viernes, 29 de octubre de 2021

La Liga se vuelve loca con el uso del VAR

Lejos de enterrar la polémica arbitral históricamente intrínseca a un deporte alimentado por la pasión, el VAR tampoco consigue aplacar la controversia y, jornada tras jornada, su utilización multiplica las dudas de aficionados que, independientemente del color que vistan, sienten que las cámaras y la revisión de las imágenes han convertido al fútbol en algo diferente a lo que era. Una extraña percepción que se extiende entre técnicos y jugadores que empiezan a acostumbrarse a nadar en la confusión porque una misma acción puede salir cara o cruz dependiendo de quién se siente el fin de semana ante los monitores de la sala VOR. Lo que en un partido se ve blanco en el área, en el siguiente puede mutar a negro. Ante lo que muchos entienden como una alarmante falta de unanimidad de criterio frente a una misma jugada, el colectivo arbitral acude al reglamento y a su aplicación estricta para justificar decisiones que no dejan de avivar el debate sobre la aplicación de la tecnología. Un pisotón a Vinicius en el Real Madrid-Osasuna, el gol anulado al sevillista Ocampos ante el Mallorca por una mano de Fernando o la pena máxima contra el Atlético de Madrid por otra mano en el área que ni jugadores ni aficionados del Levante llegaron a protestar son solo algunas de las jugadas que, por acción u omisión del VAR, han caldeado aún más los ánimos en la última jornada de la Liga. No hay, sin embargo, equipo ni hinchada que no se haya sentido agraviada durante el curso. La tecnología irrumpió tras el Mundial de Rusia para hacer más justo el fútbol español y del resto de ligas, pero muchos aficionados ponen ahora en cuestión esa afirmación. Estrenado en 2018, Julen Lopetegui tiene claro que el VAR ha llegado para quedarse, aunque considera que la polémica nunca terminará porque es parte del fútbol: «Con las nuevas ayudas tecnológicas, el error se irá acotando, pero la polémica nunca acabará». Pese a sentirse perjudicado en Mallorca el miércoles al señalarse una mano a Fernando que invalidó el posible 1-2, el técnico del Sevilla defendió el jueves el uso del VAR para poder mejorar este deporte, poniendo el foco en la necesidad de aclarar su aplicación. La incertidumbre parece haberse instalado en el fútbol. «El problema está en saber cuándo va a intervenir y cuándo no», afirmó el preparador en la previa al partido de hoy ante Osasuna. El protocolo Según el protocolo, el VAR puede asistir al árbitro en caso de que se produzca «un error claro, obvio y manifiesto» o «un incidente grave inadvertido». A profesionales y aficionados, sin embargo, se les escapa cuándo actúa realmente porque, ante jugadas similares, el paso de las jornadas está demostrando que los árbitros pueden ser requeridos o no desde la sala VOR para revisar las imágenes a pie de campo. El Real Madrid esperaba que Soto Grado fuera advertido del pisotón que sufrió Vinicius en el área en un lance con el osasunista Lucas Torró. «Existe un pisotón, incluso peligroso; afortunadamente no le pasó nada al tobillo de Vinicius. Es una jugada fea y no entró el VAR, pero en otras ocasiones sí entra», se lamentó Emilio Butragueño, director de relaciones institucionales del Real Madrid tras el empate ante los navarros. Un resultado que podría haber variado si el colegiado hubiera tenido la oportunidad de ver las imágenes en la banda. «El VAR ha arreglado cosas objetivas como el fuera de juego. Las cosas que no son objetivas, como las manos, son más complicadas, pero la polémica ya estaba antes del VAR», recordó ayer Carlo Ancelotti al ser preguntado sobre el uso de la teconología. Sí intervino el VAR en el Ciutat de Valencia por una mano en el área que nadie vio ni protestó y que acabó siendo decretada como pena máxima tras ser captada en la sala VOR. Una mano de Lodi sin ninguna incidencia que el colectivo arbitral entiende que estuvo bien señalada atendiendo al reglamento porque estaba en posición antinatural y separada del cuerpo. Un toque involuntario del lateral del Atlético de Madrid sin ningún rival alrededor. Más allá de la confusión de no saber cuándo se utiliza y por qué dos jugadas iguales parecen arbitradas de forma diferente a pesar de la existencia del VAR, los detractores entienden que la tecnología priva de naturalidad al fútbol y convierte los partidos en una continua incertidumbre para aficionados que incluso ya no se atreven a cantar un gol a la espera de que las imágenes sean chequeadas. El VAR, sin embargo, también ha puesto de manifiesto el desconocimiento que muchos hinchas tienen sobre el reglamento de su deporte favorito. El tanto de Mbappé ante España en la final de la Liga de las Naciones permitió que muchos descubrieran que reglamentariamente no era fuera de juego una posición claramente adelantada del delantero. Una jugada similar al gol anulado el pasado martes por Gil Manzano al Elche, a instancias del VOR, en la derrota ante el Alavés (1-0).

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