Macarena Olona (Alicante, 1979) atiende a ABC tras declarar el Tribunal Constitucional la inconstitucionalidad de la prórroga de seis meses del segundo estado de alarma nacional decretado para combatir la pandemia del coronavirus. No ahorra en críticas al Gobierno, al que sitúa «en rebeldía democrática», pero tampoco al PP, partido al que acusa de «mentir» a los españoles. El Tribunal Constitucional (TC) volvió a darles la razón y declaró inconstitucional el segundo estado de alarma. ¿Esto legitima la estrategia judicial de Vox contra Pedro Sánchez? En diecinueve meses de legislatura llevamos interpuestos veintiséis recursos ante el TC de inconstitucionalidad y de amparo. Lo que hace Vox es defender con la ley en la mano la democracia, el Estado de derecho y a los españoles. Afortunadamente, también nos acompañan los resultados. Con esta sentencia, es el tercer varapalo sucesivo que se ha llevado este Gobierno por sus actuaciones ilegales en la pandemia. Se ha situado en una situación de absoluta rebeldía democrática. Los españoles claman al cielo preguntándose qué es lo que hace falta en este país para que alguien dimita. ¿Qué opina de las críticas a la judicialización de la política? Nosotros no politizamos la Justicia, lo que hacemos es llevar ante la Justicia los hechos que consideramos que deben ser expulsados del ordenamiento jurídico porque conculcan la Constitución o las leyes. Son ya dos sentencias contra los estados de alarma del Gobierno y una contra el 'cerrojazo' del Congreso, ¿se plantean presentar otra moción de censura? Lo que hemos hecho, y no es poco, es exigir la inmediata dimisión del Gobierno. La primera sentencia del TC que declara inconstitucional el primer estado de alarma fue bochornosa. Cuando se produjo la sentencia contra el 'cerrojazo-secuestro' del Congreso pedimos la dimisión de los miembros de la mayoría socialcomunista de la Mesa, con Batet a la cabeza. Pero es que anteayer nos quedamos solos en esa petición de dimisión porque el PP se limitó a pedir la comparecencia urgente de Sánchez y de Bolaños. Nosotros no vamos a permitir que caiga en el olvido la traición que este Gobierno está cometiendo contra España y contra los españoles. ¿Una moción de censura no está sobre la mesa? No me corresponde a mí hacer esa valoración porque no tengo la capacidad de decisión. ¿Esperan que prospere pronto alguno de sus otros recursos ante el TC? Por las noticias que van publicando los medios de comunicación, se ha filtrado la ponencia sobre un recurso importantísimo contra la 'ley Celaá' y esa ponencia propone la estimación del recurso de Vox. Lo que desconozco es el alcance. Como sabe, una cosa es la propuesta de la ponencia y otra lo que acabe pasando. El mero hecho de que un análisis técnico-jurídico objetivo, cual es el de la ponencia, ya proponga la estimación de nuestro recurso me parece una noticia extraordinaria. Después de conocerse el fallo del TC, vimos un cruce de reproches entre ustedes y el PP. Llamaron «colaboracionista» al PP. ¿Entienden los votantes de PP y Vox esa disputa tras una sentencia desfavorable al Gobierno? No se trata de una disputa entre partidos. Se trata de fidelidad o traición a los españoles. Esto es lo que quisimos poner muy claro cuando con sorpresa vimos cuál era la reacción del PP, que prácticamente se estaba arrogando y atribuyendo este extraordinario varapalo que ha sufrido el Gobierno. El Gobierno aprobó el real decreto por el que se nos imponía un estado de alarma perpetuo por periodo de seis meses, pero es que el Gobierno de España no estuvo solo en esa traición a los españoles. Si esto fue posible, es porque el Congreso avaló al Gobierno. Lo avaló el Congreso salvo 52 diputados de Vox que votamos en contra y un diputado de Foro Asturias. El resto o bien lo apoyaron o bien permitieron que saliera adelante con su abstención. Por desgracia este último caso es el del PP. Fue así porque el PP es rehén de sus