lunes, 2 de marzo de 2020

Ferraz consolida a Narbona como portavoz en sustitución de Ábalos

Aproximándose ya a los dos años desde que Pedro Sánchez accedió a la presidencia del Gobierno, Ferraz y las siglas del PSOE siguen adaptándose a esta nueva realidad en las que las siglas del partido y la sede federal están claramente supeditados al Gobierno. Una falta de foco que solo se corrige en tiempos de campaña electoral en los mítines del presidente del Gobierno, y que se pone de manifiesto al arrastrar un déficit importante: la ausencia de un portavoz reconocible de la Ejecutiva federal. En las tres últimas comparecencias en Ferraz ha sido la presidenta del PSOE, Cristina Narbona, quien ha asumido la portavocía oficiosa del partido tras las reuniones de la dirección socialista. En la primera comparecencia Narbona justificó su presencia en la sala de prensa, en calidad de presidenta, por abrirse una nueva etapa una vez dejado atrás el intenso año electoral de 2019 y tras formarse un Ejecutivo a pleno rendimiento tras superar la investidura. Pero lo cierto es que la continuidad de Narbona en esas funciones pone de manifiesto la necesidad de los socialistas por reciclar una portavocía que, también de manera oficiosa, venía ocupando el ministro de Transportes y a la vez secretario de Organización, José Luis Ábalos. Pese al tiempo transcurrido desde que estalló el caso Delcy la continuidad del número tres del PSOE como portavoz de facto de la Ejecutiva se ha visto comprometida. Su perfil y capital político se ha puesto en duda tras este episodio, aunque se ha optado por blindar su continuidad, limitando su presencia ante los medios de comunicación, ya que sigue siendo una pieza fundamental en el PSOE que se edificó tras las primarias de 2017. La anomalía a la hora de ocupar este puesto se extiende desde hace tiempo. El portavoz oficial de la Ejecutiva sigue siendo, desde el Congreso Federal de 2017, el alcalde de Valladolid, Óscar Puente. Pero las veces que ha ejercido como tal en rueda de prensa se cuentan con los dedos de una mano. Y lleva sin hacerlo más de un año. Ha sido Ábalos quien en su lugar ha ocupado esa portavocía, incluso cuando ya tenía un asiento en el Consejo de Ministros. Pese a que el movimiento actual no deja de ser claramente defensivo, tras el suceso de Barajas con la vicepresidenta de Nicolás Maduro, sí apuntan en el entorno del ministro que «no hay causa efecto» y que con el paso del tiempo se seguirá esta misma dinámica. Se defiende que el motivo extraordinario era antes, cuando las ruedas de prensa de los lunes eran fundamentales en el ejercicio de oposición ya el año pasado al estar inmersos en un año netamente electoral. «Se va a poner el foco en la acción del gobierno», justifican. Y también defienden que será el momento de «dar cancha» a nuevo perfiles. Eso fue lo que sucedió con la portavocía del comité electoral, que asumieron dos diputados como Felipe Sicilia y Esther Peña. Pero ese relevo por otros perfiles lo cierto es que por el momento las riendas las ha tenido que asumir un perfil veterano como el de Narbona, que más allá de asumir la presidencia en 2017 había tenido un perfil público muy limitado. La necesidad de tirar de Narbona se debe también a que la número dos y vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, está concentrada en su actividad como portavoz en el Congreso de los Diputados. Nunca ha sido además un perfil que se manejase con comodidad en las ruedas de prensa, con lo que limita las mismas a las que pueda dar en el parlamento. Ayer, la Ejecutiva del PSOE acordó la salida de la misma de Beatriz Corredor, nueva presidenta de Red Eléctrica. También dejar la presidencia de la Fundación Pablo Iglesias, que pasa a pilotar Santos Cerdán. Además, la Ejecutiva del PSOE recordará el legado de Rubalcaba en el primer aniversario de su muerte con tres actos sobre «la paz, la educación y el Estado autonómico».

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