calle Provisional Atalayuela Cinco, una de las más castigadas dada su extensión, en torno a los 800 metros, antes de alcanzar la siguiente rotonda. Fuentes municipales señalan a ABC que la medida se enmarca dentro de la última propuesta del PSOE, emitida a principios de 2019 e iniciada por el Gobierno anterior, para acabar con el reguero de basura que asuela el Camino de la Magdalena, al que se accede por La Atalayuela. Pese a que varios vecinos observaron el viernes por la noche una gran concentración de vehículos, lo cierto es que el cierre de las entradas aún operativas, llevado a cabo el pasado sábado, no guarda relación con el olor a goma quemada y las marcas de rueda en el asfalto. En los últimos dos años, la Asociación de Empresarios Excavadores y Transportistas de la Construcción de la Comunidad de Madrid (Amaexco) ha trabajado en esta superficie, de 33 hectáreas, para adecuar los terrenos en base a la construcción de un jardín singular, dentro del proyecto de rehabilitación del parque de La Gavia, aprobado durante el mandato de Manuela Carmena. Esta primera fase se ha dividido en dos partes: por un lado, la retirada de residuos y el depósito de toneladas de tierra para igualar la orografía; y, por otro, la apertura de nuevos caminos de cara a futuras actuaciones. Con el cierre total al tráfico rodado, la actual Administración busca espantar viejos fantasmas, sin que ello dificulte la actividad industrial propia del emplazamiento. Este fin de semana, han sido varios los empresarios que se han puesto en contacto con la Policía para pedir el levantamiento de las estructuras y volver a tener paso; una reclamación que la Junta de Distrito estudia siempre que se mantengan los que sean «estrictamente necesarios». A la iniciativa de los vertidos, se suma otra elaborada a mediados de 2018, también por los socialistas, a fin de erradicar las carreras ilegales; y una tercera, anunciada por el PP a finales de ese mismo año, para impedir que los vehículos pesados acorten desde la avenida del Mayorazgo para ir a Mercamadrid Circuito clandestino El plan más reciente para borrar los residuos del mapa ha provocado, a su vez, la «clausura» del mayor circuito clandestino de la capital. Aunque el Cuerpo Municipal no ha realizado ningún tipo de dispositivo especial en los últimos días, la presión de los agentes es continua, con controles periódicos y especial vigilancia en foros de internet y redes sociales, donde se promocionan algunas de las «KDDs» (quedadas, en el argot). Toneladas de basura en el Camino de la Magadalena - GUILLERMO NAVARRO Asiduos al movimiento explican la diferencia entre los encuentros «racing» y «tuning», caracterizados por una gran afluencia de turismos, expuestos para deleite del resto de conductores; y las carreras ilegales, marcadas por la falta de seguridad y la realización de maniobras extremas a toda velocidad. «No es lo mismo hacer una “KDD” en el aparcamiento de un lugar apartado y pasar el rato con la música, que ponerte a 200 en calles por las que pueden circular otros coches», advierte un aficionado. Como él, son muchos los participantes que conocen la delgada línea que separa ambas situaciones: «Aunque trates de que todo el mundo esté tranquilo, siempre puede haber alguno que pegue un acelerón o se ponga a hacer derrapes». Pequeñas «cabriolas» que nada tienen que ver con lo acontecido desde hace tiempo en el polígono de La Atalayuela, bautizado como la «ciudad desierta» por la ausencia de edificios. A finales del año pasado, la Unidad Integral del Distrito de Villa de Vallecas solicitó la instalación de badenes y el cierre de varios tramos para disuadir este tipo de conductas delictivas. Uso de drones En octubre, la Policía Municipal estableció un operativo con drones para cazar a los infractores en plena acción. Trece de ellos fueron identificados gracias a estos artefactos, empleados por primera vez para disponer de un punto de vista general, en un espacio con grandes viales de más de un carril por sentido y poco tránsito de vehículos y peatones, sobre todo al caer la noche. Además de La Atalayuela, existen otros cuatro puntos señalados en rojo por los investigadores. El Parque del Oeste, el barrio de Valdebebas, el aparcamiento del estadio Wanda Metropolitano y el Parque Oeste, este último en Alcorcón. En función de las características del lugar, los «pilotos» se enfrentan en diferentes modalidades. Si se trata de un espacio reducido, lo habitual es que dos coches compitan en un trazado de ida -una recta- o ida y vuelta -la misma recta, pero con un cambio de sentido-. El riesgo, no obstante, aumenta cuando los conductores corren en un «circuito urbano» improvisado, como el dibujado entre el coliseo del Atlético de Madrid y las localidades de Coslada y San Fernando de Henares. En este caso, los organizadores no fijaban una ruta concreta, por lo que los participantes podían elegir el camino siempre que pasasen por los «checkpoints» señalizados. Kilómetros a todo gas con grandes sumas de dinero apostadas. El Código Penal recoge penas de prisión de dos a cinco años, multas de 12 a 24 meses y retirada del carné de seis a diez años para aquellas personas que conduzcan con «manifiesto desprecio por la vida de los demás».

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