baronías internas y tenían a un señor Feijóo que estaba exigiendo ese estado de alarma perpetuo. Es cierto que en esa votación el PP se abstuvo, pero también lo es que aun votando en contra, el estado de alarma salía adelante. ¿Incluye en esa «traición» al PP? Absolutamente. Pero es que además mintió a los españoles. Escuché en directo al señor Casado mentir a los españoles en un discurso muy duro contra el Gobierno y decir que iban a denunciar este estado de alarma perpetuo ante la Comisión de Venecia. Tengo clarísimo que hay cabezas brillantes en el PP. No podemos hablar de ignorancia. Cometió un error que por supuesto no era baladí. No solo se abstuvieron, sino que no lo recurrieron ante el TC. Esta actuación tiene una razón de ser: que no hay unidad, no hay un partido nacional; hay un PP según estés en Galicia, en Madrid... Se dedican a cuitas internas y a repartirse los órganos constitucionales.«Los españoles claman al cielo preguntándose qué hace falta en este país para que alguien dimita» Ustedes también apoyaron la primera prórroga del estado de alarma y fue clave su abstención para que se aprobase el decreto sobre los fondos europeos. ¿Fueron colaboracionistas? Ambas cuestiones tienen una explicación. A diferencia de lo que ha ocurrido ahora con el PP, esa explicación no tiene nada que ver con nuestros intereses particulares. En el caso de la primera prórroga del primer estado de alarma, recordemos, se aprueba en un momento en el que Vox había exigido que se declarase el estado de alarma. El estado de alarma es el único instrumento que sin suspender derechos y libertades permitía ese mando único que nos llevase a toda España contra un enemigo invisible [el coronavirus]. Lo que nunca exigimos es que se incumpliese la Constitución. Cuando se prorroga por primera vez el estado de alarma el Gobierno trae a la Cámara un documento que sobre el papel es impecable. En ningún momento se hablaba de suspender derechos. Lo que sucede es que de Sánchez no hay que fiarse. No pasaron ni 72 horas desde que lo convalidamos en el Congreso y Sánchez compareció de manera unilateral en Moncloa, en una rueda de prensa sin preguntas, anunciando que se paralizaba toda actividad económica de España. Es decir, que se suspendían los derechos y libertades de los españoles. Vimos que por la puerta de atrás se había impuesto un estado de excepción encubierto y alzamos la voz para decir alto y claro que era una auténtica salvajada jurídica. En abril interpuse recurso contra el primer estado de alarma. Creo que no se puede hablar de mayor celeridad. En cuanto al real decreto, también explicamos en su momento que no entramos al juego de PP y Ciudadanos, que pretendieron darle una patada a los españoles en el trasero del señor Sánchez, hasta el punto de que Casado acudió a Europa para deslegitimar a España y conseguir que no llegasen los fondos europeos. Dijimos alto y claro que los españoles, los que están en la calle, no tienen veinticuatro horas de espera. El problema siempre ha sido si el Gobierno tendrá capacidad de gestionar adecuadamente un importe tan elevado: 140.000 millones de euros. Pero precisamente gracias a ese decreto no hay mecanismos de control de los fondos, ¿no habría sido mejor votar en contra y obligar al Gobierno a presentar uno nuevo? No, porque lo que hicimos al tiempo de abstenernos fue apoyar la tramitación como proyecto de ley, de tal manera que vía enmiendas pudiésemos introducir mejoras. Lo que nos congratulamos es que el Gobierno haya hecho caso a Vox cuando exigió que el control de las ayudas se atribuyese a la Airef como autoridad independiente. Lo que nos pareció un sinsentido fueron las propuestas de otros partidos como el PP que pretendían crear una agencia independiente: más gasto público, más burocracia y más tiempo de espera. El PP mintió cuando dijo que no existía ningún control.De España https://ift.tt/3BtKMJk
0 comentarios:
Publicar un comentario