Desde que el Gobierno decretó el estado de alarma el pasado 15 de marzo, las policías locales son vigilantes, junto al resto de las Fuerzas de Seguridad del Estado, de que se cumplan todas las medidas de restricción para frenar al coronavirus. En Valladolid, los agentes como Bernardo Cañas siguen velando por la seguridad ciudadana, pero también porque la cuarentena social se mantenga. Desde su motocicleta, se encarga de la zona centro de la ciudad del Pisuerga. «Durante las mañanas hay más movimiento, por las compras, pero por las tardes hay mucho menos», asegura sobre lo que está observando en estos días de aislamiento. «Con el trascurso de los días la gente se va concienciando más», asegura, y pone como ejemplo los controles que realizan a lo largo del día. Durante la semana pasada, en uno de ellos, el «90 por ciento lleva el justificante preparado» y el otro «10 tiene un motivo de sentido común, como atender a sus padres o hacer la compra para ellos». Y la actitud de las personas a las que paran para comprobar hacia dónde se dirigen es «perfecta». «Nadie pone mala cara porque hagamos nuestro trabajo, cuando en otras circunstancias quizá sí la pondrían», expresa el policía local. Por lo general, la ciudadanía agradece su labor e, incluso, si se encuentran de servicio en la calle a las ocho de la tarde, comparten aplausos con los profesionales sanitarios. «Nos dan ánimo y las gracias», asegura. «Reconforta ver como nos trata la ciudadanía», explica el agente, que reconoce que «el miedo al contagio siempre existe, pero tememos que ser estrictos con las medidas de protección». «Tenemos que estar ahí, los sanitarios están más expuestos y lo mínimo que podemos hacer es secundarles desde nuestro trabajo», concluye.De España https://ift.tt/342KREA
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