viernes, 29 de octubre de 2021

Ayuso baja la presión y acatará la fecha del congreso que fije Génova

La grieta existente en el seno del PP de Madrid, entre los partidarios de adelantar ya el congreso regional para elegir un nuevo presidente del partido y los que son más proclives a mantener la fecha de final del primer semestre de 2022, quedó ayer de manifiesto en la reunión de la Junta Directiva. La celebración de las reuniones del Comité Ejecutivo, que no se convocaba desde mayo; y la Junta Directiva regional, desde marzo, se había calentado por parte de los dos sectores enfrentados. El malestar latente por el retraso en la convocatoria se unía a las críticas sobre los nombramientos de la gestora, que consideraban irregulares, sobre responsables locales en cuatro poblaciones madrileñas. La tensión inicial la rebajó la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, a su llegada a la sede del PP. La expectación que había generado su intervención ante la posibilidad de concretar una fecha para celebrar el congreso nacional fue sustituida por la prudencia de la presidenta que, sin dar un paso atrás en su anuncio de presentarse a las primarias del PP de Madrid, no se decantó por un mes concreto. «Salir unidos» Su propuesta de que se celebre el congreso cuantos antes, dijo, no era para «presionar a nadie» y consideró la reunión de la junta directiva como «un lugar idóneo para hablar entre nosotros y para que expongamos por qué creemos que es bueno que se celebre pronto. No es una cuestión de presionar, espero que se celebre lo antes que se pueda porque es bueno para los candidatos, para los programas electorales, para coger la fuerza de las elecciones últimas y trasladarla al resto de la Comunidad. Serán cuando decida el partido, y yo lo acataré, es lo suyo. Lo que quiero es que salgamos de aquí unidos». Antes que ella había llegado la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, la más beligerante contra la dirección nacional por no convocar el congreso en enero, como llegó a pedir durante su intervención ante la junta directiva. Aguirre fue más allá y se refirió a posibles ilegalidades: «Hay que tener en cuenta que tanto la Ley de partidos políticos como los estatutos del partido dicen que no puede pasar más de cuatro años sin que se convoque el congreso». Otros destacados miembros de la dirección regional no quisieron hacer ningún tipo de declaraciones, como fue el caso del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. Llegó y se fue sin atender a los medios de comunicación. Sí intervino en la Junta Directiva para dar las gracias a la dirección regional por el trabajo que está realizando. Silencio absoluto Con estas tres posiciones fijadas: una prudente, otra de confrontación total y otra de silencio absoluto, comenzaron las reuniones. La primera fue del Comité de Dirección, en la que estuvo presente Ayuso. Este órgano dio el visto bueno a cambios en las presidencias locales de Miraflores de la Sierra, Pedrezuela, Ribatejada y Torres de la Alameda, cuyos presidentes han causado baja por motivos personales y han sido relevados por los secretarios generales. El total de afiliados al corriente del pago de estos municipios es de 11 y representan el 0,01% de la militancia total del partido en Madrid. Estos relevos habían sido cuestionados por el sector afín a Ayuso que señaló a ABC que, gracias a la presión ejercida, no han sido sustituidos por gestoras. El sector oficial, por el contrario, dice que son cambios normales. Posteriormente fueron aprobados por el Comité Ejecutivo sin ningún cuestionamiento. El cara a cara de todos los sectores tuvo lugar en la reunión de la Junta Directiva. Por primera vez los posicionamientos no se hacían a través de los medios de comunicación ni en actos públicos, sino en el seno de los órganos de dirección. Al margen de la intervención de la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso; la secretaria general, Ana Camins; el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida; y el presidente de la gestora, Pío García-Escudero; tomaron la palabra una docena de cargos. Las fuentes consultadas discrepan del tono de las mismas. El entorno de Ayuso asegura que la mayoría eran a favor de la celebración de un congreso cuanto antes; el entorno de la dirección regional, que hubo un equilibrio con las que pedían que se respetaran los tiempos que marque la dirección nacional. Los ayusistas afirman que García-Escudero cortó el turno de intervenciones y que si lo hubiera prolongado las opiniones a favor de Ayuso habrían sido más. Ambiciones personales La presidenta de la Comunidad manifestó ante sus compañeros su firme decisión de presentar su candidatura para presidir el PP de Madrid. Ante las sospechas de que tenga ambiciones nacionales, quiso dejar claro que no pretende «concentraciones de poder ni híper liderazgos. Quiero que todo el mundo se sienta representado». Además, mostró su «total» apoyo a Pablo Casado, «para que obtenga una amplísima mayoría» y puso en valor su «sintonía» con el alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida. Los afines de Ayuso que tomaron la palabra fueron, entre otros, Pilar Marcos, los consejeros Paloma Martín y Javier Fernández-Lasquetty. Los cercanos a la dirección, la presidenta de Nuevas Generaciones, Ana Isabel Pérez; el alcalde de Majadahonda, José Luis Álvarez, o el presidente del distrito de Chamberí, Jaime González Taboada. Pío García-Escudero se comprometió a trasladar a la dirección nacional la petición de que el congreso se celebre cuanto antes.

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