lunes, 2 de marzo de 2020

El besapiés de Jesús de Medinaceli se mantiene, de momento, a pesar del avance del coronavirus

La Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid esperaba la decisión del Ministerio de Sanidad, al cierre de esta edición, para determinar si impide o no la celebración de actos multitudinarios como el que tendrá lugar en tres días en la basílica de Jesús de Medinaceli de la capital. Como es tradición cada primer viernes de marzo, miles de fieles están llamados al besapiés de la talla del conocido popularmente como Señor de Madrid. Un acto al que suele acudir algún miembro de la Familia Real –el año pasado estuvo la Infanta Elena– y que, de momento, no ha sido cancelado. «Estamos a la espera de las decisiones que tome al respecto Sanidad. No nos han comunicado nada. El pasado viernes también se celebró el besapiés», informaron a ABC fuentes del Arzobispado de Madrid. Preguntados sobre si se están tomando alguna medida extraordinaria en materia de higiene, miembros de la Archicofradía de Jesús de Medinaceli explicaron a este diario que se «hace como es costumbre». Es decir, limpiando el pie de la talla con un paño seco después de cada beso. Tradición histórica La imagen de Jesús Nazareno que custodian los Capuchinos se talló en Sevilla en el siglo XVII por encargo de los Duques de Medinaceli y se trasladó a Marruecos para culto de los españoles, concretamente a la plaza fuerte de Mámora, en Marruecos. En abril de 1681, fue robada y arrastrada por la calles de Mequinez. Tras ser rescatada un viernes de Cuaresma por los Trinitarios, llegó a Madrid en el verano de 1682 con fama de ser milagrosa. Fue expuesta en una pequeña ermita que se levanta en lo que hoy es el templo de los padres Capuchinos y, en honor de su rescate, se instauró la costumbre de besar el pie del Cristo el primer viernes de marzo. A pesar de que la de hoy es la cita predilecta de los devotos para venerar la talla –por estar a ras de suelo–, se puede besar su pie durante todos los viernes del año. La actual iglesia de Jesús de Medinaceli fue realizada por el arquitecto Jesús Carrasco-Muñoz Encina sobre los restos de antiguos conventos que sufrieron los avatares, primero de la Guerra de la Independencia y, después, de la ruina tras la Desamortización de Mendizábal. El templo fue consagrado el 21 de noviembre de 1930 por el obispo de Madrid Leopoldo Eijo Garay. En 1973 el Papa Pablo VI concedió a la iglesia madrileña el título de «Basílica Menor». Si nada lo impide, el viernes vivirá la tradición que siguen madrileños y fieles llegados de toda España para postrarse a los pies de esta histórica imagen, símbolo de la devoción popular, y para formular tres peticiones de las que la tradición dice que Jesús intercederá por una de ellas.

De España https://ift.tt/2vmHiwp

0 comentarios:

Publicar un comentario