sábado, 22 de febrero de 2020

Génova ofreció a Alfonso Alonso una «salida honrosa» con un cargo en Madrid

Tras el choque de trenes entre el PP vasco y el PP nacional a cuenta de la coalición con Ciudadanos en el País Vasco, cerrada el viernes sin el aval de Alfonso Alonso, Génova hace ahora un análisis de los daños. Y según la dirección de Pablo Casado en este balance inmediato el mal menor es el liderazgo de su candidato, que sale muy debilitado a mes y medio de las elecciones vascas. Por el contrario, el bien mayor es el éxito de una operación de largo alcance que no acaba el 5 de abril –fecha de los comicios vascos y gallegos– ni cuando quiera que sean en Cataluña; sino que dibuja la reunificación del espacio de centro-derecha español –hoy dividido en PP, Vox y Ciudadanos– y una eventual alianza a nivel nacional. Un trampolín para concentrar el voto y volver a La Moncloa. Así lo ven en la dirección central y los barones autonómicos que, a excepción de Alberto Núñez Feijóo en Galicia, ya gobiernan con Cs en cuatro comunidades: Andalucía, Madrid, Murcia y Castilla y León. Y los que esperan a hacerlo en un futuro. Sin embargo, algunos reservan críticas a la gestión de un pacto que deja en mal lugar al PP vasco, por haberse cocinado sin ellos. Estas voces recuerdan el simbolismo de este grupo. «Aquí la gente se ha jugado mucho», replican en Bilbao. Feijóo dio el viernes «todo el apoyo» a Alonso. «Se le pidió volver al País Vasco y ha dado la cara, ha sido alcalde de Victoria. A mí me parece un buen compañero». En Génova reconocen que la resaca que deja el pulso librado con Alonso es dura porque además visibiliza su deseo íntimo de recambio en el País Vasco. De hecho, según confirmaron a ABC fuentes de la cúpula, a Alonso se le ofreció una «salida honrosa» con algún puesto sin concretar en el Ayuntamiento o en la Comunidad de Madrid. Fue el secretario general del partido, Teo García-Egea, quien en una comida el mes pasado le planteó al exministro de Sanidad y cercano a Soraya Sáenz de Santamaría regresar a Madrid. Alonso, que había sido enviado a su pesar por Rajoy a Vitoria para ser el candidato en las autonómicas de 2016, lo rechazó y hoy mantiene la intención de volver a encabezar la lista, ahora de PP+Cs. Puerta de salida La secretaria de Organización, Ana Beltrán, le enseñó ayer la puerta de salida: «Alfonso Alonso tiene que decidir» entre aceptar el pacto o irse. «Se le va a dar unos días», apuntan en el núcleo de Casado, que quiere zanjar cuanto antes esta crisis. El vicesecretario de Política Territorial del PP, Antonio González Terol, apuntaló el discurso oficial, que exige a los suyos generosidad, a todos salvo a Feijóo que sigue siendo el capitán general con su mayoría absoluta única en Europa: «Ningún proyecto personal va a estar por encima de la unidad de los constitucionalistas», aseguró Terol. «Altura de miras», insisten desde Génova. El presidente de los populares vascos ha convocado para mañana en Vitoria a la junta directiva regional para analizar el acuerdo electoral firmado en Madrid sin su aval. Alonso se ha quejado de haberse enterado por la prensa del contenido, que incluye dos puestos de salida para Ciudadanos en Vizcaya y en Álava, pese a que su presencia en el País Vasco es nula y las encuestas no le dan mejor. Pero en sus planes no está dimitir. Renegociar con Cs Fuentes de los populares vascos señalan que pelearán por renegociar los términos del acuerdo suscrito, que compromete dos «puestos de salida», pero no la posición exacta. El PPtiene hoy 9 escaños –dos por Guipúzcoa, dos por Vizcaya y cinco por Álava–. Las encuestas le dan a la baja. El objetivo es retrasar –hasta a un «cuarto» lugar– las posiciones en la lista de los dos nombres que proponga Arrimadas. En la dirección nacional se muestran abiertos a ello y señalan que para eso mismo estaba citado Alonso el viernes en Madrid. Tienen hasta el día 2 de plazo para registrar las listas. Pese al incendio desatado, en la dirección nacional se muestran exultantes por la tendencia que marca este acuerdo con Arrimadas, y que podría posibilitar próximos pactos en el resto del país que acreciente el poder territorial de ambos frente a la izquierda.«Es un hito en nuestras relaciones, hemos firmado el primer acuerdo preelectoral con Ciudadanos», defienden desde la cúpula del partido. Lo cierto es que la foto lograda el viernes no se logró en Navarra, donde Albert Rivera impuso negociar por partes: PP con UPN y UPN con ellos. Pero eso era cuando Rivera –con 57 diputados en abril de 2019– aún soñaba con desbancar al PPcomo primer partido del centro-derecha. Hoy Cs solo tiene 10 escaños en el Congreso y su líder interina, Inés Arrimadas, busca fórmulas para sobrevivir en las urnas, incluso en Cataluña, donde las encuestas apuntan a un batacazo pese a ser la primera fuerza. «Tal vez los miopes no lo vean. Es irrelevante quién es el número dos en Vizcaya», censuran desde la planta noble de Génova, donde culpan a Alonso de todo el escándalo creado. «Se ha rebelado de un pacto que él pedía», señalan indignados por el plantón del político vitoriano el viernes. Alonso fue citado a las 11 horas en Génova mediante un «whatsapp» enviado por la «número 3» de Casado, Ana Beltrán, a las 23.30 horas del jueves. El líder vasco se sintió ofendido después de haberse enterado por la prensa del acuerdo con Cs y se negó a acudir. Casado espera una llamada suya y él espera una llamada de Casado. Varios destacados dirigentes del partido, en cambio, lamentan la torpeza de una gestión que ha dejado al descubierto una profunda herida entre Génova y el PPvasco que nace del traumático congreso de salida de María San Gil, en 2008. «Ha faltado cintura», observa un cargo regional con mucho poder. «Es verdad que hay un proyecto global de fusión del centro derecha, pero las formas tienen que ser otras. Ciudadanos es un partido muy centralista, pero el PP no. Alfonso ha pasado su vida yendo con escoltas», añade. En otra de las regiones donde el PP gobierna con Cs insisten en que «todo lo que se hace sin contar con las direcciones regionales da problemas. Las formas hay que cuidarlas». En todo caso, el cierre de filas por la comunión lograda con Cs es total. «Estamos en el camino correcto. Aquellos que defendemos la libertad, la igualdad y la solidaridad entre españoles debemos sumar y ponernos de acuerdo porque será la única manera de evitar que siga gobernando la izquierda con la extrem aizquierda, los proetarras y los secesionistas y todos los que ponen en jaque el proyecto común», declara a ABC el presidente de Murcia, Fernando López Miras. En su opinión, «es hora de pensar en España, en el interés general sobre el particular». También la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se felicitó ayer por la coalición vasca. «Lo importante es cómo acaban las cosas», afirmó, deseando que PPy Cs «ilusionen» juntos en el País Vasco con un proyecto que apuesta por la «igualdad entre españoles».

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