viernes, 1 de octubre de 2021

El peso de Podemos en la candidatura de Díaz complicará su capacidad aglutinadora

El encaje y protagonismo que tenga Podemos en el futuro proyecto electoral de Yolanda Díaz puede ser el principal impedimento para aglutinar a otras formaciones bajo su paraguas. El malestar en el partido morado no surge de la eventual candidatura aglutinadora a la que aspira la vicepresidenta, algo que apoyan después de que Pablo Iglesias la situase como la próxima candidata, sino de la independencia que ella plantea con respecto al partido. Hasta hace apenas unos meses eran indistinguibles del espacio electoral de Unidas Podemos (UP). Perder ahora ese terreno realmente les escuece. El aparato morado está liderado por los dirigentes afines a su exlíder Pablo Iglesias que quedaron tras su salida en mayo. Esto no permite que se pase de forma definitiva la página de algunas batallas internas, sobre todo la que enfrentó a los «errejonistas» contra el sector oficialista de Iglesias. La fórmula para que vuelvan a converger es un rompecabezas. Un protagonismo alto de Podemos en la «plataforma amplia» alejará cualquier alianza con Más País (marca electoral de Íñigo Errejón) y Más Madrid (formación regional), lo que a su vez explicaría el rechazo de sus socios Compromís y Equo a concurrir en el proyecto. Equo además tiene su propia guerra 'verde', Juantxo López de Uralde, su exdirigente, ha formado dentro de UP su espacio ecologista: Alianza Verde. Nada garantiza que Más Madrid o Errejón puedan participar en la candidatura de la vicepresidenta segunda. Pero la ambigüedad en el discurso que está manteniendo ella para plantear un proyecto transversal y de «reconstrucción» al que puedan acercarse figuras de diferente signo sí está sirviendo para la reflexión, y también ha desencadenado movimientos y reacciones en los grupos a la izquierda del PSOE. Para empezar, como contaban ayer las páginas de ABC, en Podemos aceptan su proyecto aglutinador y estarían dispuestos a concurrir a las urnas con otro nombre. Eso no quita que estén en tensión por el riesgo de quedar diluidos. La voz a este temor la puso Juan Carlos Monedero el domingo en una columna cuando avisó de los riesgos de las candidaturas personalistas, de que el partido no sea el eje troncal y sugirió que Díaz pudiera caer en el «error» de Manuela Carmena. Aún así no les queda otra alternativa que seguir ese camino, dado que sería mucho más nocivo confrontar con la única persona con poder electoral que les representará en los comicios generales de 2023. Pero detrás de las cámaras ya admiten que ese discurso de Díaz del jueves en el que decía estar «rodeada de egos» y advertía de que «no va de partidos» les penaliza. Porque tienen que lidiar con que el foco recaiga sobre Ione Belarra, secretaría general de Podemos, y salga afectada de su ejercicio por minimizar cualquier sensación de malestar interna. No obstante, en Podemos también consideran que el discurso de Díaz puede interpelar a Errejón. Creen que la propia Díaz es consciente de que ahora mismo esa posibilidad con Más Madrid está lejos porque él no quiere. Y por eso ni siquiera se cierra un encuentro con él en el «proceso de escucha activa», como sí hizo con otras líderes como Mónica Oltra o Ada Colau. El 'lastre' es de color morado Al otro lado, desde Más Madrid defienden que ellos han logrado un espacio propio y que el principal problema que tiene la vicepresidenta Díaz es Podemos. En el entorno de Errejón consideran que el aparato morado es el lastre, que se lo complicarán y que serán reacios a dejar su identidad en un segundo plano para formar parte de algo que les supere. Algunas voces de Más Madrid también consideran que hoy ya no soplan los vientos del 15-M y que en estos momentos sí es posible que dos fuerzas a la izquierda del PSOE convivan. Por eso tampoco creen que les convenga volver al universo morado del que salieron ni que la unificación sea garantía de nada. «Noto últimamente cierto nerviosismo, quedan dos años de legislatura... —dijo el martes Errejón en el Congreso—. Y se lanza un mal mensaje a los españoles cuando a dos años se empieza que si las marcas, las coaliciones, las formas...». Luego, Joan Baldoví, portavoz de Compromís, en tándem con Errejón en el Congreso, se mostraba escéptico: «Esta vía ya se intentó con Podemos y justamente fue la parte que no funcionó». Y aunque comentó que le parece «extraño» que se hable tanto de este asunto en estos momentos, también admitió que «nunca cerraría la puerta a dialogar» con Díaz. El peso de Podemos será clave.

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