Antes había un ‘Cinema Paradiso’ en cada pueblo grande y en cada sesión de tarde al menos un nuevo Totó se enamoraba del cine. Un ‘Cinema Paradiso’ en una plaza siciliana, el desaparecido cine ‘Omy’ de Medina de Rioseco, la fachada del ‘Castilla’ que aun se sostiene en Béjar o una sala ‘Galaxy’ en la caótica y colorida india como ha traído este año el director Pan Nalin a la Seminci en ‘Last film show’. Todos los cines son el mismo una vez que se apagan las luces, poco importan los desconchones de las paredes. Las salas históricas han ido desapareciendo de un mundo rural que dejó de estar para películas e incluso del centro de las ciudades y ahora... Ver Más
De España https://ift.tt/313tMNF
0 comentarios:
Publicar un comentario