Lo que parecía una tranquila manifestación de colectivos de izquierdas contra la Bolsa de Madrid bajo el lema «La Bolsa o la vida en Centro» terminó ayer con un nuevo edificio usurpado por los okupas de La Ingobernable. «Madrid, hemos vuelto para llenar de vida en común un nuevo espacio», anunciaron los radicales al tomar el inmueble situado en el número 4 de la calle de Alberto Bosch, en el distrito de Retiro y junto al parque, al tiempo que colgaron una pancarta violeta y amarilla en la fachada en la que se puede leer «Seguimos en el corazón de Madrid». Paraguas en mano para resguardarse de la fina lluvia que cayó por la tarde en la capital, los okupas aguardaron a las puertas del edificio a que llegase la Policía, a quienes recibieron con aplausos, pitidos y cánticos como «La Macarena», «La Mayonesa» o el «Aserejé». El inmueble que han escogido en esta ocasión pertenece al Ministerio de Justicia, con quien ya ha contactado el Ayuntamiento. Según la ley, el propietario tiene 24 horas para tomar una decisión respecto a los okupas y conseguir así que la Policía los desaloje, si no continuarán en el interior. Se trata de un Bien de Interés Cultural (BIC), protegido y del siglo XIX, antiguo archivo estatal, que llevaba sin ningún uso desde 2015. «Diez, cien, mil centros sociales», reivindicaron los okupas, cuyo objetivo es «construir un Madrid que ponga la vida en el centro». «Como en los dos últimos años, Madrid vuelve a tener un espacio para la organización y la lucha feminista», dijeron los portavoces del colectivo, una vez que ya habían entrado en la finca que se utilizará para realizar «acciones del movimiento feminista durante esta semana que culmina el 8-M». Después funcionará, al igual que el edificio que utilizaban antes en la calle del Gobernador, como centro social autogestionado. «Esta acción supone un acto de resistencia y desobediencia ante las agresiones sistemáticas que los espacios autogestionados llevan soportando desde hace meses en la ciudad de Madrid», cargó el colectivo, en una clara alusión a la tolerancia cero que el Ayuntamiento liderado por José Luis Martínez-Almeida ha demostrado, desde que asumió el cargo el regidor, con los usurpadores. Por este motivo, La Ingobernable hizo un llamamiento a «inundar de vida y actividades este edificio y a reclamar el derecho a la ciudad, especialmente de aquellas partes que han sido secuestradas a sus vecinos y vecinas para regalarlas al turismo». Entienden los okupas que su labor es reclamar «el respeto al modelo de autogestión y horizontalidad». La Ingobernable como tal se fundó en mayo de 2017 cuando entraron a un bloque vacío que pertenecía al Consistorio y que había sido cedido por Ana Botella a la Fundación Ambasz para un museo. Manuela Carmena deshizo la operación. El Gobierno actual levantará allí un museo judío.
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miércoles, 4 de marzo de 2020
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» Segundo asalto de La Ingobernable: un edificio protegido y del Ministerio de Justicia junto al Prado
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