miércoles, 27 de noviembre de 2019

Cs se une a la izquierda y solo el PP rechaza la reprobación a Ortega Smith

La unanimidad que quedó patente el pasado lunes por parte de todos los partidos para reprochar al portavoz de Vox en la capital, Javier Ortega Smith, que «reventase» el acto del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer se rompió ayer en el pleno municipal. En una alianza inusual, Ciudadanos prefirió unirse al bando de PSOE y Más Madrid y propiciar así la reprobación de Ortega Smith por «boicotear» y «faltar al respeto a las víctimas de violencia de género». A pesar de que el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida (PP), reiteró que la actitud y el discurso de Ortega Smith el 25-N fueron «desafortunados», rechazó apoyar la moción impulsada por los socialistas por suponer «un precedente» para coartar la «libertad de expresión». La posibilidad de que PP y Ciudadanos se aliaran con Vox para evitar que se debatiese la moción sobrevoló durante toda la mañana. Pero aplazar la polémica no parecía una buena opción dadas las circunstancias. PSOE y Más Madrid ya habían advertido de que si impedían discutir y votar la moción al no aceptar su urgencia, volverían a presentar la reprobación en el pleno de diciembre como proposición ordinaria. Como es lógico, José Luis Martínez-Almeida (PP) y Begoña Villacís (Cs) no querían que la cámara municipal apercibiese a Ortega Smith en la misma sesión en la que necesitarían su apoyo para aprobar el proyecto de presupuestos del gobierno bicolor. Por eso, cuando ayer llegó la hora de la verdad, prefirieron posicionarse y no extender un mes más la controversia. Así, Ortega Smith recibió una de cal y otra de arena por parte de PP yCiudadanos. «No le reprobaremos por sus palabras, ni por su ideología, sino por respeto y por humanidad», le espetó la vicealcaldesa, Begoña Villacís (Cs), que inclinó la balanza a favor de la izquierda y, con ello, puso en pie a las bancadas de PSOE y Más Madrid y se granjeó su sonoro aplauso. «Ustedes no han venido a reprobarme a mí, sino a amordazar a los que no seguimos a pies juntillas lo que dicen ustedes» «Ustedes no han venido a reprobarme a mí, sino a amordazar a los que no seguimos a pies juntillas lo que dicen ustedes», se defendió Ortega Smith, que arguyó que se siente «orgulloso» de su actuación y que volvería a repetir el mismo discurso en el mismo momento y lugar. «Al que interrumpieron, al que insultaron, al que no dejaron hablar fue a mí, no a una víctima», insistió el edil, que al término de la votación afirmó, sin tapujos, que la reprobación le importaba «un bledo». En esta línea también basó sus argumentaciones el alcalde, que se negó a apoyar la moción por poner «en juego la libertad de expresión». «Por detestables que nos parecieran esas declaraciones, están amparadas por la libertad de expresión», insistió, antes de asegurar que no irían «con el PSOE de Pedro Sánchez ni a la vuelta de la esquina», en relación a que mandó una carta a Bildu para negociar los presupuestos en Navarra y a que también negocia su investidura con ERC. «Contarán con nosotros en decir que esas palabras fueron desafortunadas, pero no para coartar el derecho a la libre expresión, y si creen que cometió un delito, vayan al juzgado», zanjó, provocando los vítores de los cuatro concejales de Vox y el revuelo en el resto de la cámara. Presupuestos pendientes «Basta ya de identificar la lucha por la igualdad con chiringuitos, porque para chiringuitos el de la Fundación Francisco Franco», censuró el portavoz socialista, Pepu Hernández, haciendo mención a la crítica constante de Vox hacia la asociación que encabeza Nadia Outmani, la mujer que recriminó el discurso de Vox el pasado lunes. «Quien se siente amenazado por el feminismo tiene un problema grave», incidió. De «delirantes» tachó la edil de Más Madrid Rita Maestre las argumentaciones de Ortega Smith, a quien echó en cara que «en Twitter son unos machos españoles, pero cuando les habla una mujer víctima de violencia de género no son capaces de mirarla a la cara». En una jornada cargada de guiños a Cs por parte de PSOE y Más Madrid, ambos grupos supieron agradecer el gesto de Villacís. Incluso la socialista Mercedes González llegó a echar en cara a Martínez-Almeida que hubiera «puesto precio» –por el presupuesto– a la dignidad de las mujeres».

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