Cuanto más bricolaje, más riesgo de padecer cáncer de pulmón

Confirmado. Una mayor realización de actividades de bricolaje está directamente relacionado con un mayor peligro de padecer cáncer de pulmón, sin necesidad de ser fumador. Es la conclusión de una investigación de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) que ha estado encabezada por el profesor Alberto Ruano Raviña, que también es coordinador del Grupo de Referencia Competitiva de la Xunta en Epidemioloxía e Saúde Pública, y de la que forma parte la tesis doctoral de María Lorenzo González. El texto afirma que aquellas personas que dedican tiempo a bricolaje, modelismo, restauración de muebles o pintura en su tiempo libre tienen un mayor riesgo de desenvolver este tipo de cáncer. Entre los integrantes a los que se ha realizado este estudio, explica la USC en una nota de prensa, 1.528 han sido diagnosticadas de cáncer de pulmón. Las cifras afirman que una actividad de este tipo realizada durante 10 años o más hace duplicar las posibilidades de padecerlo. Pero el estudio, que ha sido publicado en la revista «Environmental Research», no se queda ahí:si se ha realizado durante siete o más horas semanalmente, el número de posibilidades llegará a verse multiplicado por cuatro. «El riesgo de cáncer pulmonar también es elevado y estadísticamente significativo en los nunca fumadores, teniendo estos últimos tres veces mayor riesgo de cáncer pulmonar si hacen estas actividades diez años o más en comparación con los que no realizan dichas actividades», relatan los autores de este importante estudio. Esta noticia solo hace confirmar los hallazgos previos que existían. Los autores habían publicado ya con anterioridad, en el año 2012, sus primeros indicios de que esta relación podía tener una base sólida, pero ahora este estudio de la USC, que es el más grande en cuanto a número de participantes se refiere, confirma lo que ya se podía intuir por esos pilares con los que ya contaban. El motivo: las sustancias que se emplean a la hora de ser un «manitas»los fines de semana en casa son análogas a las que se vienen utilizando en otros oficios, que también cuentan con un mayor grado de probabilidades de ser responsables de un número más alto de diagnósticos de esta enfermedad oncológica. Esos trabajos son diversos:desde los ebanistas, la industria de goma o del calzado a los carpinteros, debido a que en estos empleos es frecuente el uso de materiales como puede ser polvo de madera, y también otros como barnices, colas, pegamentos o los disolventes orgánicos. Radón o protección Para terminar, los investigadores tratan de dar unas claves para evitar padecer este tipo de cáncer. Por un lado, está claro, en el caso de ser fumador, dejar este vicio. Por otra parte, conocer si se cuenta con altos niveles de radón en nuestro domicilio y, en tercer lugar, si se vuelve a mirar hacia el mundo del bricolaje, la pintura, la restauración y demás actividades similares, reclaman desde la Universidade de Santiago de Compostela que se tenga en cuenta dos diferentes medidas: una, que se busque trabajar con una buena ventilación. Y en segundo lugar, la necesaria protección para realizar las tareas profesionales o los arreglos que se hacen en casa en el tiempo libre. En el estudio no solo está involucrada la USC: han participado hasta 14 universidades de diferentes comunidades autónomas:Galicia, Asturias, Castilla y León y Madrid. También ha estado involucrada una universidad de Portugal.

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