Los daños colaterales de las medidas impuestas para frenar el avance del coronavirus aún son imprevisibles pero lo que es incuestionable es que ningún club podrá cumplir con sus presupuestos, lo que ha provocado que todas las entidades ya estén valorando alternativas para paliar el grave descenso de ingresos. La Serie A está estudiando medidas para contener el impacto económico, entre ellas una reducción de las fichas de los futbolistas: el Olympique de Lyon ha anunciado que suspende temporalmente de sueldo y salario a sus jugadores, el Sion francés ha despedido a nueve futbolistas (entre los que está Alex Song) que se han negado a recortarse el salario, y la plantilla del Mönchengladbach ha aceptado bajarse sus emolumentos para tratar de capear la crisis causada por el Covid-19. Son algunos ejemplos que se están extendiendo en el mundo del fútbol y del deporte en general, como demuestra el ERTE que ha aplicado el Ademar León, segundo clasificado de la Liga Asobal. Todos los clubes están estudiando las medidas a tomar para tratar de frenar el alto impacto económico provocado por la paralización de todas las competiciones y la congelación de los ingresos de televisión, de taquillaje, de atípicos y de esponsorización tras el estado de alarma decretado por el Gobie rno. El Barcelona es uno de los primeros clubes españoles que está valorando la opción de recortar el salario de sus deportistas. Hay que tener en cuenta que la masa salarial que asume el club supone el 61 por ciento del total del presupuesto de la presente temporada. En total, 507 millones de euros anuales en sueldos y 135 en amortizaciones, mayoritariamente de fútbol. La junta directiva mantuvo ayer una reunión ordinaria, vía telemática, en la que se expuso que la plantilla del primer equipo fuera instada a un gesto que permita al club soportar el impacto de la crisis. «Cualquier empresa en situaciones excepcionales aplica medidas excepcionales y un club no es diferente», asegura a ABC Jacinto Vicente, abogado especialista en derecho deportivo. Pero añade que «mientras haya un pacto todo es aplicable». Para Vicente, con una amplia experiencia en negociaciones entre jugadores y clubes la estrategia está clara: «Lo normal es que una plantilla acepte bajarse ahora el sueldo porque lo recuperará más adelante. Es como lo de las cláusulas de fidelidad. No hay ningún jugador que acepte perder dinero; si se rebaja el sueldo es porque tarde o temprano lo recuperará». Obligados a pactar Eduardo Ipiens, dueño de la empresa de representación Ipi Sport & Management, insiste en que en el fútbol profesional, Primera y Segunda división, «es prácticamente imposible adoptar medidas unilaterales y es necesario llegar a acuerdos para evitar conflictos importantes». Su dilatada experiencia como agente de futbolistas le lleva a asegurar que «los clubes deberán sentarse con los futbolistas de forma individual para negociar cada caso particularmente» y apunta que una fórmula recurrente es la de «ofrecer alargar el contrato con una ficha menor, lo que le asegura al jugador los mismos ingresos o incluso más». El Barcelona, que durante la reunión de la Comisión Delegada mantenida el pasado martes ya valoró las pérdidas que se avecinaban y trabajó en las medidas a implementar para minimizar el impacto, emitió ayer un comunicado tras estudiar un plan de supervivencia hasta que se reanude la competición y se normalice la situación. «La junta directiva ha analizado la situación y ha hecho una primera aproximación a diferentes escenarios y a posibles medidas que hay que tomar con el objetivo de minimizar todas las afectaciones económicas», reconoce sin descartar la intención de recurrir a sus estrellas para que se solidaricen con la entidad en estos momentos.De Deportes https://ift.tt/2xdI2V0
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