domingo, 31 de octubre de 2021

El Europa, el equipo que tiene un «No» por bandera

El fútbol reúne un alto valor educativo, en el que la cooperación y el compañerismo están presentes en todo momento, además del respeto y deportividad con el adversario. Pero parte de este espíritu se pierde cuando el deporte se profesionaliza y se mimetiza con algunas conductas dudosas de la sociedad actual. El Club Esportiu Europa ha querido dar un paso adelante significándose políticamente y haciendo de la defensa de los derechos humanos su gran bandera. Un pionero en solidaridad y valores, como hace 92 años, cuando fundó la actual Liga junto a Real Madrid, Barcelona, Athletic, Real Sociedad, Espanyol, Arenas de Guecho y Athletic de Madrid. Una entidad con solera, y muy arraigada en el popular barrio barcelonés de Gracia, que ahora luce un lema que deja claro que los intolerantes no son bienvenidos en sus filas: «Decimos no al racismo, al fascismo, al machismo, a la homofobia y al bullying». Una leyenda que está presente en las camisetas de su primer equipo, que milita en la Segunda RFEF, y en el femenino, que disputa la Primera Nacional. «En los últimos tiempos estamos viendo como ciertas actitudes y comportamientos, que deberían ir retrocediendo en pleno siglo XXI para dar paso a una sociedad más justa, respetable y abierta, no sólo no retroceden sino que dan saltos gigantes hacia atrás. Para nosotros era necesario dejar claros una serie de postulados para dar a entender a nuestro entorno y a la sociedad que ciertas actitudes no tienen cabida, ni en nuestra entidad deportiva ni en el mundo civilizado», explica a ABC Víctor Martínez, presidente del club. «Esta iniciativa surge a raíz del contexto en el que estamos viviendo una ofensiva de los valores de la extrema derecha, que no nos gusta», añade Ramon Armengol, directivo del área social, que muestra su indignación: «Cuando no son ataques al colectivo LGTBI, son ataques racistas... No solo vemos ataques sino un altavoz político que da cobertura a este tipo de situaciones. Además, el mundo del fútbol también vive situaciones de este tipo. Creemos que tenemos que luchar desde todos los frentes contra estos discursos». El Europa es el primer club español que pretende incluir estos postulados en sus estatutos, que deberán ser aprobados en la asamblea que se celebrará durante la primera quincena de noviembre. Los escapulados seguirán, de esta manera, los pasos del San Pauli alemán, club abiertamente antifascista. «Seguimos viendo cómo diferentes discursos de odio hacia minorías siguen estando muy presentes. Además, históricamente, en el mundo del fútbol este tipo de discursos de odio han tenido un mayor arraigo. Desde el fútbol, posicionarse puede ayudar a sensibilizar que hoy más que nunca es necesario que cada vez más gente se implique en esta lucha», insiste Armengol, que apunta al arraigo del equipo con el barrio de Gracia, que «históricamente ha tenido a nivel popular un carácter catalanista y antifascista», como uno de los motores de esa implicación. Desde las oficinas de la calle de las Camelias no se esconde la mezcla de deporte y política. Es más, los dirigentes lo justifican: «Sí. Totalmente. No lo negamos. Desde nuestro punto de vista, el deporte y la política están permanentemente mezclados y lo vemos todos los días. Que se haya sancionado al Rayo Vallecano porque su afición gritó que un jugador era nazi y que, en cambio, no se hayan cerrado campos cuando se han escuchado gritos racistas es claramente politización del fútbol. O que el Mundial se celebre en Catar, que es una dictadura. La politización del fútbol es total, pero sorprende que solo destaque cuando se defienden una serie de valores como hemos hecho nosotros». Un motivo de orgullo Vestir la camiseta del Europa es ahora un motivo de orgullo, un acicate para aceptar la llamada del club escapulado. Lo explica el capitán del equipo, Alex Cano: «Para nosotros estos principios deberían darse por supuestos y por sabidos, pero en la sociedad de hoy en día es necesario hacer visibles estos postulados dada la creciente discriminación hacia algunos colectivos y el aumento preocupante de ciertas actitudes que son, por suerte, reprochadas por la gran mayoría de la sociedad». Precisamente, generar valores es lo que pretende el club que cale en la escuela que tienen. «Pretendemos que palabras como respeto, solidaridad y empatía con los iguales y con los diferentes tengan un peso. No solo estamos formando futbolistas, también estamos formando personas», insiste Armengol, que deja claro que en el Nou Sardenya no se tolerarán actitudes que vayan en contra de los valores que defienden. «No pedimos el carnet político a nadie, pero sí que como club se va a intentar que haya una coherencia con nuestro posicionamiento», apunta, al tiempo que asegura: «Si algún futbolista defendiera unos valores que no podemos aceptar, no lo ficharíamos». El Europa echa de menos que los grandes clubes también se posicionen. «Se debería pedir un poco más de coherencia. Vemos campañas de la UEFA en contra del racismo y luego hay campos en el que se oyen cantos homófobos y sexistas. Me gustaría que clubes de nivel profesional apretaran a quien corresponda para que esos discursos se terminen concretando. Vemos situaciones que no se persiguen con la contundencia que se tendrían que perseguir», concluye Armengol.

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