miércoles, 27 de octubre de 2021

Las claves de los primeros presupuestos de Ayuso, los más altos de la historia de la Comunidad de Madrid

Unos presupuestos «de eficiencia», «responsables, dinamizadores y para las familias». Así son, en opinión de su ‘padre’, el consejero de Economía y Hacienda Javier Fernández-Lasquetty, los presupuestos de la Comunidad de Madrid para 2022:un total de 23.033 millones de euros, cifra récord que supera en un 14,8 por ciento la de las últimas cuentas aprobadas –las de 2019; desde entonces éstas se habían ido prorrogando–. Incluye 1.018 millones de los fondos europeos de recuperación post-Covid, y cuenta con el aval de AIReF –la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal –en sus previsiones de ingresos y crecimiento. Eso sí, pese a ser los primeros presupuestos que presenta el Gobierno de la región desde que Díaz Ayuso es presidenta –desde 2019–, la jefa del Ejecutivo madrileño no estuvo presente en su puesta de largo, lo que le daba cierto aire de provisionalidad al acto. Su agenda incluía, a esa hora, la inauguración del nuevo centro tecnológico de Huawei en Madrid. «No le den ningún significado a ello, no lo tiene», aseguraba Fernández-Lasquetty ante las preguntas por la ausencia de Ayuso. «Son sus presupuestos», insistía. Las cuentas regionales incluirán las rebajas de impuestos prometidas: el próximo miércoles ya se aprobarán en consejo de Gobierno la desaparición de los tributos propios y la bajada de medio punto en cada uno de los tramos del IRPF para los madrileños. Ambos cambios entrarán en vigor en enero de 2022. También a partir de entonces se pagarán los 500 euros mensuales a las madres con menos de 30 años, dentro de un plan de fomento de la natalidad que supone invertir 29,67 millones de euros este próximo ejercicio. Los impuestos gestionados por el Estado le suponen a Madrid 21.288 millones de euros de ingresos, una cifra un 4,8 por ciento superior a la de los últimos presupuestos. En IRPF, por ejemplo, se espera recaudar un 12,8 por ciento más, a pesar de las rebajas. Menos intereses por deuda Los gastos de personal suben 1.007 millones de euros, debido según Fernández-Lasquetty a la contratación de profesores y personal sanitario. Lo que disminuyen son los intereses que se pagan por la deuda: 94 millones de euros menos está previsto abonar por este concepto en 2022, lo que supone un 11,9 por ciento de bajada. Sanidad incrementa su presupuesto hasta alcanzar los 8.783 millones de euros, un 8,6 por ciento o casi 700 millones de euros por encima del anterior. Se van a ampliar hospitales y reconstruir otros, como La Paz, y se eleva sensiblemente la partida para el calendario vacunal:un 64,9 por ciento más, hasta llegar a 99,8 millones de euros. Educación llegará en 2022 a los 5.723 millones de presupuesto, un 16 por ciento más que en las cuentas de 2019. De su mano queda uno de los guiños a Vox en el escenario presupuestario:fondos para la plena implantación de la gratuidad en el tramo 0-3 años en los centros públicos –que ya existe desde 2019 y se dota para poder continuarla–, a lo que se suma que 9 de cada 10 peticiones de cheque guardería se conceden», lo que afecta a los usuarios de centros privados. Familia es la encargada de esa ayuda a las madres de menos de 30 años, y además incrementa sus partidas para residencias de mayores y para reducir la lista de espera en atención temprana. Estas tres áreas citadas, unidas al dinero invertido en fomento del transporte público y subvención al viajero en estos medios de locomoción, llevan a Fernández-Lasquetty a defender que el presupuesto madrileño destina «un 88 por ciento a gasto social», casi 19 puntos más que el Gobierno central, destacó. Fernández-Lasquetty defendió que el presupuesto madrileño destina «un 88 por ciento a gasto social», casi 19 puntos más que el Gobierno central Transporte centrará sus presupuestos en ampliaciones de Metro y nuevos intercambiadores. Yen Justicia, el mayor esfuerzo, con casi 915 millones de euros, será para nuevas dotaciones y para resucitar proyectos como el de la Ciudad de la Justicia en Valdebebas. Economía pone el zoom en la creación de empleo, y destina 235 millones a formación. Su máxima prioridad es atraer inversión a Madrid, para lo que destina 280 millones de euros. En el área de Medio Ambiente, Vivienda y Agricultura, hay un objetivo: el acceso a la vivienda, que se llevará a cabo a través de los planes Mi Primera Vivienda –para avalar hipotecas–, Alquila Joven y Plan Vive. Recuperar la industria turística merece, en opinión de los responsables madrileños, el esfuerzo de incrementar un 41 por ciento el presupuesto de Cultura: 279 millones de euros que además irán a los bonos turísticos, al fomento de actividades culturales, al deporte y, cómo no, a la Oficina del Español. Telemadrid La digitalización se llevará la parte del león de los 445,8 