Hace una semana el Príncipe Andrés de Inglaterra anunciaba su retirada de la vida pública tras verse involucrado en el escándalo sexual del magnate Jeffrey Epstein, fallecido el pasado mes de agosto en la cárcel en la que cumplía condena por diversos delitos de naturaleza sexual. El hijo de la Reina Isabel II, que ha sido acusado por una mujer de participar en una orgía con menores de edad hace años, decidía conceder una entrevista a «Sky News» para intentar limpiar su nombre y aclarar cualquier duda sobre la polémica. Pero las palabras del hermano del Príncipe Carlos consiguieron más bien el efecto contrario y las críticas recibidas por parte de la opinión pública terminaron por conseguir que el Duque de York decidiera poner tierra de por medio para dejar de perjudicar la imagen de la Familia Real británica. «Me ha quedado claro en los últimos días que las circunstancias relacionadas con mi asociación con Jeffrey Epstein se han convertido en una interrupción importante para el trabajo de mi familia y el valioso trabajo que se realiza en las muchas organizaciones benéficas que estoy orgulloso de apoyar», decía en el comunicado. No obstante, y a pesar de que contó con el beneplácito de la Reina Isabel II, desde Buckingham se arriesgaron a avivar la polémica en torno al hermano del Príncipe Carlos y emitieron un comunicado en el que informan de que el octavo en la línea de sucesión de la corona británica continuará trabajando en Palacio. Pero en el entorno de la Casa Real parecen no estar conformes con la decisión e incluso algunos de los consejeros reales han sugerido que dé un paso atrás y ceda sus funciones a otro miembro de la realeza, como el Príncipe Harry o Guillermo. Beatriz de York Sus hijas también se han visto salpicadas por la complicada situación que se ha generado en torno a su padre y los medios británicos mantienen que Beatriz de York, que planea su boda para el año que viene con Edoardo Mapelli, está destrozada ante los últimos acontecimientos. Y es que, según el «Daily Mail», mientras Sarah Fergusson se mantuvo alejada de la planificación de la fatídica entrevista, la joven habría intentado por todos los medios meterse de lleno para conseguir defender el honor de su progenitor. Incluso habría llegado a reunirse con Emily Maitlis, la presentadora encargada de realizar las preguntas. Señalan, citando a fuentes cercanas a la familia, que «ha estado llorado todos los días» desde la realización de la entrevista, a pesar de que en un primer momento consideró que era lo mejor para que el Príncipe Andrés pudiera defenderse.De Estilo https://ift.tt/2Op1dkX
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