Es una enorme biblioteca pública en el barrio de La Guindalera (distrito de Salamanca), con cerca de 600.000 documentos, propiedad del Estado y gestionada por la Comunidad de Madrid. Pero los vecinos llevan años encontrándose con sus puertas cerradas. Y los carteles informativos que indican el inicio de obras de mejora que parecen no terminar nunca no son un consuelo: sobre alguno de ellos, incluso, algún anónimo usuario ha escrito: «¿Y cuándo se abre? No os interesa». Se trata de la Biblioteca Manuel Alvar, de titularidad estatal pero gestionada por la Comunidad de Madrid desde el año 1988. Su prolongado cierre ha llamado mucho la atención entre sus usuarios, hasta el punto de que hay en marcha una recogida de firmas en Change.org que se acerca ya a las 10.000 rúbricas. En la misma, se denuncia la clausura de esta biblioteca desde el mes de abril de 2019, tachan de «enigmáticas» las obras en marcha, y protestan por la tardanza en reabrir la instalación, «la más grande del barrio, que ofrecía no sólo servicio de préstamo sino también de salas de estudio, internet, sala de actos, de exposiciones y otros servicios culturales básicos en el barrio de Salamanca-Guindalera». Adecuación y mejora Según explican en el Ministerio de Cultura y Deporte, en efecto, las obras –de emergencia– comenzaron en el año 2019, como consecuencia de un acuerdo con el Gobierno regional y con una inversión por parte del Ministerio de 1.400.000 euros. Con este dinero, se iniciaron trabajos para la renovación completa del sistema de climatización y la adecuación de los espacios e instalaciones de la biblioteca a la normativa de prevención de incendios, explican a ABC fuentes ministeriales. A finales del ejercicio 2019, añaden, se alcanzó un nuevo acuerdo entre el Ministerio de Cultura y Deportes y la Comunidad Autónoma de Madrid, con el fin de realizar nuevas inversiones y rehabilitar completamente la Biblioteca Manuel Alvar, dadas las carencias con que contaba. Hay que tener en cuenta que este centro se construyó en su día, en 1985, sobre unos antiguos laboratorios farmacéuticos rehabilitados. Pasó a llamarse Manuel Alvar en 2003, y desde entonces alberga los fondos personales del lingüista. Hoy cuenta con unos 600.000 documentos. Edificio que acoge la Biblioteca Manuel Alvar, en La Guindalera - Guillermo Navarro Pero la llegada de la pandemia y la declaración del estado de alarma detuvo cualquier actividad durante meses, incluidos los trabajos en este equipamiento. En octubre de 2020, el Ministerio de Cultura «contrató la redacción de un proyecto de sustitución del sistema eléctrico, la mejora de la iluminación de todo el edificio, la sustitución de los suelos, pintura, diversas mejoras de la accesibilidad y la reparación de diversas humedades y otras patologías menores del edificio», explican desde el ministerio que dirige Miquel Iceta. Añaden además que «actualmente se dispone de proyecto de ejecución consensuado por ambas Administraciones, cuyo coste de licitación es de 2,81 millones de euros». Los trámites para la obtención de la licencia de obra ya se han iniciado, explican, y en cuanto la obtengan, «se iniciará el procedimiento de licitación de la ejecución de la obra, con el objetivo de poder comenzarla en 2022». La Biblioteca pública Manuel Alvar tiene 6.580 metros cuadrados de superficie repartidas en siete plantas. El centro, cuando estaba abierto, disponía de 288 puestos de lectura y 34 para el uso de Internet; acceso a ‘wifi’ gratuito en toda la biblioteca;y desarrollaba 414 actividades al año, entre talleres, cursos, cuentacuentos, exposiciones... Además, comparte con la Biblioteca Regional de Madrid la sede del Depósito Legal. En este sentido, estas funciones ahora no las ejerce, debido a su cierre. Pero le permitía contar con una importante colección originada por los fondos que la censura recibía, y que sólo pueden consultarse en sus instalaciones. La oficina de Depósito Legal está ubicada en este momento en la Biblioteca Regional, explican en la Consejería de Cultura que dirige Marta Rivera de la Cruz. Allí es donde llegan los ejemplares de nuevos libros, los que van a la Biblioteca Nacional y otros dos ejemplares para la Comunidad de Madrid. Uno de ellos iba a la Biblioteca Manuel Alvar, y otro se queda en la Biblioteca Regional. «Son los dos centros depositarios de la región», explican. Ahora, y hasta la reapertura de la Manuel Alvar, los dos ejemplares se quedan en depósito en la Regional.
De España https://ift.tt/3isE8fU
0 comentarios:
Publicar un comentario