En un plazo de doce años –si no se producen retrasos imprevistos–, el Hospital de La Paz será otro. Y, a la vez, será el mismo:estará situado sobre la misma parcela, pero habrá renovado completamente sus instalaciones, haciéndolas flexibles –podrán «crecer» a medida que lo hacen las necesidades del centro hospitalario– y más humanas. Y ello, gracias al proyecto de tres equipos de arquitectos: Burgos y Garrido –que hicieron Madrid Río–, Juan Vicente y Núñez Paz (MAPA), y Cruz & Neila, junto al consultor hospitalario Alberto Pieltain–. Una vez finalizada la tramitación de los correspondientes concursos y redactado el proyecto, se espera que las obras comiencen en el hospital con el año 2021. El mayor reto que deben afrontar los arquitectos, reconocían, es el de ejecutar los trabajos sin que en ningún momento de estos próximos doce años se paralice la actividad asistencial de La Paz. 700 profesionales El proyecto ganador del concurso que se convocó a tal efecto se llama «Campo de retamas», en homenaje al libro de igual título de Rafael Sánchez Ferlosio. «Son pequeños textos que reflejan bien lo que queremos hacer: un gran edificio lleno de pequeños lugares», explica Francisco Burgos, uno de los arquitectos ganador del concurso. Para desarrollar esta idea, han seguido las sugerencias del plan de reforma que elaboraron hasta 700 profesionales del hospital. Su idea es desarrollar un espacio de 320.000 metros cuadrados –un 72 por ciento más que los actuales 180.000 que ocupa el centro hospitalario–, con dos grandes edificios en forma de prisma que serán los referentes: el hospital general, de 19 plantas, y el materno-infantil, con 15 alturas. Además, se conservará –una de las condiciones que se establecían en el concurso– la torre circular que ha sido durante décadas la Maternidad y el emblema de La Paz. Esto se completará con un gran zócalo en el que se prestarán los servicios clínicos. Los arquitectos prevén diferentes «caras» para este complejo: hacia la M-30, un volumen potente; hacia la Castellana, una «imagen más institucional», en consonancia con la gran avenida de Madrid a lo largo de la cual se encuentran joyas como el Museo del Prado o la Biblioteca Nacional, y se remataría aquí con el nuevo Hospital de La Paz. Uno de los grandes valores de este proyecto es su «máxima flexibilidad»: como lo resume Burgos, «es un soporte geométrico capaz de transformarse» porque responde a un espacio que «a lo largo de su vida útil, va a cambiar muchas veces». Juan Vicente, otro de los coautores del proyecto, añade más detalles: «El suelo es el que hay, así que las ampliaciones se producen sobre lo que ya está hecho». Por ejemplo, se prevén «dos plantas de crecimiento en la zona de hospitalización»; y hay que «dejar espacio» para posibilidades técnicas de futuro a corto, medio y largo plazo, como la «unidad de protones que se instalará». «Inspirador» Pero además de estos espacios «rigurosos», los autores del proyecto han querido incluir otros «inspiradores», de manera que el nuevo Hospital de La Paz sea «una máquina de curar, pero también un espacio amable donde se sientan acogidos». Por eso plantea que haya zonas «no abrumadoras para el ciudadano, fáciles para orientarse, y donde la gente se sienta confortable». Habrá un patio muy grande con árboles, cubiertas aterrazadas, jardines interiores de juegos para niños... «No será un hospital convencional», explican. Habrá una doble fachada, y elementos de eficiencia energética que, mediante lamas y filtros, permitan dotar a cada zona del hospital de la luz necesaria. Una vez elegido el proyecto ganador, por un jurado de expertos multidisciplinares, ahora se inician los trámites para la adjudicación definitiva, que tendrá lugar antes de fin de año, y se hará por una cuantía de 17,7 millones. Desde entonces, los arquitectos tendrán por delante un periodo de siete meses para redactar el proyecto. Luego, se adjudicará la construcción y ésta comenzará probablemente en 2021, adelantó el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero. Los trabajos se realizarán por fases: «Desde su inicio, a lo largo de 12 años, y con una inversión de unos 500 millones de euros», aclaró. «Será la infraestructura hospitalaria más importante de la década».
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