millones de euros de este área, que también contará con partidas para los fondos de reequilibrio territorial –que crecen un 270 por ciento, hasta llegar a los 18,3 millones–. Un segundo guiño a Vox fue el relativo al recorte en el sector público: un 10 por ciento menos de aportación a Telemadrid –«como nos comprometimos con Vox», añadió Lasquetty–, y un 37,3 por ciento menos de presupuesto para consorcios: de 83 a 52 millones de euros menos. El hecho de que 1.000 millones de euros del presupuesto dependan de la llegada de los fondos europeos a través del Gobierno central no preocupa al responsable de la Economía de la Comunidad, que recuerda «son fondos comprometidos en los Presupuestos Generales del Estado y en las conferencias sectoriales. Son de los impuestos de los europeos, y no un regalo de Pedro Sánchez». De paso, aprovechó para quejarse de que «todos los ministros han utilizado en su reparto criterios que benefician a Valencia y a Cataluña y que perjudican a Madrid». El reparto de fondos adicionales por parte del Ministerio de Trabajo a Navarra, País Vasco y Valencia, que se conoció la semana pasada, «lo llevaremos a los tribunales», manifestó el consejero. Los presupuestos madrileños irán hoy a la Asamblea para comenzar su tramitación: dos meses para negociar con Vox las 4 abstenciones que les hacen falta. «Contienen muchas cosas que los madrileños necesitan; buscaremos el entendimiento», concluyó. Larga negociación El PP tiene 65 diputados en la Asamblea. Muchos: más que toda la izquierda junta. Pero no suficientes: le faltan 4 para llegar a la mayoría absoluta y poder sacar adelante los presupuestos presentados ayer. Por eso mantiene desde hace semanas la negociación con Vox, que la estira intencionadamente, sabiéndose colaborador necesario en estas cuentas. Al menos, con su abstención. Y por ella, al menos, pelean ahora los populares. El camino no va a ser fácil:de hecho, en el Gobierno llevan semanas esperando de Vox un listado de peticiones concretas sobre las que negociar. La estudiada inconcreción del grupo que dirige Rocío Monasterio mantiene el foco sobre ella. Que se deja querer, pero no acorta la distancia ni un milímetro. Las negociaciones, de momento, las llevan adelante Fernández-Lasquetty y el consejero de Presidencia, Enrique López. El primero, en las cuestiones económicas; el segundo, en las relativas a contenidos ideológicos, como las leyes LGTBI. Díaz Ayuso, hasta ahora, no ha participado en las mismas. Pero nadie imagina que Monasterio no la quiera a su lado en la ‘foto finish’. «Avanzando» Lasquetty, inasequible al desaliento, aseguraba ayer que «la negociación va avanzando», aunque no hubo manera de que concretara sobre lo que se estaba tratando. Advertía, eso sí, que «no puede ser que un grupo de 65 diputados acepte lo que dice un grupo de 13». Y recordaba a esta última formación que las cuentas «responden al programa de investidura, que votaron PPy Vox». Rocío Monasterio, por su parte, daba carrete al equipo negociador popular: «No hemos dicho no; negociaremos enmiendas», apuntaba a ABC. En declaraciones a Antena 3 puntualizaba que quedaba camino por recorrer:«Ahora se abre un periodo hasta el 21 de diciembre para poder enmendar estos presupuestos», eliminando lo que llama «la grasa del sistema, los chiringuitos, observatorios y el gasto que no sea fundamental». En la Asamblea, los diferentes grupos iban tomando posiciones. Alfonso Serrano, portavoz del PP, definía las cuentas como «realistas, rigurosas y acomodadas a la realidad de estos momentos». Incluso abría la posibilidad de «sentarnos a abordar las reformas puntuales» de las leyes sobre colectivos LGTBI que generan dudas de constitucionalidad a Vox. Sometidos «al yugo» En el bloque de la izquierda, la postura era ayer claramente contraria a las cuentas regionales. María Pastor (Más Madrid) las calificaba como «un refrito de viejas ideas, mediocre, que no está a la altura de Madrid:es un 14 por ciento menos de lo que ha necesitado en 2020». A su juicio, «faltan3.800 millones de euros respecto a la prepandemia». Juan Lobato, flamante portavoz del PSOE, los considera «unos presupuestos sometidos al yugo de Vox». Aunque aún tiene que estudiarlos en detalle, le parece preocupante el sometimiento al partido de Rocío Monasterio:«Ya se están llevando a cabo los trámites parlamentarios para una reforma escandalosa y que nos parece un disparate». Por su parte, la portavoz de Unidas Podemos, Carolina Alonso, considera las cuentas «la misma receta pero aderezada con un buen pellizco de ultraderecha». Y añade: «Frente a los recortes, el ruido y regalos a los amigos de Isabel Díaz Ayuso, aderezados con un buen pellizco de ultraderecha, los madrileños nos merecemos unos presupuestos que reactiven la economía, que refuercen derechos y que reanimen los servicios públicos».

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