El ex decano del COAM Granero anuncia acciones contra la decana

El ex decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, José Antonio Granero, ha emitido un comunicado en el que niega las acusaciones que vierte sobre él la actual dirección colegiada del COAM, Belén Hermida, relativas a la venta de la sede de la Fundación. Granero asegura que llevará «a los tribunales» a la decana. La actual Junta de Gobierno del Colegio, dirigida por Hermida, ha planteado una demanda contra él y cuatro miembros más, patronos de la Fundación Arquitectura, por la venta considerada «irregular» de la sede de dicha Fundación, en la calle Piamonte, 23, entre los años 2013 y 2014. Sin conformidad Según denunció Hermida en rueda de prensa el pasado viernes, «la venta de la sede de la fundación no se realizó de conformidad con la autorización del protectorado de fundaciones del Ministerio de Educación, ni tampoco del acuerdo del patronato de la Fundación Arquitectura, que establecía la venta en un mínimo de 4 millones de euros», cuando según Hermida se vendió por 3,4 millones. La denuncia, dijo, ha sido admitida a trámite por el Juzgado de Primera Instancia número 34 de Madrid. Hermida asegura que está siendo objeto de una campaña de «desprestigio» y «acoso y derribo» por levantar las «irregularidades» que se están produciendo en el Colegio. De su Junta de Gobierno se han producido tres dimisiones: el secretario y dos vocales. Salvar al Colegio En su descargo, Granero responde con un amplio comunicado en que explica que su etapa al frente de la institución se desarrolló entre 2011 y 2015, «un momento crítico de la institución y la profesión». Recuerda que el mandato siguiente, de José María Ezquiaga, «sólo recibimos reconocimientos por nuestra gestión», que en un momento de gran dificultad «salvó al Colegio de la quiebra e impulsó proyectos que aún continúan». Hasta la aparición de la noticia que denunciaba la venta irregular del edificio de Piamonte, que dio lugar, señalan, a «una comisión de investigación en el COAM a espaldas y sin contar con los responsables de aquella operación, de forma secreta y opaca». El resultado de la misma es una información «incompleta, sesgada y con numerosos errores» que se transformó en un expediente que «se remitió a la Fiscalía, que lo archivó en un mes». Ese mismo asunto, detalla, dio lugar a «otra sentencia condenatoria al COAM por el despido del director financiero», en la que se «recoge que no hay ocultación, ni hechos que merezcan ser investigados y que todo ha sido objeto de instrumentación política», afirma Granero. El ex decano insiste también en que «el importe de la venta fue de 4 millones de euros. Todos los detalles de la operación, incluido su importe y sus gastos, eran públicos, están perfectamente aclarados y autorizados en su día por los órganos colegiados competentes. No hay un solo dato nuevo». Por último, asegura que «las declaraciones de la decana van a tener respuesta en los tribunales» por si fueran constitutivas de un delito de calumnias.

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